En el que el editor introduce cambios.


Me ha escrito el editor. Sugiere una serie de cambios sencillos.

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Me estaba acordando de cuando el Muso me recomendó "La verdad sobre el caso Harry Quebert" y me dijo: "te lo recomendé porque me parece un libro que está bien construido a pesar de ser de esos que son best sellers". O libros para las masas. Lo primero que investigué fue al autor que resultó ser...3 años más joven que yo.

Quizá debería advertir que estoy un poco melancólica. Así como Laura Gallego se hizo famosa con un premio Barco de Vapor con apenas 19 años, y he tenido oportunidad de charlar con otros autores más jóvenes que yo en algún encuentro ya lejano...es, sin embargo, la cara de Jöel Dicker la que que siempre me quedo mirando. 

Y a día de hoy, no sé muy bien el porqué. 

Como iba diciendo, el editor a sugerido una serie de cambios. Esto es algo... que a veces pasa. Una amiga me dijo: "Me pidieron que la recortara... unas doscientas páginas". Una semana más tarde dejó caer el manuscrito sobre la mesa del editor y dijo: "toma, recorta tú" jajajaja! La novela salió íntegra. Jajajaja!!

En mi primer libro no cambiaron más que dos errores que tenían que ver con despistes (cambié de sexo un personaje y confundí un té con una coca-cola). Hablando con correctores de la editorial me dijeron: "bueno, a veces casi reescribimos el libro nosotros..."

En cuanto a los cambios que me ha sugerido a mí el editor en esta fase temprana... no me suponen más que una vuelta de tuerca al argumento. Quizá me quedo mirando la cara de Jöel Dicker porque en su estructura jajaja.. me gustaría ver quién cambia nada (hay como una media hora de lectura en la que ¡ya no sabes de quién sospechar!). Estaba pensado, quizá, en la palabra libertad. Libertad en la creación. Os acordáis lo que os dije el otro día sobre los que viven de esto, ¿verdad?

Luego me paré a pensar, con una libreta abierta: "Muy bien, esto es lo que tengo y esto lo que debo introducir. Ahora el cómo lo introduzca yo es algo muy libre. Y vamos a ver... que no sea capaz de unificar ((eso)) con lo que me han dado... Que bien sé yo que se puede". 

A este pensamiento responde una "cosa" interna sin palabras. Algo que iba fluyendo hasta de de repente se encuentra con líneas argumentales no previstas. La parte lógica de mi cerebro se pregunta "el porqué" y se responde: "por el mercado". Luego reviso las modificaciones y veo que... son aún mejores si lo analizo desde la perspectiva de la diversidad.

Y es entonces cuando me giro hacia mi inspiración y le pregunto:

"¿Te has leído It?"

JAJAJAJAJAJ!!

"Oh, venga" -me digo- "¿que no eres capaz de hacer algo así? ¿No puedes meter más niños, más nombres y más aventuras?"

Y es entonces cuando "esa parte sin palabras" recupera su ocupación inicial. No sé porqué, visualizo una especie de... corriente. Antes no tenía nada que la obligara a ir por un lugar o por otro, ahora el editor ha puesto cosas en el canal. Eso desvía la corriente, pero sigue siendo corriente. Y la inspiración sabe muy bien como fluir.

Con esto, os digo, el proceso creativo puede ser guiado (especialmente por el Muso) pero si se...encierra demasiado la corriente se seca. Cuando estudié publicidad yo pensaba que los creativos eran seres muy libres, llenos de ideas fantásticas y con los medios a su alcance para mostrar la historia que quisieran. La realidad es que los creativos de publicidad tienen... el peor enclaustramiento posible: sirven al mercado. Hasta el punto de que a veces tienes que poner tu "corriente" a trabajar para decirle al público "eres mejor si compras esta marca". Uffff!!! De eso hablamos otro día. También es cierto que tienen los medios.

Dejo esta entrada abierta a cualquier anécdota, reflexión, enlace o idea que queráis expresar, relativa al arte y al proceso de crear. Cosas que os hayan pasado, etc.

Y libros, claro, libros que hayáis leído, sobre escritores, especialmente.

Saludos!!!!


  


3 comentarios:

José Cruz dijo...

Pero vamos a ver... que tú te des cuenta de esto ahora. Pero si somos los primeros que ponemos talleres con unos teóricos disparadores creativos. ¿Qué es lo que hacen esos disparadores si no poner una especie de guía o canal a la creatividad? Más de una vez nos han dicho que suponen un reto, que acotan la inspiración. Ainsss.

Nelly dijo...

Yo más bien, Josè, me acordaba de la chica que decìa que no querìa venderse...jajajaja

Manuel Delgado dijo...

Lamentablemente / afortunadamente (según se mire) el mundo editorial se encuentra en un cruce de caminos entre el hecho artístico y el emprendimiento empresarial. Editar es venderse, un poco, un mucho... pero es el precio de hacer público un trabajo y poder comunicar tus ideas o tus narraciones a través del medio escrito. ¡Difícil equilibrio!

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