Humildad.

Ser consecuente con una misma.
¿Sabéis? Yo cuando hablo de cambios me refiero a la casa y la decoración. 
Hoy he llegado a casa muy "depre" por algo del trabajo. Enfadada. Pensando que había quedado como una ignorante de tres pares de narices y ... bueno, en plan melodramático. Pero tuve suficiente inspiración como para preguntar sobre la situación a una persona ajena a ella, que pudiera aconsejarme de modo imparcial. Tras explicarle las cosas vi que reaccionaba igual... que la reacción externa que desencadenó mi tribulación.

- ¡Pero ¿y qué hago?! 

Seguí hablando y de repente hubo algo que me llamó la atención. 

- ¿¿Humildad?? -pregunté- ¿Qué tiene que ver la humildad con todo esto?

[ investigación posterior: "el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades" (Wiki) ]

La otra persona me dijo:

- Bien (noté una sonrisa contenida a través del hilo telefónico), tú dices: "voy a hacer esto".

- Sí.

- "Porque yo puedo"

- Sí.

- "Y voy a ser la mejor".

- Claro.

La otra persona se ríe.

- No sé, tú que eres tan espiritual.... creo que eso es pecado en algún libro.

Y entonces sin querer, me entra la risa y no puedo evitarlo. 

Vuelvo a la situación conflictiva. Según mi visión, es que yo no me entero de la misa la media y esto es un desastre, y he cometido un error absurdo, y no sé cómo hacer que mi jefa se sienta orgullosa. Porque... ando perdida. A lo que la otra persona, responde:

- No. No andas perdida. No te has parado a pensarlo. En cuanto has oído que había que hacer algo has dicho: sí, yo, voy... voy, con todo. Tienes que ser consecuente contigo misma.

Recordé la frase de mi jefa. Jo, de verdad, qué vida esta. Me puse roja como un tomate. 

Justo entonces me acordé del Muso. ¡Ah! "¡A él le luce su labor!" protesté al teléfono. "La vida no es justa" "¿Cómo lo hace?"  La otra persona se echó a reír. "Cada uno es de una manera!" 

"Déjame que te ponga otro ejemplo..." digo, y describo una situación de hace meses donde seguro, seguro, que me da la razón. Y para mi sorpresa me responde mi consejera: "Eso son excusas" ¡ah! ¡Pero cómo... me dices lo mismo que mi jefa! Pero entonces ¿qué hago? he preguntado, exponiendo la situación una vez más. La otra persona me contesta algo que me lleva inevitablemente a visualizar un encuentro con el Muso, en un pasillo. Un encuentro en el que él  me dijo: "¿Por qué te cargas siempre con todo?"

H-U-M-I-L-D-A-D.

Los "leos" zodiacales no somos nada humildes. O eso debe de ser. 

No paro de aprender cosas. Tengo una jefa que me reprende sólo para que yo mejore. Tengo unos compañeros que me han cedido las herramientas que necesitaba.
Y tengo un cabreo de tres pares de narices.

jajaja!
Y un Muso.
Alguien me preguntó hace poco si el Muso existe (de hecho, fue David en un comentario del blog). El Muso sí existe. Es una persona real. Surgió de pequeños momentos, uno de los cuáles más relevantes podía describirse así: estando en una sala expuse una idea que, nada más decirla, provocó un pensamiento en mi interior:

"No te va a entender. ¡Si usas esa palabra con ese significado! Es imposible porque los humanos no usan esa palabra ahí, ... la palabra es otra. Yo no te entendería así que cómo te va a entender él..."

De repente él tomó esa palabra y la devolvió en forma de pregunta con el mismo significado y ... Y no creo que pueda explicaros lo que sentí en ese momento. Creo que se llama "sintonía" o lo que tú quieras pero os prometo que fue como levantar la mirada (como si algo levantara la mirada) y lo mirasen por primera vez.

Ay va.

(...)

¿¿??

¿¿??

Se borró de un plumazo la distancia. Mirándolo con la perspectiva de los años... puede que se tratara  solo de un truco de comunicación. Pero para mí fue muy impactante. Sé que pensé "es imposible que te entienda" y ... sin embargo le supo dar el mismo sentido. Aquello borró al intermediario. Lo lógico, lo racional, lo cotidiano, mi pensamiento, la mente "habitual". Se lo saltó de un plumazo. Y desde entonces, la capacidad que tiene, es que yo no sé con quién habla, JAJAJAJ!! os lo prometo, pero la comunicación va más allá de la lectura normal. A menudo, y muchas veces, a lo largo de mi interacción con él durante estos casi 8 años he pensado: "¿pero qué dice este señor?" "¿pero qué hace?" "¿por qué lo hace?" y al final en el fondo despierta una profunda admiración y respeto. Todo esto, en cierto nivel. Me gusta aprender de él, sinceramente. Y es el único capaz de mover ciertas ideas mías.

Lo que no descarta el hecho de que, si en la vida real alguien me pregunta yo me encoja de hombros y responda: "Perdona, no sé de qué me estás hablando". Es más, aunque le respeto, le admiro y sinceramente le considero un profesor maravilloso... eso no quita que no pueda enfadarme, llevarle la contraria y hasta fingir (interiormente) que me da igual. Lo que en los sueños se traduce en "esconderme detrás de las cajas". Total, él ya sabe que estoy ahí, y yo ya sé que él está allí. O aquí. Donde sea....

Y esto es todo lo que tengo que decir al respecto.
(¡...buscaos un Muso jajajajaj...)


2 comentarios:

David Hernando (Davidel) dijo...

Has probado a probar si otras personas también son capaces de verle? O solo puedes tu? Jajaja.
Gracias por la explicación.

Nelly dijo...

jajajaja!! Sí, yo les digo: "¿Tú no ves... que brilla?" Él se ríe... a ver... no es que brille de verdad... es que es como más auténtico. De todos modos es "mi muso". Gala era musa de Dalí. Seguro que si yo me cruzo a Gala por la calle ni me entero pero para él era... brillante. Es lo mismo.

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