Curioso taller.


-¿Tienes un ojo de cada color?
Sì, reconozco que es un modo de iniciar conversaciones bastante raro, pero es que acababa de decirle que se habìa perdido una conversaciòn sobre sectas sensacional (resulta que mi amigo J. pertenecìa a la escuela kadampa y yo sin saberlo) y cuando se lo fuì a contar sus pupilas se dilataron tanto que parecìan agujeros còsmicos de Universo.
- ¿Perdona? Sì, es que estoy cansado....¿por qué? Esta rojo, ¿verdad?
- No -le dije mirándole fijamente- no, que va. Es que me pareciò por un momento que tenìas un ojo verde y otro (¿marròn? ¿gris?) azul -mentì.
Se rìo.
- Aquì también hablan de sectas. De novelas juveniles.
Entonces le hablè del budismo. Y de J. Y J. nos contò su experiencia y entonces él me preguntò que en qué creìa yo. Y hablamos de religiòn. Algo me dijo sobre lo de tomar lo que me interesaba y lo que no. Yo le hablé del mismo mensaje en todos los credos. Él hablò de invertarse un Dios y del ateismo. J. hablò de su experiencia. Y le observaba. Su camisa, su pelo, su aspecto externo. Su relato crìtico de polìtica. Me venìan muchas palabras a la mente y todas relativas a orden, economìa y ser de derechas.
-El budismo tampoco cree en la vida eterna.
-¿Ah, no? -preguntò.
- No. A ver còmo te lo explico... Tù mueres. Pero es que no hay un tù realmente. Es complicado.
-¿No llevas 7 años aprendiendo?
- Sì, pero el que me enseña...bueno, no sé còmo explicarte esto.
-¿Qué? ¿Va por fascìculos?

Me eché a reìr.
J. Intentò explicarle también. Pero le interrumpì.
-¿Cuál es tu credo? -dije.
Me mirò. Soprendido.
-¿En qué crees? -insistì. Habìa algo ahì.
Sin mover un mùsculo. Sin apartar la mirada, contestò:
- En la ciencia.

Y me dio la risa.
Le puse ejemplos. Contestò "Casualidad".
¿¿Qué??
¿Adivinar el nombre de la madre de alguien que no conoces es casualidad??
-¿Cuántos nombres de mujer conoces? ¿200? Es estadìstica.
No podìa creerlo. (¡Es Memphis!) pensé (¡Es el personaje del blog!)

- Soy muy cuadriculado - me dijo-. Soy ateo. Y te agradezco poder tener esta conversaciòn contigo porque normalmente no puedo hablar con creyentes de religiòn.
Pero me voy ya.
- ¿Has venido en metro? -pregunté.
- No, en moto.
-No me lo digas. Una scooter grande.
- Fallaste. Tus poderes no estan afinados hoy
- Ya. Una Kymco de 300.
- ¿En qué trabajas? -se reìa.
Yo también. Seguro que tenìa una scooter para no arrugarse el traje de giorgio armani mientras iba a su empresa.
- Tengo una bmw. Una 800.
 - ¿¿ La Gs??
Se echò a reìr más.
- ¿¡Tienes una trail?? ¡Tù no tienes pinta de trail! -protesté indignada.
- Es una Gt.
- ¡Ah, bueno! Sì, eso esta bien.
Cuadriculado, ateo, aburrido y de derechas.

Ya está, me he quedado a gusto.
Qué mal me cae.
😜


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