Hablar sin palabras - Lenguaje no verbal. (José Hermida)


Me han dejado este libro y lo he comenzado a leer con un gran interés. 
Pero me ocurre algo curioso.
A una parte de mi cerebro, este libro le encanta. A la parte "Memphis" (*personaje de ficción que los que me seguís conoceréis por mis cuentos. Es la científica). El libro es un manual. Por ejemplo, señala el uso de objetos y movimientos que denotan nuestro estado de ánimo (sostener un bolígrafo en las presentaciones). Es verdad que, cuando estoy nerviosa, trazo círculos en un cuaderno y los garabateo una y otra vez. Eso significa que trato de incidir en un concepto y que mi mente lo entienda.
(es un diálogo sin palabras).
Ahora bien, eso de que el bolígrafo denote nervios... jajajaj! No estoy de acuerdo porque tengo pruebas en contra. Yo sostengo un bolígrafo cuando doy clase, cuando presento en Institutos, cuando escribo ideas y cuando trabajo. Y en las presentaciones con jefes. ¿Por qué? Porque el bolígrafo dice: estoy activa.
Nelly + un bolígrafo en la mano = Nelly trabajando.
Claro que es para no tener nervios pero... no es por los nervios. El bolígrafo es como la batuta de un director de orquesta. Además, no viene mal sostener algo durante las presentaciones, y el bolí sirve para señalar.

Ordena ideas.

Así que podríamos decir que si me ven haciendo círculos en una libreta, malo, estoy nerviosa. Pero que me vean con un bolígrafo viene a significar que estoy en modo "¡¡viva-el-trabajo-on!!".

Por tanto= el libro no siempre acierta.
Esto es científico: si el libro dice: siempre que A = B. Y yo veo que B no significa A en mi caso, sino D, implica que hay que tomar las enseñanzas como "muy probables" pero no inequívocas. 

Luego me ha ocurrido otra cosa. Así como a la parte "Memphis" de mi cerebro, el libro le encanta: (cuadros con esquemas y ejercicios, señales perfectamente detalladas: si alguien hace esto significa lo otro. Tácticas. Un montón de tácticas y de personalidades clasificadas...)... existe otra parte de mi mente... a la que el libro no le gusta en absoluto.

Lo complicado es que coexisten ambas opiniones, dentro de mí, a la vez. Y eso... ufff, eso me hace detenerme a pensar.

Al final, leyendo el capítulo 3 con una gran concentración, he llegado a una conclusión: las cosas que el libro dice son muy útiles (ejemplo: aparece un ejemplo con personaje con mucha gomina, que va a una entrevista de trabajo. Entra en un despacho y el entrevistador le dice: "¿has venido nadando?" El personaje inicial se hunde. Y el libro añade: el otro personaje lo ha hecho con toda la intención, porque sabe perfectamente donde dar para desestabilizarlo y tener el control de la situación). Vale, he tenido ese ejemplo esta semana. Pero con unas botas. Entrar en un ascensor y que te digan (cuando vas especialmente arreglada): "Esas botas... que mal te quedan con ese vestido".
Yo dije: "gracias, siempre puedo hablar contigo de moda".
Al ver que no me inmutaba, el otro personaje se dijo a sí mismo algo "feo". Lo cuál me sorprendió. Y yo tomé buena nota mental del suceso porque el resultado fue totalmente inesperado.

Pero si soy sincera: como me cansa y qué absurdo me parece este juego humano.

¿Qué gano yo -pregunto-, dedicándome a tocarle la moral a los demás? ¿Me lo podéis decir? Si envidio algo, lo digo. Si tengo mal día, lo digo. Y si tengo un día malisísimo...me encierro en una burbuja pero... ¿a qué puñetas viene lo de "fastidiar al prójimo"? No lo comprendo. O mejor, no lo comparto.

Al leer ejemplos en el libro (y vienen un montón de situaciones así) me he dado cuenta de por qué puede serme útil. El Muso siempre habla de la intención de las personas. Y yo me empeño en ponerle mi intención a ellas. Como yo tengo mala intención, nadie la tiene. Y por lo que veo hay hasta manuales de cómo usar tu mala intención con los demás.

Lo voy a estudiar, porque... creo que puede ser útil. Igual que me fue útil el manual de negociación.
Pero.. mi corazón tira más al budismo y a... otro camino. Este libro habla de un mundo "en el que defenderse". En el que identificar a los otros como seres "neutros", "agresivos" y "colaborativos". Habla de identificar contextos a los que tienes que hacer frente.

Y me parece genial. Pero es todo estrategia. "Mundo aquí - Yo allí". ¿Lo entendéis? Es un libro que te "separa" de los demás. Son actores en un juego. Es un manual de estrategas.

Y me gusta. Y creo que necesito leerlo ahora.

Pero el budismo, y lo pongo enfrente porque su camino es muy distinto a este libro,... me habla de otras cosas que me tranquilizan más. Dicho de otra manera, a nivel cognitivo y de conocimiento está genial tener este libro y aprenderme todo. Por otro lado, hay una "cosa" sin palabras (no tiene nombre, no me preguntéis), que me guía en otra dirección. 

Es como que algo separa y ese otro algo, sin embargo, me enseña una verdad diferente... una verdad que une. Así que leo una cosa y todo es armonía y leo otra y la vida es un campo de batalla.

¿Con qué os quedáis?
jajajaja!
Desafío a alguien a que sea capaz de describir cómo es el mundo. 



Por cierto, lo recomiendo como guía para aprender "en el teatro de la vida". Lo recomiendo mucho. Es decir, guía práctica para nadar en el mar. Imaginaos que sois peces. Pero no sabéis que tipo de pez sois (¿un pez espada? ¿un pez payaso? ¿tiburón?), bien pues el libro te da pistas para que te fijes para ver qué pez creen los demás que están viendo. Y como jugar con eso.

¡Está fenomenal! (en ese aspecto)
Saludos!!!

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises