Día de aislamiento.

Me levanto.
No conecto el wasap. Arrastro mi depresión hasta el cuarto de baño, me arreglo, me pongo mona. Me pongo mi cazadora de Drive. De porqué llevar una cazadora de tela con flores y colore satinados me lleva invariablemente a pensar en Ryan Gosling en esa película, no lo sé. Puede que sea el aislamiento.
Conduzco, llego al trabajo. Aparco (a la primera). Salgo del coche, cierro y me entro en la oficina. A medio camino pienso: "raro".
Normalmente aparco a la quinta o a la sexta y reviso el coche no sea que quede lejos, cerca, demasiado inclinado respecto a la línea perpendicular de la acera, etc. etc. Esta vez lo he cerrado y ni he mirado atrás (me da igual). Cierro con la mano izquierda. Curioso también, soy diestra. Bueno, contrariada... de niña usaba más la mano izquierda...
Llego, me siento, comienzo a trabajar, me lo paso fenomenal. De repente un compañero me mira y me dice:
- Estas rara.
Levanto la cabeza, sonrío. ¿Rara? ¿Rara por qué?
- No sé -contesta-. Estas... estas diferente. A ti te pasa algo.
Hay una pausa. Y añade:
- Es que te miro... y pienso en... no sé, pareces un vampiro.
¿¿¿QUÉEEEE???
Soy un vampiro.
Toma ya.
Tres horas después (y es curioso porque me sentía diferente) esta persona me dice: "oye, ya no... ya eres como siempre. Pareces humana. Pero en serio, a primera hora... no sé, estabas diferente".

2 comentarios:

David Hernando (Davidel) dijo...

Los vampiros salen de caza por la noche y luego con la resaca no se acuerdan de nada... no digo nada, pero para mí que te han pillado...😂😂

Nelly dijo...

Jajajajaj!!
👀😁😁
Que no David que no...

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises