Hace ocho o nueve años, intentando impresionar a un Jefe de Departamento, presenté en una reunión con la directiva una campaña publicitaria que había ideado y diseñado (para radio, era algo muy sencillo). Estaba muy, muy, muy, MUY, orgullosa de mi labor y al darme la vuelta para salir del despacho, pensando lo "estupendísima" que era... ¡poing!... Me di contra el marco de la puerta.

Me puse roja, no, lo siguiente.

Lo peor fue que luego ese jefe tan increíblemente majo vino a mi Departamento. Teníamos la misma edad o puede que fuera un poco mayor, y claro, era guapo y todo eso. Cuando le vi aparecer no solo me puse roja sino que me habría encantado esconderme debajo de la mesa. De verdad. No bromeo. Se acercó y me dijo con una sonrisa:

- ¿Cómo estás?

Mis compañeras, claro, se morían de risa. Para empezar, estaba bien y en segundo lugar, ¡¡estaba bien!! (fuera-fuera-largo!!!) jajajja...

Momento 2.

En ese mismo trabajo estaba terminando de organizar las labores del día y mientras colocaba las últimas cosas y me preparaba para irme alguien me vino a preguntar algo.

- Claro, claro, sin problema... esto y aquello -le contesté yo-, por supuesto, sí y luego hacemos esto otro... y organizamos no se qué...

Mientras decía todo esto levanté una jarra con el agua que había sobrado del té.

Me acerqué a una planta que crecía lozana en mitad de la oficina. Ni corta ni perezosa (es más, sintiéndome la mar de altruista) vertí el contenido de la jarra en la planta mientras contestaba muy profesional a mi interlocutor...

Entonces de fondo se oyó la voz de una de mis amigas:

..... "No, Nelly, no" -gritaba-... QUE ES DE PLÁSTICO.

??

???

(((ay va.... XD )))

Efectivamente, acababa de regar toda feliz una imitación de planta que crecía en el despacho. A día de hoy, no sé cómo pude no notar la diferencia. 

Momento 3.

Imaginaros que llegáis a vuestro Departamento y ni cortos ni perezosos (imaginaros antes que existe un Muso o Musa que os inspira) ... como decía, ni cortos ni perezosos le soltáis a un compañero de trabajo: "He soñado que tenías una moto" (por escrito, claro), "pero no una moto cualquiera, si no este tipo de moto, que solo se compran los auténticos viajeros"

Porque claro, brillas. 

Para toda persona -ajena a este blog y ajena a conocerme-, la comunicación no es que sea absurda, es que raya lo ridículo. Pues bien, cuando preguntaba "oye, ¿estas ahí?" la respuesta ha sido: "Eeh... no soy menganito, es que estoy sentado en su puesto"

"Oh-no"

Tierra trágame.

(¡OH, CIELOS!)

Estoy de lo más avergonzada.

Lo único lógico que se me ocurre es no volver a cometer la estupidez de tratar nigún tema que no tenga que ver con el trabajo. Ahora tengo un puesto de responsabilidad y debería saber que muchas veces (porque me hago cargo) hay que suplir a otros responsables. Y si eso pasa.. las comunicaciones se cruzan.

Esa una mera anécdota pero si pensamos en ello un instante... imaginaros que suplo a un jefe y de pronto me llega una notificación tan ridícula, como la que yo he mandado hoy.

Ufff, nunca más.

Por otro lado... son conversaciones tan valiosas para mí. 

Tengo un dilema. Y llevo dos horas pensándolo.

Quizá podría optar por un camino intermedio. Algo así como conversar y tal pero sin soltarle lo primero que me viene a la cabeza. 

Bueno, qué tal si no lo pienso y centro mi atención en ser eficiente y muy productiva.

^_^

Salu2!!

Nell. 

(perdida en la reflexión)