"Extraños en un tren" - Hitchkock


Voy a destripar un poco el argumento (más bien todo) así que si no la habéis visto os diré que para mí tiene una valoración de 7,5 sobre diez (lo cuál es decir más poco) así que podríamos añadir además: la película está bien, comprendo porque todo el mundo tiene en alta estima este director. 

Y ahora vamos al tema, que esta crítica tan aséptica no va conmigo.

(prixabay) Creative Commos Imagen

Extraños en un Tren. 

Escuché el título de esta película en una serie (Mentes Criminales) que solía seguir pero que ya no, primero porque he visto muchos de los capítulos que repiten una y otra vez y, segundo y fundamental, porque un buen día dejó de gustarme. Se recreaban demasiado en el victimismo y la locura. Sin saber por qué, un día me dije: "¿Por qué me estoy tragando esto? ¿Qué necesidad tengo de ver semejantes dramas?" (todo eran gritos y descuartizamientos).
Entonces la dejé de seguir. Así, de repente. Sin más.
Sin embargo, me siguen gustando los personajes (y a veces veo algo suelto de ellos). Concretamente dos son mis favoritos: Jennifer o J.J. (chica fuerte, lista y femenina. Enlace de comunicaciones del grupo de análisis de conducta, luego pasa a agente especial. Siempre fue mi favorita, y cambia muchísimo en la serie. Al principio es dulce y luego un agente de campo más) y luego me gusta el genio. El profesor Spencer (chico débil, alto, desgarbado y super inteligente). Ambos personajes me encantan. En cuanto a mis menos favoritos son el líder del grupo (es que no sonríe nunca), y Derek (el fuerte). Eso dos me imponen demasiado, si bien por personas que conozco en la vida real... sé que no me llevaría con el prototipo "Derek". Es curioso, pero en la pantalla no me gusta y sin embargo cuando tengo alrededor alguien "así" ... la relación es similar a la que él tiene con García (la informática friki).
Sí me gusta el escritor. Ese personaje, si existiera, sería un mentor para mí. En la serie no es que me llame mucho la atención, pero la serie intenta estereotipar personas, de algún modo, y más o menos vas viendo qué tipo es cada una. Por eso tengo favoritos y menos favoritos.

En un capítulo, hace tiempo, ocurre este diálogo: "¿Y si intercambiaron sus venganzas?" (Prentiss), y el genio levanta la cabeza y contesta: "¿Cómo en Extraños en un tren?".

¿Ein?

De aquel breve trozo de escena yo deduje varias cosas. 1) "Extraños en un tren" debe de ser un clásico. 2) "Extraños en un tren" trata sobre dos asesinos que se intercambian la venganza en un vagón de tren y el posterior desarrollo de la trama policial para atraparlos. 3) "(Hum..). (¿Qué tal estará?)"

Tiempo después un amigo mío compró varias películas y (¿adivináis?) una de ellas era "Extraños en un Tren".

- ¡Ah! -dije mirándola con ojos golosos-, pues tengo ganas de verla.
- Toma.

je je je.
^_^

Así que cuando tuve tiempo (en el momento adecuado) puse la pelí. Y como el DVD se ha roto (a saber qué puñetas le pasa) pues la tuve que poner en el portátil. Que no esté que no esté roto ja ja ja! pero vale para ver pelís.
Tengo un portátil condenado a estar siempre pegado a la corriente, pero eso ya os lo contaré... a fin de cuentas así trabajo mejor en las novelas.
Bueno, en fin. Puse la película y tenía la mente ocupada en otras cosas. Uno de mis pensamientos (que se impuso sobre los demás para poner orden) fue: "Métete en la película que está bien, presta atención que lo mismo aprendes algo".
Traduzco el pensamiento a palabras porque... son más sensaciones que palabras en sí, pero mira, cuando mi mente me lleva en un sentido, a veces me gusta llevarle la contraria. Muy bien, presto atención.

"Zapatos".

Comienza la pelí con zapatos (ojo, destripo a partir de ahora). ¿¿Zapatos de uno y de otro?? ¿¿Qué es esto, un cuento??

"Te está contando una historia"

Ajá (pensé) ¿¿en plan cuento?? Porque para cuentos ya tengo yo los míos...

"es el lenguaje del director".

Vale. Aceptamos "zapatos" como comienzo de trama. Los zapatos de unos y de otros se tropiezan en el vagón (por decirlo así). Entonces ves dos cosas: uno de los viajeros importuna al otro. No son dos asesinos que se encuentren en un tren. Es un jugador de tenis que se quiere divorciar para casarse con la hija de un senador, y un loco perturbado, que al principio pensamos solo que es un "tío pelma", pero que está fatal.
El tío pelma le propone al jugador intercambiar asesinatos.
Piensas: "ah, vale, mira, ahora hace un trato". Pero no. El jugador contesta lo que contestaría alguien sano: "oye, de verdad, déjame tranquilo".
Lo que ocurre es que el tío pelmazo piensa en serio que está de acuerdo con él. (¡ay va! psicología de personajes, qué interesante), y entonces comete un crimen. Asesina a la mujer del jugador de tenis. Y luego, le exige al jugador que cumpla su venganza.
El jugador se niega. Pero el otro se pone tan pesado que una noche va a su casa con la pistola que le ha dado, para matar al padre, que era lo que le exigía. Aquí hay algo que me hizo gracia. En una escena anterior salía la casa del personaje perturbado, y vi un perro. Más que nada porque me puse a cotillear los decorados tras la escena principal. Y pensé: "ah, mira, ¿tienen un Dogo? jajajaj, le han puesto un dogo como si fuera un signo de distinción o algo...".
Ya.
Cuando el jugador de tenis entra en la casa de pronto aparece el perro en las escaleras. Me hicieron gracia dos cosas, una) donde yo vi el dogo estaba más que disimulado. Así que o el director tenía mucha confianza en su público, o le daba exactamente igual, o bien el perro sale mucho más y no he sido consciente de ello. Dos) desde luego lo vi pero no caí en la cuenta de la amenaza que suponía.

(jajajajajaj!!!!) esto me hizo reír.
Vale, sí, un punto para Hitchcock. Y aunque el Dogo fuera de escayola en algunas escenas mientras asciende la escalera... hay que reconocer que está muy bien montado. Me hizo gracia, en serio.
Pensé: Mira, la imprevisibilidad.
Eso me gustó.
Vale, el personaje sube la escalera, el Dogo, ¿le morderá o no le morderá?. No le muerde. Muy bueno, casi de novela. Es una tontería pero ya veis... inesperado. Y eso que sale en la trama.
Bien, entonces piensas: "así que al final comete el crimen, entonces la policía los detiene y..."
Y no. Resulta que el jugador va a avisar al padre de que su hijo está loco.
Segundo giro de la trama.

Pero el hijo perturbado se ha metido en la cama del padre, ahora tiene la pistola y los dos bajan la escalera. (Nuevo giro de la trama, otra vez). Y aquí, sí, punto dos para Hitchcock, porque yo pensé: "¿¿qué haces?? ¡¡Baja más rápido la escalera!! ¡¡¡Pero será posible!!! ¡Voy a soñar con esta escena si se queda ahí parado! ¡¡¡¡¡que te va a disparar!!!"

Ya está -me dije-, lo mata. Lo mata bien muerto en la escalera y entonces la policía va y lo atrapa.

A estas alturas del film, imaginar finales cada dos por tres y que ninguno se cumpla (teniendo en cuenta que me siento en la butaca del cine y le digo a mis amigos: ¡vaya, a que ya sé dónde esta la foto que busca Walter Mity??? jajajaj!! y me miran con cara de: tía!!!) Ains. Lo de los Increíbles sí que fue divertido: "Acaba de decir que las capas son contraproducentes" le dije a una amiga. Ajá, contestó. "Y el malo tiene capa, ¿te has fijado? ya sé cómo va a morir". Al salir del cine mi amiga me miraba como si fuera Sherlock Holmes, jajajajajaj!
Y lo mismo con El Bosque. Me gusta mucho ese director de apellido tan hermoso pero... es una copia de un libro de Barco de Vapor. Antes de salir hacia la ciudad le dije a mi amiga: "No están en el tiempo que ellos creen que están". Luego escribí una carta a Cinemanía y me regalaron un libro. De ese mismo director, alguien me dijo: "En el Sexto Sentido te lo cuentan todo al principio". Vale (ojo, destripo!!): suma dos y dos: el niño ve muertos + escena que te cuenta todo al principio... le dije a mi interlocutor: "el doctor está muerto, ¿verdad?" y ahí sí, me enfadé. Me enfadé porque vi El Sexto Sentido sabiendo!!!! de que iba el Sexto Sentido. No es justo.

Pero como veis con esta película no me ha pasado. Y sí que me he acordado mucho de dos pelís distintas.

Bueno, os cuento ya el final. El malo no lo mata en la escalera. Le dice que tiene pensado algo peor. Ese "algo peor" es poner pruebas incriminatorias que acusen al viudo en la escena del asesinato. Entonces comienza una carrera por llegar hasta el lugar en cuestión. En mitad del viaje del malo, ocurre una cosa que lo retrasa (azar) pero está narrado tan magníficamente que no queda forzado. Ya sabéis, hoy en día cuando el bueno se queda sin munición, los malos se quedan sin puntería. Bien, pues esto no es así. Esto es un hecho tan natural que piensas jajajaj cómo la vida misma, jajajjaja, cuando te pasa algo y dices: ¡¡¡¿cómo puede ser?!!! algo que parece a posta.
Mientras el "bueno" juega al tenis porque tiene torneo. La parte del tenis me aburrió un poco, pese a que de nuevo, el resultado es incierto (gana él fácilmente y en el último instante el adversario recupera y el partido se eterniza. Mientras, el malo saca ventaja).

Vale, y aquí sí, vamos a lo brillante.
Llegan al parque de atracciones. El malo, el bueno y la policía. Okey. De pronto un policía dispara a los dos personajes principales, a la fuga, y sin querer (como no), mata al que dirige el tiovivo. Eso de disparar a un desarmado en fuga sería impensable pero vale, okey, dispara y mata a un civil. El civil se desploma sobre el tiovivo. El tiovivo se acelera.
El tiovivo se convierte en una máquina de matar.
"Espera" -pienso para mi misma, incorporándome en el sofá-, "espera, ¿está usando un tiovivo como escena JAJAJAJAJAJ!!!!¿¿¿esta usando un tiovivo como arma homicida???????!"

JAJAJAJAJA! ataque de risa en el sofá.¡¡¡Pero qué bueno!!! Es como si yo escribo y mato a un personaje con algodón de azucar. ¿Os imagináis? ¡Es grandioso! Claro, ves el tiovivo acelerado. Los terribles caballitos con sus sonrisas dulces a punto de machacar con su patitas de colores a los personajes JAJAJAJAJAJ! cómo se puede ser tan cínico, jajajajaja!!!
Me encantó.
Entender aquí cinismo como "rechazo de los convencionalismos sociales", por favor. Era totalmente anti-convencional. Un tio-vivo como escena final de lucha y muerte. Amos.

Entonces llega un viejo feriante, (yo me partía de risa) y dice: "ya lo paro yo".
Se mete bajo el tiovivo. Piensas: "ay ay ay, que se me mata".
Fantástico. No se me habría ocurrido nunca hacer algo tan original.
Y bueno, lo detiene y demás pero eso no importa.
El gag que cierra la película tampoco. Eso también es un recurso que conozco.

Vamos a lo que no conozco: usar un lugar aparentemente inocente como si fuera terrible y peligroso.

Y luego hay una parte en la que una mujer grita: "mi hijooo, mi hijoooo" porque está en el tiovivo y ponen una escena del hijo y el hijo se está partiendo de risa y pasándoselo bomba con el tiovivo a doscientos por hora, jajajajaj!
 Ains. Qué cosas.

Por otro lado debo decir que me recordó a otras dos películas, esta. En primer lugar a Woody Allen. La primera vez que fui al cine a ver una película de este director fue Match Point. Y curiosamente, en casa me gusta, pero aquel día del cine salí con tal cabreo que le habría podido pedir el dinero de vuelta a la taquillera. No me gustó nada (en el cine, en casa sí). No me lo esperaba y me enfadé mucho. En parte los giros de argumento me han recordado un poco (la incertidumbre) a Hitchkock. Seguro que los directores saben mucho unos de otros y se inspiran. 

Y en segundo lugar, lo del tio-vivo me ha recordado a una escena de Shiyamalan. En el Sexto Sentido hay una escena (para mí, lo mejor de la película) en la que sale el cuarto del niño y con una cámara de esas que se mueve ves la pared, donde tiene colgados dibujos de arco-iris y gente feliz, y luego sale el niño totalmente aterrorizado. Eso, unido a lo de: "ahora pinto arco iris. Gente riendo. Nadie hace juntas por pintar un arco iris". Eso me pareció demoledor. O sea, el crío con lo mal que lo pasa y esa escena (jajaja, pero será!!! ¿cómo puede ser tan...!!!?) esa escena del director con los dibujos de la gente feliz, con ese color gris y pesado, junto a un niño aterrado a mí me llegó al alma. Sobre todo porque fue sutil. No dice nada. De hecho, ni te das cuenta. Me pareció un buen guiño al espectador. De hecho, me pareció... no sé, llámalo humor negro, llámalo "ganas de tocar la moral", son de esas cosas que por dentro es como si te dieran un pellizco en el alma. Te hacen reaccionar. Y todo sin una sola palabra.

¡En fin! Tras este rollazo es hora de tomarse un café.
¡Hasta la próxima!


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