Ya he "pillado" la voz de Eugenides.


Vale, me ha costado dos libros (o libro y medio, más bien) pero ya he pillado la voz de Jeffrey Eugenides. 


Y es ligeramente prepotente.
Por eso es tan genial.
Es incisivo y mordaz.  
A ver, describiendo es maravilloso. Las construcciones narrativas son fantásticas, las frases increíbles, pero veo como convence al lector y como le impacta. No todo, solo le he pillado un par de recursos repetitivos en su estilo. Es magistral. Y aquí viene lo bueno: puede imitarse. 

Naturalmente, no voy a ser tan irónica como él porque... (¿tengo un bloqueo? ¿me da miedo?, ¿sería correcto?) es imposible o mejor dicho, no sería adecuado, no estaría bien... dejar de ser , escribiendo, para plagiar a otro. No sería correcto, claro. 

Ahora bien... se le puede imitar. No es tan difícil. Lo único que hay que ajustar el nivel de "cinismo" en la obra. Porque encima, no sólo denuncia a través del texto sino que la mayor parte del tiempo solo muestra. O sea, que tengo aquí un autor que me mezcla compasión con crítica. Uff!

Y luego está el tema de la trama. Eugenides en "La Trama Nupcial" (qué casualidad, de tramas va la cosa...), tiene unas frases maravillosas. Ahora me he quedado en: "La gente no salva a la gente. La gente se salva a sí misma".

Pero hombre, por favor, ¡¡¡no me sueltes eso cuando tengo la guardia baja!!!
jajajaj!
Te quedas leyendo el libro y piensas tiene razón. Mira que tiene razón. Y ya no hay marcha atrás. ¡pum! te cambia el día. Te cambia el pensamiento. Un tipo escribe un libro en Nueva Yersey a diez mil kilómetros de distancia y alguien lo lee en Madrid y se conectan. Todo se conecta.

Así que me he puesto a pensar: hay que conseguir una buena trama.

La de este libro que me ocupa, "La trama nupcial", es solo una historia de chavales de Universidad (¡ay, como añoro la Uni!) y sus amores y desamores. Pero tiene algo genial y es que cada personaje vive su propia historia y ves como se entremezclan.

Supongamos que quiero escribir de eso. Vale. Necesitaré unos personajes... con gancho, ¿no? Lo único que se me ocurre, sinceramente, es escribir del viajero y del muso. Pero supongo que no podré hacerlo porque me estrangularían jajajajajja

El viajero sería tremendo si lo convierto en personaje... No sé qué hacer. Quiero escribir un libro que transmita una enseñanza. Pero para escribir necesitas experiencias. Y de lo verdaderamente importante se podría hablar pero, ¿cómo? Hay que planificar una trama, crear unos personajes, y disfrazar las cosas. Elegir un escenario (que determinará también a los personajes) y luego supongo que podría volcar lo que veo y lo que en ellos. 

Le daré un par de vueltas este verano. Lo mismo hasta aprendo algo escribiendo y todo. 


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