Los Hemisferios Cerebrales.


Cuando era un bebé, apuntaba maneras para ser zurda.

http://frankicastelan.blogspot.com.es/2015/09/los-hemisferios-cerebrales.html


Me enteré muchos años después, porque en el instituto dimos algo relacionado con los zurdos y los diestros o, simplemente, una profesora comentó que a muchos niños se les alienta a usar la derecha. Y cuando lo dije en casa, me mostraron fotos de bebé y me dijeron: "¿Ves? siempre con la izquierda levantada. Pero los padres a veces animamos a usar la derecha, como todo el mundo". 
Vi la foto y pensé: "ay que ver qué pequeña era... y menudo cabezón ja ja ja!!!". Tengo la foto por ahí, de un rubio casi rojizo, con el pelo liso, el chupete y la izquierda levantada intentado agarrar la cámara del que me sacaba la foto. Una sonrisa espectacular. Se notaba que me lo pasaba bien. Aunque tenía cada berrinche... no fui una niña demasiado fácil de criar. El más ligero cambio del entorno me afectaba sobremanera. Y lloraba muchísimo. Claro que también me reía muchísimo. 

Vale, pero volviendo al tema, yo soy diestra. Por lo menos, desde que recuerdo. 

Y crecí pensando que era lo correcto y que los diestros, se manejan con el lado izquierdo del cerebro, que es "el bueno". Porque el izquierdo era la creatividad y todo eso... ¿no? 

Sí que noté de un tiempo a esta parte, y por una cosa que me comentó el muso el otro día (hace tiempo) que ocurre algo raro con eso de las manos.

Me explico, porque el lenguaje corporal inconsciente a veces no lo notamos. Veréis, suelo caminar con la mano izquierda metida en el bolsillo, salvo cuando tengo prisa o un objetivo claro. Me he dado cuenta y me hace gracia que cuando uso la izquierda al caminar (me refiero a "bracear"), lo hago para adelantar acontecimientos (ejemplo: mantener una distancia prudencial con una valla que voy a encontrarme al dar la vuelta a una esquina, o separarme de alguien con quien sé que me voy a encontrar al girar). Apartarme de personas con las que me cruzo, pero como si fuera un juego. Esto va a sonar muy raro pero es, por así decirlo, como un brazo guía. Hace tiempo volvía de la Universidad dando larguísimos paseos en los que me divertía jugando a esquivar al resto de ciudadanos porque Madrid, en hora punta, se las trae...

Semanas atrás el muso me dijo un ejercicio sencillo que tiene que ver con las manos. Usé la izquierda para hacer el ejercicio sobre la derecha. Pero como no recuerdo si me dijo que tenía que apretar la mano derecha o no, no damos este ejemplo por bueno. Sí damos el siguiente: tiempo después hablando con alguien de pronto me di cuenta de que estaba inconscientemente apretando un dedo de mi mano derecha con mi mano izquierda. Ahí sí que aluciné. ¿¿Leche, qué estoy haciendo??. 

Empecé a pensar que a lo mejor la izquierda tenía vida propia. En serio. Y me fijé en que efectivamente la uso cuando camino en modo juego, y es la primera que miro si -como ayer-, el muso me dice: "mira tu mano". ¿Y cuál miro? La izquierda. Siempre la izquierda. La derecha la uso para llevar bártulos. Y cuando estoy atenta a algo (una lección intelectual) muevo el bolígrafo en mi mano derecha. Eso es que estoy intentando entender algo intelectualmente. 

Con estas premisas, y sin darle mayor importancia (pensamos miles de cosas al día), hoy me siento a leer tranquilamente mi libro de En Defensa de la Felicidad. Los últimos capítulos hablan mucho de ciencia, de hecho, me he reído muchísimo porque sale una escena de una reunión de Naciones Unidas y habla del delegado de Bután y describe que dijo que su nación tenía Felicidad Interior Bruta y se rieron de él. Casi al instante me he imaginado al niño mensajero de mis cuentos, diciendo "Ay va, uno de los míos". Y me ha hecho gracia. Entre otras cosas, porque era una escena muy "Nelly", muy de cuento, pero que tuvo lugar en un sitio donde están las naciones más poderosas del mundo. Y el autor dice: "es que si al delegado de Bután le explicas que la gente se suicida porque baja el Dow Jones... alucina" ja ja ja ja! ¡Bueno ya, es que visto así! 

Total, reflexionaba yo sobre esto cuando el libro pasa a comentar cómo funciona el cerebro con la felicidad y todo eso. Y habla de emociones. Cuenta que la amígdala controla nuestras emociones y como encontrar la  causa-efecto de la felicidad es lo que yo busco en este libro, ¡lo leí entusiasmada! Ya sabía lo de la amígdala. Comenta casos científicos de asesinos en serie y personas con la amígdala dañada. Pero mientras leía y tomaba té, pensé: "sigue faltando algo". Me refiero, antes pensaría que todo es físico, vale. Pero pensar que todo depende de la amígdala cerebral es como ver caer una manzana y decir: ¡ya lo sé todo! No. No, yo sé que existe la gravedad, pero no por qué funciona. Es decir, vale, si me doy un golpe en el cerebro mi carácter va a cambiar pero eso no explica, por ejemplo, ¿por qué me doy el golpe y otra persona no? ¿me entendéis? No sé, es que es una mezcla un poco rara de ciencia y religión lo que busco. ¿Somos sólo nuestro cerebro? ¿Nuestra identidad dónde está? 

Total, que sigo leyendo y de repente se pone a hablar de los diestros y los zurdos y de los hemisferios cerebrales. Y que los niños que usan más el izquierdo son más felices y más lanzados, y que la gente que usa más el derecho es más depresiva. Eso me sorprendió un montón. Y aquí viene el descubrimiento. Pensaba antes que el hemisferio izquierdo era el creativo (y controla la mano derecha). Y resulta que es al revés. Es decir, el hemisferio izquierdo -que controla la derecha-, es el analítico. El que separa, el científico. ¡Sería Memphis, vamos! (mi personaje de cuento). Todo lo mete en cajas, todo lo separa, todo lo categoriza. Es ordenado, metódico (¡me encanta!). Me puse a pensar y eso  explica por qué muevo el bolí en la mano derecha cuando estoy atendiendo a una lección! Emocionada con que encajaran las pruebas físicas con la teoría, seguí leyendo.

Por otro lado, sigue diciendo el autor, el hemisferio derecho (que yo pensaba más aburrido) ¡Es el que mueve la mano izquierda y es el artístico! Es el de la intuición. El que dibuja... 
Me puse a pensar. A veces miro un dibujo y lo reproduzco en un trozo de papel o una pizarra pero lo curioso del asunto es que lo reproduzco sin mirar. De hecho, como lo mire o me ponga nerviosa, no me queda bien. Dibujo así desde adolescente. Me ponía música, miraba un comic (siempre situado a mi izquierda), usaba la mano derecha para levantar un bolígrafo y lo pasaba por el papel sin mirar, simplemente, recorriendo el lugar que me parecía adecuado. El resultado es bastante espectacular. Y por extraño que suene esto, para mí resulta muy placentera esta actividad. Es una sensación de  "dejarse llevar" muy extraña. Y lo fantástico es que el resultado queda bien. (Alguna vez he puesto algún ejemplo en el blog). 

O sea, que eso lo lleva la parte derecha del cerebro. 

Estoy emocionada con este libro. Dice el autor que el equilibrio de ambas partes es lo que hace que tengamos una personalidad compensada y "¿feliz?". Bueno, en eso de la felicidad estamos. Pero, ¿¿no es increíble?? ¡Somos dos personas en una! 
Qué bien me lo paso investigando estas cosas. Os reto a que os fijéis en vosotros mismos. ¿Eres diestro? ¿Eres zurdo? ¿cuándo usas la mano derecha, cuándo la izquierda?


¡Qué increíble mecanismo, el cerebro! 

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