Recuerdos dormidos...
Ayer fue un día maravilloso. Me llamaron por teléfono y me dijeron que mi coche ya estaba listo. ¿Os acordáis que se rompió a la semana de que yo perdiera a un maestro? Fue curioso. Y justo tras soñar lo de que se me pasa el enfado y también decidir que no pasa nada, que el único problema es que yo veo algo que no es pero que tampoco es grave si sabes manejarte con eso, entonces me llaman y me dicen:
- Nelly, está arreglado.
- ¿Es el motor?
- No (de serlo no tendría arreglo). El motor esta bien, es la botella de agua... ya no la fabrican. No es original y lleva una homologada que no aguanta la presión.
(vaya vaya)
- Pero, ¿entonces... va a fallar de nuevo o no?
(¿Necesito un nuevo coche? le pregunto a mi pensamiento)
- Tú pruébalo unos días... -me responde mi interlocutor telefónico- No sé, si quieres buscamos en los desguaces. Pero no te preocupes. Esta arreglado, no pasa nada.
Esto fue segundos antes de que comenzara a impartir una formación en mi empresa. Yo adoro la dinámica profesor-alumno. Y mis compañeros se rieron muchísimo en la clase. Lo pasamos fenomenal. No sé porqué pero acabaron saliendo cosas super útiles para ellos. Me dieron las gracias por la formación. Jo, pues no estaba contenta ni nada. Y eso que hay que pulir cosas. Me gusta porque les escuchas y les conoces y a su vez cuando estás contando algo, tú desapareces. Mis compañeros de trabajo no entienden como puedo escaparme por los rincones salvo que me des un atril y una pizarra. "Entonces te transformas", me dicen. JAJAJAJA!
Es por el mensaje. Si te centras en el mensaje y en conectar y te olvidas de ti misma, lo pasas muy bien.
Subí al tren la mar de feliz y de repente noté como si todo se fuera quedando vacío. Vacío, vacío, vacío... y de repente:
- Conected to, Cercanías C1, C2 ...
¡Leche! ¡¡¡Me he dormido!!
Y entonces esa pompa del mundo disolviéndose se invirtió. Jajaja! fue super gracioso. El mundo de nuevo era mundo.
"¿qué haces, qué haces?" me dije a mi misma mentalmente "¡No te duermas en el tren, en los trenes no se duerme!"
Lo más correcto sería decir: en el transporte público no se duerme. Una amiga de la universidad dio tres vueltas en el circular jajaja (qué momentos) y no llegó a clase. Encima, ¡se durmió en una linea que da vueltas! Lo que nos reímos cuando nos lo contó.
Llegué a casa recapacitando sobre el mecanismo de dormir. "Así que cuando estás en paz y no tienes nada en la cabeza... el cerebro se duerme" me dije. Luego puse el televisor y me enfadé muchísimo porque solo había anuncios. Y justo cuando empezó la serie que quería ver me di cuenta de que lo que quería realmente era echarme a descansar un rato. Mientras me dirigía a la cama pensé: "¿diez minutos enfadada porque no empieza la serie y cuando empieza ya no la quieres? ahí hay una enseñanza..."
Miré el reloj de la mesita y decidí dormir media hora. O cerrar los ojos porque yo nunca me duermo. Descanso pero no me duermo.
Pero no sé lo que pasó. Solo recuerdo cerrar los ojos y .... de repente empezaron a sonar mensajes del móvil. Y sé que pensé:
"¿... pero dónde estoy?"
Mi mente contestó algo sin palabras. Y yo dije: "¿ya pero dónde?" La respuesta fueron más mensajes de móvil. Abrí los ojos sobresaltada. ¡OH, cielo! ¿¿¿¿¿¿¿qué hora es???????
Dos horas. Habían pasado dos horas y tenía que estar en otro punto de la ciudad porque me estaban esperando para merendar unos amigos.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡.......!!!!!! (no voy a poner lo que me dije mentalmente)
De todos modos tampoco me lo dije con palabras.
Me cambié a toda velocidad, me lave los dientes, eché un trago de enjuague bucal y entonces me di cuenta de porqué tiene ese sabor a alcohol puro que pica una barbaridad. Es para que te despiertes por las mañanas. Salí de casa preguntándome porqué tenía las ojeras de un mapache y cómo diantres me había podido "desmayar", que yo esas cosas no las hago, durmiendo de semejante manera cuando había un compromiso social. "Me estoy haciendo mayor"
Llegué al metro aceleradísima. ¡¡Llego tarde, llego tarde!!!
Me había dejado la tarjeta de metro olvidada en casa. Tiene gracia. Mientras cambiaba de bolso mi mente me había dicho algo y yo contesté: "¡sí, voy a cambiarlo porque este está sucio, voy a llevar el rojo".
Sin la tarjeta.
JAJAJA! mecachís en la mar....
No me dejaban comprar un solo billete. Eran casi las 8 de la tarde y llegó ese momento de:
(¿Y si me rindo?)
Es una sensación descorazonadora. Y tiene que ver con los nervios. Me dije:
"Sé lógica. El trayecto es de diez minutos. Quizá llegues tarde pero llegarás. El tiempo no va a pasar más rápido porque tú tengas prisa. Pasa a igual velocidad. Así que relax y a por la tarjeta".
Tuvo su gracia. Tuve que repetirlo todo pero más despacio. Me pregunté por qué se daban esas condiciones tan raras, yo jamás me dejo la tarjeta y precisamente hoy. Luego cuando montaba en el vagón de metro pensé que había acabado una época (una época musil) y que me sentía sola pero que a lo mejor ya lo estaba antes, y que podía seguir aprendiendo por mi cuenta.
Me dije: "además de escuchar a Damchó, venerable ser humano que enseña gratuitamente y con amor, pues podría seguir buscando una escuela... hombre, no, al Templo al que iba antes ni de broma. Sería contraproducente. Pero ... habrá má..."
Suena un mensaje de móvil. Es mi amiga Yolanda. La conocí porque adiviné el nombre de su madre. El otro día cuando yo estaba triste ella me escribió. Ahora me mandaba una foto de UN TEMPLO BUDISTA con un buda dorado y debajo ponía: "El Camino del Diamante"
"¿Lo conoces? Me he acordado de ti al verlo. Está en arguelles"
Si veis la cara de idiota que se me quedó.
"Ah... no. No lo conocía pero gracias".
Ya iré... un día de estos. (Cuando reúna el valor suficiente). Me senté en el asiento del vagón y pensé "¿No es un poco raro buscar un templo y que te manden uno por whasap? Ni que alguien escuchara los pensamientos"
La merienda con estos amigos fue estupenda. Jugamos a un juego de construir ciudades. Pero al poco de empezar la partida... propuse colaboración a otra amiga. Y mi amigo me dijo:
- ¡Eh, no! ¡Esto va de fastidiar al otro!
Yo con esa idea no me sentía cómoda. La otra amiga (recién conocida) acabó mi ciudad y luego yo acabé la suya. El dueño del juego, de la mesa y del piso, no podía creerlo.
- ¡Lo hacéis mal! ¡Que lo divertido es ganar fastidiando al otro!
Yo le dije, pues me ha pasado más veces y por eso no me engancho a estos juegos:
- Juan, a mí esa idea no me gusta. Yo quiero que ganemos todos. No me siento cómoda si se trata de fastidiar a los demás.
Tiene su gracia porque a las pocas jugadas, la amiga dijo:
- Me da igual quién gane con tal de que no sea Juan.
Y nos dio a los tres un ataque de risa, jajajajaj!
Por cierto, acabé la última, pero con una ciudad con catedral. Me gustó observar el comportamiento de los distintos jugadores. Me gustó mucho. Éramos 4.
Al salir íbamos comentado ese tema.
- ¿Es que para que te diviertas tienen que salvarse todos? -me preguntó-. El juego va de salvarte tú.
Las chicas no opinábamos igual. Y entonces el novio de mi amiga dijo que había un juego que trataba de salir de una casa, y ganaban todos a la vez.
- ¡Ese estaría bien! -dije- Algo así, algo donde te salves tú pero salves también a otro.
Juan me miró y dijo: "¿Quien quiere matar a Trigo?" Y entonces nos echamos a reír como hacía años que no me reía.
Y por eso esta entrada se llama "Recuerdos". Cuando yo llegué a Madrid tenía catorce años. Odio las mudanzas. Intenté mantener mi centro social en el lugar en el que venía pero es difícil cuando tus amigos están a 25 kilómetros y tú tienes quince años.
Al final me resigné y cambié de instituto. Si tuve una adolescencia compleja, el tener que reinventarme pues fui a parar a un insti bastante pijo, fue otro esfuerzo grande. Sin embargo, un día me acerqué a los chicos más oscuros que pude ver pues no me aclaraba con la gente de aquella clase. Llevaban maquillaje. En mi instituto anterior si te pintabas los labios te daban una paliza. Me acerqué a unos chicos muy malos, solo porque uno de ellos llevaba a Asuka en la camiseta.
Ese chico es el creador de este blog. Se llama Dani.
Dani a su vez me presentó a Trigo. Catastróficamente hablando, una madre vecina mía, me dijo que sacara a su hija de casa. Esa hija trajo otras amigas al grupo. Trigo a su vez trajo a otros amigos.
Formamos un grupo del que yo me enamoré. Éramos los mejores. Y llegamos a la Universidad y me enamoré aún más de uno que llegó al grupo. Lo cierto era que no vi muchas de las cosas que estaban pasando. Sólo sabía que no entendía la mala leche de las chicas. Y que yo era feliz sonriendo y brillando donde fuera. Todo era maravilloso. Todo eran posibilidades.
A ese grupo llegó Juan en la Universidad.
"Quién quiere matar a Trigo" es una frase de un sábado soleado en el Retiro (de mis lugares favoritos de Madrid) en el que un grupo de diez chavales y chavalas (si ya estaba Juan, teníamos por lo menos 18 años) estaban sentados haciendo un círculo jugando a Policía y Ladrón. Un juego de cartas donde guiñando un ojo matabas a alguien. Yo sólo recuerdo que estaba allí pasándomelo fenomenal (lo raro era verme un minuto sin reír o hacer un chiste... hay seres cercanos a mí que me dicen que he perdido cosas al crecer, y era normal, pasando lo que pasó) y alguien refunfuñaba por lo bajo.
- Ñañaañaña... esto ñañañaña lo otro ñañañañañ
De pronto el chico considerado más ingenuo y tranquilo de nuestro grupo dijo: "¿Quién quiere matar a Trigo?" y los otros 9 levantamos la mano de un modo tan absurdamente acompasado que nos dio la risa. Y aquel fue uno de nuestros grandes momentos como grupo.
Pero qué risas todos los días. Trigo diseñó mi primera partida de rol y todo lo que hicimos fue andar por un bosque y caernos en una zanja (16 años) de manera que yo me aburrí soberanamente mientras mi amigo Dani dijo:
- Joder, Trigo, es la peor partida de la historia.
Más risas. No me gusta el rol. Me aburre. Años después lo intentamos de nuevo y esta vez no recuerdo al Máster. Pero ahí pasó algo diferente. Era un juego de vampiros. No logramos pasar más allá de diseñar a los personajes. El máster dijo:
- Tía, yo quiero jugar contigo a esto... nunca había visto algo así.
Yo no paraba de reírme. No paraba. No sé porqué me empeñé en que mi vampiro no podía hacer daño a nadie con lo que quedó un personaje que vivía debajo de una cascada en un mundo postapocalíptico futurista y lié una tan grande en torno a los personajes que acabamos todos muertos de risa y el Master, que no sé quién es, diciendo que jamás había visto a alguien dejándose llevar de semejante manera con una historia.
No jugamos al rol. Escribimos en directo.
Perdí la pista de Juan cuando todo se fue al garete. Yo pasé una... a día de hoy no sé si llamarlo depresión. Fue entonces cuando supe que "para siempre" es "te quiero hoy" y debo añadir que lo que pasó no fue culpa de nadie. En el grupo había celos, había mentiras, había un millón de mal rollos que yo me empeñaba en no ver. Y nada me afectaba.. nada.. salvo una persona. Esa persona estará ahora casada con la que se supone que era mi mejor amiga. Pero que nadie piense en engaños antes de... que yo rompiera con él. La relación me la cargué yo simplemente porque me da pánico querer a alguien. O me busco cosas imposibles o si alguien empieza a volverse importante lo aparto. Y es que lo demás da un poco igual pero querer y que te hagan daño es un latazo.
Sea como fuere... casi todo el mundo salió muy herido. Tanto, como para años después cuando vi al autor de "quién quiere matar a Trigo", tomar un café con él y decirme que le había propuesto a otro del grupo quedar pero no podía debido a lo mal que lo pasó. Y le entendí.
El autor del blog y Trigo ya no se ven, ni se hablan. Cada parte se fue por un lado. Esa vida se acabó y se olvidó. Curiosamente, los veintisiete o vientocho años una chica me invitó al cumple de una desconocida y cuando llegué...
- ¿Tú eres.. Juan?
- Y tú eres Eva (es mi otro nombre)
¡Menuda casualidad!
Ninguno de los dos daba crédito al reencuentro. De todos modos, dentro del grupo, cada cual hablaba más con uno o con otro y nosotros no terminamos mal porque nuestra relación no era tan estrecha.
Juan estudió Teleco. Me contó que lo había dejado (su trabajo) para abrir una pastelería. Me hizo tanta gracia que esa historia la contaba a veces. "Y llegó la crisis en 2012 y no hay trabajo y yo tengo un amigo que dejó Teleco y abrió una pastelería"
Pasaron otros cinco o seis años (no volvi a ver a Juan)
Un día viajaba con mi amigo Charlie en el metro. Charlie es un músico muy alto, de pelo largo, que toca el bajo. Me encanta porque es muy honesto. Yo le doy mil vueltas a las cosas, Charlie es como un muro sensato y evidente de realidad. Lo que ves es lo que hay, con honestidad y llamando a las cosas por su nombre. Un día íbamos de cháchara en el metro y me dijo:
- Como aquel que dejó su trabajo de Teleco y abrió una pastelería en Ventas.
Yo miré a Charlie y le dije:
- Charlie, esa historia te la he contado yo.
("Me parece increíble que se haya vuelto una leyenda urbana" pensé)
- No.
- ¿Cómo que no?
Hubo tres segundos de silencio, muy divertidos, y de repente, mirándonos a los ojos, los dos dijimos:
- ¿Juan?
Y nos echamos a reír.
¡Ambos conocíamos a Juan! Ninguno de nosotros lo sabía. Y llevábamos 2 años trabajando juntos.
Como os podéis imaginar, fuimos a ver a Juan a la pastelería. Quién alucinó al ver a dos amigos de diferentes ambientes, entrando juntos.
Es muy raro porque.. es como si todo estuviera entrelazado.
Qué tiempos tan bonitos eran aquellos.
Ahora voy a ver un documental que Davidel me ha mandado por whasap. ^_^ Por cierto, de todos estos amigos, Davidel es el que me conoció más joven pues teíamos... ¿6 o 7 años?
Saludos !!!
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4 comentarios:
Jo Nelly...has hecho que se me salte la lagrimilla... Un post maravilloso. Me he reido mucho tambien y me has hecho recordar el grupo que también tenía y el fantastico verano del 98.
Yo voy a ver el documental en un rato 😊😊😊
Jajajaja!! Momento revival jajajaj.
Hubo cosas chungas cuando era niña, gamberros y otras cosas... Pero también hubo muchos momentos maravillosos. A todo el mundo le pasa.
También fue una sorpresa reencontrarte a ti.
Yo lo veré mañana. Me puse a meditar y meditar y... Ahora me tengo que ir.
Dos sesiones hoy más un vídeo y otra sesión.
Mañana el documental.
Ufff vaya paliza llevas jajaja.
Lo mismo puedo decir, reencontrarnos fue genial 😊😊 y si, nos conocimos cuando yo tenía 8 y tu 7, yo recien llegado de la capital 😁😁 que tengas buen sabado!!
Y feliz domingo!!!
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