Reflexiones de una escritora en primavera...



Tiempo de volver a escribir, de disfrutar de esas tormentas que te sorprenden en plena calle y que hacen que el cielo brille de un color azul eléctrico impresionante cuando, a los diez minutos, sale el sol... 

Es la época más maravillosa del año. Sobre todo ahora, antes de que comiencen las alergias. 

Tengo varias noticias literarias. La primera es que he participado en un Certamen anónimo y he recibido bastantes buenas críticas al relato que he presentado. Curiosamente, lo escribí un día que estaba en casa y tenía dos opciones: "o me deprimo..., o escribo". Curiosamente... increíble y curiosamente... asombrosa e inexplicablemente... el relato viene a ser lo que otros me dijeron (durante años, como consejo) y ha gustado mucho. Es decir, ¡¡¡yo no estoy de acuerdo con ese relato!!! pero por algún motivo incomprensible...en vez de deprimirme lo escribí. 
Dicho de otra manera: es como si estás deprimido y resulta que pintas un cuadro y te sale un jardín maravilloso. ¿Tiene sentido? No, ¿¿verdad?? es más... si no me equivoco, ja ja ja! si no me equivoco es posible que pusiera algo por algún lado tipo: ¿¿¿un cuento sobre el apego??? 
Creo que hice una especie de relato después, un "cuento del niño mensajero", simplemente para quejarme contra mi imaginación. No es justo. De verdad que no.

Y resulta que el cuento hace reír. Es general, fallos o no fallos, las críticas dicen "me pasé la lectura con una sonrisa en los labios", "enhorabuena, qué cuento tan divertido...". O sea, una parte de mí está deprimida, la otra se dedica a escribir cuentos, que intentan aleccionar a la primera parte para que no esté deprimida... 

Debería hacérmelo mirar. 

Viene a ser como la vez aquella que soñé con una canción que cantaba un músico callejero en el andén de una estación y yo al bajar del tren, pensé: "¡¡uy, qué bien, siempre he querido saber la letra de esa canción!!" y me acerqué y el cantante la cantó entera, y entonces me desperté y me dije a mi misma: "tócate los pies, ¿¿he soñado con una letra que no conozco??  ¡¡No fastidies!!" Lógicamente abrí internet, puse la canción y ¿adivináis? jajajaja! ¡Era correcta!

Ese tipo de cosas son raras. Y absurdas. Si sabes algo dormida deberías saberlo despierta. Pues del mismo modo, estar enfadada con el mundo, pensar "las cosas deberían ser de esta manera", "yo debería tener esto y lo otro" y empezar un cuento con un protagonista poco usual que, efectivamente, se siente como yo... pero que la cosa acaba con una comprensión maravillosa del Universo y con ... en fin, no sé ni con qué acaba. Con un " la vida es maravillosa, cálmate". Supongo que el mensaje era ese. Y que encima la gente se ría.

Ains. Qué raros somos los escritores. 
Si no fuera porque sé que Stephen King tiene que estar bastante más loco que yo.. jajajaja!!! me preocuparía. Lo digo en serio, ese hombre tiene personajes que atraviesan puertas en playas, viajan en el tiempo, y además se mete él mismo en algunos relatos. Y sin embargo está cuerdo, se casó y tiene hijos (según él mismo cuenta en sus prólogos). Por cierto, si leéis la última frase de una saga de 7 tomos, ja ja ja ja ja, es imposible que no os caiga bien. Es un final circular a lo bestia. (sí, no leí la saga entera, pero por supuesto cuando salió el último tomo me senté en el suelo de la librería para saber cómo finalizaba más de cinco mil páginas de historia). Es casi tan bueno con el final de Tuareg. Ese que el autor me contó que hizo que uno de los lectores lanzara el libro por una ventana, ja ja ja! 

En cuanto a la segunda noticia literaria es que estoy hablando con el que me llevaba la publicidad en Espasa del primer libro, porque estoy intentando organizar una campaña en institutos (ya que está en varios como lectura de primero de la ESO, y he pensado, ¿por qué no? vamos a mover un poco este asunto), y me dijo que le llamara la semana que viene (a decir verdad, acabo de leer el mail completo ahora, menos mal que no era esta semana).

Estos son mis pequeñuelos hasta la fecha:




El de Hidra lo veis doble porque salió en catalán también. Por cierto, espero poder anunciar que ha salido el siguiente (de Hidra, jajajja, sale el muso jajajajajaj! bueno... el muso eligió el nombre de un personaje) en breve... Aunque a lo mejor se retrasa unos meses. 

Si hubiera podido se lo habría dedicado pero estos no llevan dedicatoria delante, creo. 
El de Tragamanzanas es una monada. Tapa dura y con unas ilustraciones preciosas para niños. Y el recopilatorio de relatos es más antiguo, no es mío, sino de un concurso que resulté finalista o algo así. No sé qué obra presenté. A lo mejor un cuento que tengo colgado en esta página, hace mucho tiempo de eso...

En fin, ahora estoy escribiendo otro certamen porque debido a mi fantástico lío sentimental soy incapaz de hilar más de tres párrafos seguidos de una novela de adultos. Por fortuna, tenemos la ciencia ficción. O la ficción en sí, que permite disfrazar tus sentimientos mucho mejor que en la novela de adultos porque con los adultos tengo un problema... los juzgo. A nada de empezar con los personajes llega el "¿de verdad haría esto?... ¿qué haría yo?" y allá va el personaje. 

Entre lo que me gustaría que fuera, lo que es, que de algún modo también percibo. Lo que me digo a mi misma que tiene que ser, JAJAJAJA! .... en fin. Un jaleo. Eso me pasa con la novela de adultos. El juvenil es más fácil. Malos, buenos, todo está bien definido. Pero escribir sólo juvenil es "etiquetarse" y cerrarse puertas. Ante este panorama luego queda, por fortuna, la ficción, o el "yo me siento mal y estoy depre porque pienso una cosa..." y la vuelco en un texto disfrazada y resulta que acabo escribiendo un cuento que hace reír a la gente. 

No lo entiendo. Realmente deberían estar tristes y deprimidos como yo, jajajaja! ...

Pero vamos, la ventaja de la narrativa de ficción es esa, que te puedes esconder. No hay nada peor para el escritor que dejarse ver, a no ser que sea esa su intención para lo cuál suele construir un personaje. Uno hecho a posta para la novela (Leed Estupor y Temblores, de Amelie Nothomb y ahí veis un personaje medio autobiográfico exagerado para la obra. El narrador en primera persona, lo normal es empezar en tercera porque es más fácil. El que narra en primera, algo sabe). En caso contrario, como estés escribiendo y rompas esa ilusión de realidad siendo incoherente...mostrando una fisura en el narrador, en el estilo... entonces eres un novato. A veces a la gente deja de gustarle el libro y no sabe por qué. 

En cuanto a resultados inesperados de textos, me pasó igual con el cuento de "Qué mala es la envidia" que escribí para uno de mis primeros talleres en Ciervo Blanco. Al terminar sonó una estruendosa carcajada y yo me asombré del resultado. Pero... ¡pero si no quiero hacer reír! ¡Fijaos, es un drama! y la respuesta fue: "Qué cuento tan chulo, qué divertido..."

Lo que yo os digo, mi subcosciente me pone la zancadilla todo el rato.
El día que descubra dónde para...

Saludos!!!

2 comentarios:

Lady Ovejita dijo...

Hola, Nelly. Me alegro de que estés con la vena escritora en marcha. Y no lo dudes, entre deprimirse y escribir, siempre es mejor la segunda opción.
Un besazo.

Nelly dijo...

jajaja! sí! ^_^ Gracias!!! Muchos besos.

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