Más que enojada, diría preocupada, enfadada, enfadada conmigo misma... bueno, un poco de todo.

Y llevé mi pulsera mide-corazón. Jejejej! Ya sabéis, una de esas que miden cosas (ver entradas anteriores).

El caso es que me subí a la bici con 66 pulsaciones por minuto, comencé a calentar y cuando me dio por activar la medición contemplé asombrada: 82 pulsaciones. Y pensé: "ja, mira, vas pedaleando y todavía es más alta la medición cuando el Muso te hizo reír. Pues va a ser verdad que tiene algo su presencia..." Pedaleo y pedaleo y de repente las pulsaciones suben a 150.

¡¡150!!

Estando en reposo tengo ¡56!

Tengo un corazón que, sin pedírselo, sube más del doble de pulsaciones si decido que quiero hacer el loco en bicicleta. En seguida bajaron a 148 y ese es mi tope. Nunca más de 150. 

De repente me ha entrado una  enorme gratitud.

- ¡Y ahora bajamos! ¡Sentados! ¡Sube el ritmo! ¡atrás la cadera! -gritaba el profe.

Y el corazón pom! 138, pom pom! 143 pom pom 119...

- ¡Muy bien, se acabó la clase! Paramos, bajamos de la bici...

Y el corazón, en menos de un minuto, 77 pulsaciones. Pom, pom..pom..pom.. 66... pom pom pom 63.

Se me ha pasado todo el enfado. ¿Cómo voy a enfadarme... si tengo un corazón tan increíble?

Me quedé mirando el 77.

"Porque reacciona cuando se lo pido... aunque sea algo trivial como hacer deporte y sin embargo, trabaja por darme el gusto. Y ¡más que duplica las pulsaciones!". Si está ahí cuando lo necesito, que menos que hacer algo por él. ¿No? Pensadlo. ¿Habéis hecho algo hoy por vuestro corazón?

Entonces me di cuenta de que me daba todo igual, y de que era muy absurdo sentir enfado contra algo tan bonito. Digan los que digan los demás, se les ocurra la tontería que se les ocurra, opinen lo que opinen.

Saludos!!!

¿Veis? Al final la pulsera era buena idea. Estoy aprendiendo mucho !!!

jajajaj!! (("por eso te la traje")) responde mi pensamiento. Voy a darle una cena sana y liviana a mi buen corazón ^_^