Hace poco empecè un nuevo libro de budismo llamado "Vivir bellamente". Lo que resulta un adverbio poco usual para designar formas de vida... en fin, el caso es que lo encontré por casualidad el mismo dìa que compré el mejor libro de esta temática que he leìdo hasta la fecha... Uno que habla de la mente y cuyo nombre, dicho sea de paso, parece que hoy se me escapa de ella... No consigo recordar el tìtulo.

Al poco de empezar el que se ve arriba, lo dejé, porque comienza diciendo: todo es proceso y todo es cambio, por más que busquemos un lugar seguro... Me dio "repelùs" semejante afirmaciòn y dejé de leerlo. Pero no lo aparté demasiado de mì. Porque sé que tiene razòn. Entonces pasò una cosa ajena del todo a mis planes que le dio aùn más la razòn al libro. Y lo abrì de madrugada para ojearlo al azar...
Una página decìa algo sobre unas semillas en nuestra mente que hace que cuando se den las condiciones adecuadas, ciertas propensiones mentales florezcan. Pensé "¿de qué habla?", "como no sea que me diga que determinadas cosas surgen si el entorno lo favorece..." Traté de buscar explicaciòn a un suceso terrible a la luz de aquellas palabras. Algo malo y habitual del mundo.
Pues no lo entiendo, pensé. Entonces mis ojos se fijaron en otra frase (que no recuerdo exacta) pero viene a decir: la causa del sufrimiento que sentimos no es el argumento de nuesta historia, no deberìamos fijarnos en eso, en el contenido de la trama, sino en el proyector.
¿¿¿Quééé??? ...espera, ¿Queé? Jajajaj
¡Pero qué dice!
Con lo visual que soy y la analogìa a las tramas, las historias, los contenidos y el cine.... Me quedò de lo más claro. Si bien es cierto que leì la frase 3 veces...
Y lo siguiente que ocurriò es que me desperté y me di cuenta de que me habìa quedado dormida encima del libro y del teléfono mòvil.
Por eso ahora lo llevo conmigo. Es un libro mágico.
Sè que ayuda a dormir profundamente y creo que tiene ideas originales.