Diario de una meditadora, ¿no budista?


Mi primera meditación fue una experiencia bastante impactante para mí y creo que sería interesante investigar el asunto.
Desde un punto de vista pragmático he podido constatar que cuando nuestro cerebro está cansado es menos creativo. Lo veo claro en el trabajo y también veo clara una cosa. Y esto es personal: la búsqueda de soluciones. Me explico: tengo un cerebro, una mente, especialista en "dame otro camino". Ejemplo: "Oye, Nelly, tienes el teléfono de...". "No, no lo tengo. Pero espera, abre un correo, clic con el derecho, barra propiedades del campo... ¡mira, ahí está!". A veces... es muy rebuscado el camino pero lo hay. Mi jefa lo llama creatividad. Yo admiro a la gente que lo que hace es ir de frente (estoy mezclando conceptos, admiro la capacidad de algunas personas para enfrentarse y convencer) Yo no me enfrento. Yo soslayo. JAJAJA! Por aquí no puedo, dame otro camino. Me paso el día diciéndole a esa cosa interior: "dame otro camino". Y me lo da. Casi siempre.

Cuando un cerebro está cansado (¡lo he experimentado!) no ve el otro camino. Porque está cansado, es algo neuronal. Estoy segura.

Pero me desvío del tema. Alguien me dijo que me encantaría la meditación de la práctica de artes marciales hace tiempo, pero yo seguí comiéndome un helado y miré a mi amiga y me encogí de hombros. "¿La qué?..."

Luego encontré quién realmente me enseñó a meditar.

Para mí meditar era lo que hacía Wesley Snipes en Blade antes de enfrentarse a los vampiros. "La preparación del guerrero". Si yo no me enfrento a vampiros, ¿para qué iba a necesitar sentarme en la posición del loto y concentrar mi energía vital?

La primera vez que me senté y lo probé casi me da algo. Imaginad una casa. ¿La tenéis? Con muchas habitaciones cerradas. Muchas. Y un pasillo rectilíneo. Todo muy bonito y muy brillante y muy pulcro (ahora que lo pienso ya sé porqué me encanta la reforma de mi oficina jajajaja...) Bien... vosotros como personas podéis ir de un cuarto a otro e investigar y cerrar puertas a vuestro antojo. Pero cuando me senté a meditar... lo que sentí fue toda la casa.

La palabra que busco es "fragmentación". Una fragmentación tremenda. Y... de verdad, fue una experiencia bastante fuerte.

Pero que tampoco sabes para qué te sirven así que ... lo dejas pasar y ya está. Luego llegó una etapa en la que se me recomendó una meditación sencilla que no lo era tanto. Y yo pensaba: ¿cuándo llegamos a la parte esa en la que pasan cosas extraordinarias? Supongo que seguía pensando en Blade. Por cierto, la película ni siquiera me gusta. Y estaba hecha un auténtico lío. No sabía ni por dónde empezar. ¿Meditar? ¿Pero qué es eso en realidad?

 ¿Y porqué va tan lento?

¿Y si no era el camino?

Tenía muchas dudas pero ocurrió que ascendí en el trabajo. Alguno dirá: Nelly, eso es casualidad. Pero fue (para mí) consecuencia directa. De repente era formadora. Profesora. Algo que me encantaba. Y la dinámica aula-alumno lo cambió todo. Necesitaba otro puesto, necesitaba algo más. Me presenté a un proceso muy duro y muy difícil y ahora tengo un puesto "intermedio". Seguí meditando.

No os lo dije pero llegó hasta mí un libro llamado "Hacer Buda" que es muy interesante y que me ayudó un montón. Lo encontré por casualidad en una librería con un pájaro. Atticus Finch, se llama.

Eran meditaciones, al menos 30, cada una muy seria pero explicada para niños. Al ser distinta cada una, la seguí día tras día sin repetir hasta que ya no necesite seguirlas porque me bastaba con sentarme y meditar.

Luego se puso de moda el mindfulness. Que debe ser parecido.
Luego... alguien me preguntó que cómo meditaba yo para enseñar a otros.

"A lo que hemos llegado" pensé. Yo que me paso el día preguntándole a uno que yo me sé y ahora resulta que soy profe yo. Raro, ¿verdad? JAJAJAJAJ!!!

Al final todo es un círculo. En fin...

En mi caso, la meditación que practico es budista. Y tiene una cosa rara y perceptible al poco de realizarla. 

Veréis, os pongo un ejemplo: imaginad que tenéis mil cosas que hacer. Y pensáis que no os da tiempo, que esto está mal, aquello también.... Bueno, pues tú te sientas a meditar y el tiempo pasa más lento. Pero es que te levantas y en diez minutos está hecho todo lo que antes te agobiaba sin ser un problema y más. Te da tiempo a más cosas.
Y es como si algo interior te dijera: claro, actúas. No piensas, sino que haces. Y al hacer, no hace falta pensar tanto. 

Pero es que sospecho otra cosa y esto no sé si será verdad. Se resuelven problemas externos sólos. Me explico... si esperas una llamada, si algo estaba (una situación) "bloqueada". Se desbloquea. Palabra. Lo he visto. Y cambia el curso del día entero.

La verdadera pregunta es: "¿esto es real?" y "¿por qué?"

Me encantaría hablar con Albert Einstein jajajjaja de verdad!!!!!

Sé que no le iba a entender nada pero sería estupendo poder tener una charla con él. Estupendo.


Saludos !!!!!!

2 comentarios:

Aelo dijo...

Mokuso (la meditación del guerrero) siempre me ayudó, no era sólo por prepararme antes de entrar al tatami o pelear, no, para mí siempre fue una forma de aislarme de todo lo demás para estar mucho mas atenta a mi entorno (sí, así de contradictorio como se lee).
Con el tiempo pasé de usarla en dojo a usarla en el día a día. ¿Qué un programa tiene un error que no encuentro? ¡Mokuso! y el error aparece ahí, bailando entre mis ojos, brillando cual incendio...

Un abrazo,
Aelo

Nelly dijo...

Caramba, gracias por compartirlo!!

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