Sueños que son historias: la nave espacial.

Bueno, este es el último sueño que voy a escribir en por lo menos 6 días.
Y alguno se preguntará, ¿y por qué?
Pues la razón es que no me gusta ni recordar tanto los sueños ni darles poder. Así que lo escribo y aunque las siguientes noches sueñe con ... no sé, un campo de flores y un río de chocolate no pienso escribirlo. 


El sueño viene de más atrás pero la parte final transcurre en una nave espacial. Viajo con alguien (o algo), que nunca sale hasta que me di cuenta al despertar que el motivo es que no tiene cuerpo. En el sueño llegamos a un planeta y ... cómo explico esto. A ver, imaginad un planeta de suelo gris. Y negro. Con algo parecido a árboles... sin hojas, negros también. Cuando voy andando por ese planeta mi compañero de viaje dice:

- Tengo sed.

Y yo veo que entre las ramas de esos supuestos árboles (sin hojas, quizá no eran árboles) hay un...¿globo? un... bueno, un recipiente, un círculo, una botella redonda. ¡Yo que sé! Con agua. Una esfera!! Eso! Ay, señor... una esfera redonda con agua muy limpia. Así que utilizo un trozo de rama o algo así, del suelo, lo clavo en la botella, la rompo, y empieza a caer agua. Y la utilizo.

- Toma -le digo al ser que me acompaña.

- Ahí dentro hay un ser vivo....

¿¿¿¿¿Quéeeeee???????

Dentro de la botella, esfera o lo que sea.

- ¡¡Ay, que lo he matado!! -digo.

- Todos los actos tienen consecuencias.

¡Madre mía, madre mía! Con mucho cuidado me llevo la botella a mi nave (aún tenía algo de agua) y la pongo sobre... un lugar, no sé qué palabras usar para describir cosas que no existen en nuestro tiempo. En fin. La pongo sobre una mesa en la nave. (Qué estrés). Rompo y quito del todo el recipiente.

- ¿Y ahora qué hago? ¡Yo no quería perjudicar a nadie! Tenías sed... tomé agua. 

Entonces pensé en las provisiones que yo llevaba y saqué una especie de masa gris congelada. Y le dije al extraterrestre:

- ¡¡Toma!!

- ¿Eso qué es? -me preguntó el ser que estaba en la botella.

- ¡Es agua! Los astronautas viajamos con esto -le dije.

El ser que estaba en la botella la arrojó por ahí con gesto de disgusto.

- ¡Puaj! ¿Eso es agua para los humanos?

Ay, señor, señor, señor.... 

- Puedes usar el () de condensación de la nave.

Hay una palabra ahí que no recuerdo. Se supone que la nave era capaz de procesar la humedad del ambiente. Al parecer si yo respiro o simplemente por vivir ¿¿¿genero agua a mi alrededor??? Mira, yo no soy química y no sé ni lo que estoy escribiendo. 

- ¡Vale! -dije. Pusimos en marcha ese sistema de recuperación del agua o lo que sea y con lo poquito que extrajimos se lo dimos (bueno, se lo di, mi compañero no sale en ningún momento) al ser que habíamos rescatado porque casi me lo cargo.

El ser se lo bebió. Creció. Y se convirtió en una cosa... parecida a un hombre hecho de hielo.

- Me voy a la cama, esto es muy estresante -dije.

- ¡¡Podemos hacer más!!

- ¿Qué? -perpleja-. ¿Y cómo? No hay más agua.

- Usando ()

- ¿Qué???? ¿Y eso que es?

- Es el proceso a través del cuál tomamos lo que necesitamos del ambiente cuando necesitamos un cuerpo. 

- ¿¿¿QUÉEEE??? ¿Que tú tomas qué de dónde cuando necesitas... QUÉEE?? 

Los cuerpos no se hacen así. Los cuerpos vienen de otra cosa. Al menos, en los humanos. 

¿Y ese compañero mío de viaje... que hacía qué???? ¡Mi cabeza está loca! Esa cosa se construía un cuerpo a través de un proceso en el que tomaba del ambiente los elementos químicos necesarios. 

Mientras yo me iba a dormir... el que viajaba conmigo hizo otro hombre de hielo pero le salió mal ¡y lo destruyó! Ni siquiera, lo dejó deshacerse. 

Pero hizo otro más.

Al día siguiente había dos hombres de hielo. 

Yo buscaba (bueno, buscábamos) una academia porque tenía que ir a hablar con un profesor. Eso era todo lo que quería, así que aterricé la nave espacial. Entré en una academia y encontramos una chica vestida muy humanamente y le pregunté por el profesor (seguida de un alienígena disfrazado de niño, y dos hombres... de hielo) Esto no es normal. Y la chica me contestó:

- Sí, sé a qué profesor buscas. Sube a la izquierda, tercera planta, tuerce a la derecha, laboratorio tres, detrás de la sala A.

- ¿¿¿Quéee???

- A ver, te lo repito. Sube a la izquierda, tercera planta, por ahí vas bien, luego cuando llegues al pasillo tuerce a la derecha y... ¡ay, mira, espera! ¡Chicos, parad un momento que voy a acompañarles!

Y entonces veo que la chica para ... una sesión de fotos.  ¿¿?? Una sesión de fotos humana!

Miro hacia atrás mientras ella nos guía y pienso: "Pero... si estoy en el espacio y he venido en nave espacial ¿una sesión de fotos en una academia extraterrestre?"

Y me desperté.


Lo dicho: ni botellas, ni alienígenas, ni soñar con pájaros ni nada. Se acabó. Tres días por lo menos dedicadas a las cosas mundanas, sólidas y verificables. 

2 comentarios:

Davidel dijo...

😂😂😂😂 pero en qué cosas piensas por el día para tender esos sueños!!
Bueno, te voy a contar el mio de esta noche por que creo que juntos puede ser un capítulo de black mirror. (También salen naves espaciales)
Yo vivía en un mundo normal. Veía un anuncio muy curioso... "Te esperamos en el otro lado""con meditación puedes lograrlo, te esperamos"
El cartel hacía referencia al"otro lado"supuestamente la auténtica realidad. Salia gente muy feliz y... Neves espaciales. Pequeñas y alargadas, de color blanco y rojo. En el anuncio se veía una especie de portal... Y la gente ahí tan guay y feliz...
Es buena idea eso de estar unos días pasando de los sueños jjjj
Qué descanses!! 😘😁😁

Nelly dijo...

¿Naves espaciales? lo que yo te digo.. una conspiración !! (acabas de darme una idea para otro libro juvenil)... ains. Estoy como unas maracas. ¡Gracias por compartir!

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