Cosas que pasan cuando escribes una novela del espacio...

Ayer abrí la librería para ver con qué me inspiraba.

Y elegí, o más bien supe, que necesitaba los libros de la Dragonlance.
Algo debí hacer bien porque cuando mandé diez páginas más a mi lectora, me escribió: "¡mándame más, mándame más!"
Y pensé: "Vaya".

(CC)

Del cómo me inspiro si queréis hablamos otro día... porque uso libros que me gustan.

Estoy en la fase de primera corrección. Hago dos. La primera es la más laboriosa. Porque en cierto modo la novela cambia. La segunda... es en papel y es distinta. 

Bueno, el caso es que estoy en la primera corrección y de repente me digo: "hum... ¿83 años luz de distancia? Me he pasado..."
Tengo una facilidad para inventar mundos muy curiosa. De hecho, me hace gracia porque cuando releo como me he olvidado de muchas cosas, me río. Entonces decidí abrir Google para hacer una consulta y en el manuscrito escribí: "la estrella estaba a 83 millones de kilómetros..." Me digo a mi misma: "es más que suficiente para que sea una estrella lejana..."

Y en Google me sale un enorme pantallazo con el SOL y pone: 149,6 millones de kilómetros.

¡Toma ya!

¿¿A tanto??

Me sonrío de nuevo. Esta bien, esta bien... "pongamos entonces que la estrella estaba a ochocientos millones de kilómetros... es más que suficiente". Y lo escribí.

Pero algo hizo que me quedara atrapada mirando la foto de Google del Sol. Es curioso que pongas "distancia tierra sol" y te salga una definición tan contundente y una foto de nuestra estrella más cercana. Me quedé mirando para ella. 

"Pues sí que está lejos"

Y de esos momentos en los que... me dio por preguntarme: "Oye.. ¿cuánto hay a Galicia? 600 kilómetros?...¿cuánto mide la Tierra?"

Y a algo dentro de mí le hizo mucha gracia el hecho... (¿estás intentando comprender la distancia al Sol con los viajes más largos que conoces?)

Y me dio la risa. Y me puse a escribir esta entrada. "De la Tierra al Sol, nueve mil trillones de viajes a Galicia" jajajaj!!!

Una vez, a las seis y media de la mañana, conduciendo hacia el trabajo en época estival, doblé una calle y vi algo tan asombroso que pensé que era la luna. De lo grande que era. Resultaba imposible pensar en el Sol. Jamás había visto algo así. 
Resulta que a esa hora, ese día, y por culpa de la bruma... el Sol se podía ver claramente como un gigantesco planeta que ocupaba el horizonte de la calle. De edificio a edificio. Redondo, completo. 
Creo que nunca he visto un sol tan impresionante. 
Y es grande de narices. 
Y está a la distancia justa.

Me pregunto cuántos seres vivos habrá por el universo y a qué distancia estarán de nosotros.

¡Lo cuál es un estado mental estupendo para continuar con una novela de estas características!
¡Feliz jornada!

2 comentarios:

José Cruz dijo...

No sabía yo que te ibas a meter a estas cosas. Hay que ver lo que te gusta experimentar.

Nelly dijo...

Jejejejej!! XD mucho! En narrativa soy valiente....

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