Un libro de Einstein.

Hoy me topé por casualidad con un libro. Se trata de un ejemplar que sirve de lanzamiento de una colección de ciencia, de National Geographic. No suelo seguir este tipo de colecciones temáticas porque me encuentro con que me interesan dos o tres títulos y el resto no. Da igual si es una colección de misterio, de grandes autores o, como el caso que nos ocupa, de ciencia.

Pero hay que reconocer que estos primeros lanzamientos son ediciones estupendas en tapa dura de clásicos muy buenos, ¡por tan solo 1 €! o 2 €, como este caso.

Así conseguí Un Mundo Feliz en una edición preciosa y por un precio irrisorio. De verdad, merece la pena estar atentos a estas cosas. 




Del mismo modo, la colección de National Geographic va ya por su tercer o cuarto número, pero no me preocupa en absoluto. Porque lo que realmente me interesa es saber cómo pudo llegar a figurarse Einstein, en su época, una teoría que dice que si me monto en un tren que viaja más deprisa que un referente externo, el tiempo va más despacio para mí. Por no hablar del hecho de que fuera del tren y dentro del tren pasan el mismo número de años, sólo que al comparar ambos sistemas, para un viajero parado en la estación han transcurrido noventa años y para otro que vaya dentro del vagón sólo ochenta y nueve. 

La figura de Einstein me llama bastante la atención. Si bien soy una completa ignorante de su vida. Y tiene gracia, porque nací el 6 de agosto, y una de las cosas que me decían de niña era: ¿sabes que ese día se lanzó una bomba atómica? Así que crecí pensando que Einstein había hecho algo muy malo. Motivo por el cuál lo miraba con recelo cuando aparecía en alguno de mis libros de historia.

Una vez, sin embargo, soñé con él y me dijo algo... algo que tenía que ver con no perder la capacidad de asombrarse... ¿¿¿ein??? Si... yo tampoco lo entendí. Estaba escrito en un mural con una fotografía del cosmos. Bueno, más bien, el sueño transcurría en un observatorio. Luego me enteré de que Einstein tenía frases interesantes y ya me picó un poco la curiosidad por su persona. 

La capacidad de asombrarse... significa... ¿que no des nada por sentado? 

Bueno, da igual. Fue a raíz de ese sueño cuando me pregunté por él y entonces descubrí la teoría de los trenes. Y pensé: "Esta loco". JA JA JA JA.... totalmente loco. No digo nada ya de los dichosos agujeros negros que atraen ¿la luz? ... o algo de que el Universo se pliega sobre sí mismo... me pierdo. Con semejante galimatías, me pierdo.

¿Y qué tiene eso que ver con la bomba atómica?

Total, que me llama la atención. Así que al ver el libro que ya tiempo atrás había visto anunciado pensé: "anda, Einsten por 2 €..." Y en tapa dura. Y lo compré.

Así que ahora además de "pelearme" con las teorías budistas que dicen que todos somos parte de una misma mente. (A ver quién es capaz de explicarme eso), me voy a pelear con Einstein... sólo que primero debo descubrir qué fue lo que dijo. 

Cuando lo sepa, os cuento.
Salu2!!!!

Y una canción para este momento que no se me va de la cabeza:



Por algún motivo extraño para escribir de Einstein me inspira Joe Hisaishi al piano. Si le veis tocar... es un genio. Ése sí que es un genio... y tiene una cara tan amable mientras toca el piano. Debe de ser maravilloso estar en un concierto suyo... 

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