En el sueño, mis amigas y yo viajábamos hacia algún lugar, pero hacíamos escala en ¿¿Nepal??

¿¿???¿¿¿????

Sonó una campana y al mirar a la derecha vi unas escaleras, un pórtico, y alguien tirando de una cuerda roja que tenía la campana en su otro extremo. La campana estaba en medio del pórtico. Tenía una decoración rarísima. Y parecía antigua. 

Una de mis amigas dijo que tenía que ir a un sitio que no recuerdo y yo le dije: "bueno, pues yo me quedo por aquí. Voy a buscar a... Y de paso visito la ciudad" dije el nombre de otra amiga que ya había estado en Nepal, por cierto. Hace unos días me hablaba de que el viaje me encantaría, mientras tomábamos un café.

Subí esa calle, esas escaleras y detrás del pórtico había... a ver cómo explico esto.... un grupo de gente en torno a algo a lo que había que dar vueltas. ¿¿?? Era como.. una especie de "cosa" (jajaja, me explico fatal) de metal o algo así, y que al girarlo... hacía ruido. Entonces, la gente, como que le daba vueltas a esa cosa. Como si fuera una especie de ritual o algo así. Y había mucha gente en círculo y un señor, que imagino, debería de estar pidiendo "la voluntad" o algo así. Tenía otro instrumento rarísimo que hacía ruido entre las manos y o bien iba vestido de rojo, o el instrumento era rojo, no lo tengo muy claro.

Estiré el cuello a ver si veía alguno de los famosos monjes budistas pero no vi a nadie. Sólo uno de refilón cuando subía las escaleras, pero el resto me parecía gente de a pie, turistas.. nadie espiritual a la vista. "Qué pena" me dije, estar en Nepal y no ver nada.

- La voluntad, la voluntad... -decía el que estaba a los pies de esa cosa de metal que había que girar.

Había muchas monedas en el suelo. Yo le di al "coso" que daba vueltas. Y dio una vuelta completa y hacía ruido. Me encantó el ruido.

"Mira cómo gira" me dije a mi misma.

El "coso" raro de metal dio la vuelta completa. Tenía cosas inscritas, ¿sabéis? era como... como un cilindro raro de metal con cosas escritas en otro idioma. Pero es que giraba y había varios cilindros allí. Como que daban vueltas todos, no lo sé. 

- La voluntad -dijo el señor a su lado.

Saqué de mi bolsillo unas monedas. Y las tiré. Y entonces me quedé blanca. Una de las monedas era ... bueno, llevo siempre dos monedas conmigo que no gasto. Son falsas. Llevo 8 años con esas monedas. Una no sé dónde me la dieron, y la otra me la colaron por una moneda de diez céntimos de euro y en verdad es de otro país. Aquí no tiene valor. Por algún motivo, en vez de enfadarme decidí que eran monedas de la suerte. Y podéis creerme, ahora estoy muy convencida de ello.

Al ver la moneda allí, ufff. Me quedé parada.

Digamos que el sitio de las ofrendas estaba tras una cuerda roja, (había monedas en el suelo, cientos, a los pies del monumento). Lo primero que pensé fue: "Dile al que guarda el monumento este que te has equivocado y que te la devuelva". Pero claro... jajajaj! Iba a quedar un poco raro, ¿no? Es como si das un dinero al cepillo de la iglesia y luego vas y metes la mano. Por otro lado, ¿acaso no era mi moneda de la suerte?????? ¿¿¿¿¿La iba a dejar ahí por un estúpido error???????

La gente seguía a lo suyo y yo allí, callada, de pie, mirando mi moneda dorada.

Y entonces me di la vuelta. Y di un paso hacia las escaleras. El señor del monumento no decía nada. Podría haberle pedido la moneda. De verdad. Pero pensé:

" ¿Sabes? Yo creo que la moneda quiere viajar. Llegó hasta mí, y no era mía, y estuvo conmigo 8 años. ¿Y si es así como debe de ser? La perdí en Nepal. ¿Y si es lo que tiene que ocurrir? Así viajará por Nepal y su viaje continuará".

(¿La vas a dejar ahí?) 

La pregunta me la formuló mi pensamiento. O el propio sueño. Y dudé, ¡oh, ya lo creo! Pero al final di un paso alejándome del lugar y me dije:

"No es mía. Renuncio a ella. Que siga su viaje".

Y me desperté.

Como os podéis imaginar... JAJAJAJ! jajaja! sentí gran alivio de no haberla perdido.

Esta en mi monedero. Nunca diez centavos de Brasil han sido tan valiosos. ¡Jajajaja!