Sueños que son historias...

Mira que he tenido sueños raros, pero este se lleva la palma.

Estaba en una escena de una serie. Concretamente, de El Mentalista. Serie que dejé de ver porque me pareció en cierta temporada que se volvía absurda. Pues bien, estaba "flotando" (porque no sé decirlo de otra manera) o más bien, si queréis, era transparente y pululaba por encima de los actores y todo. Pero además, es que discutía conmigo misma, supongo que la voz de mi pensamiento. Esa que a veces me ayuda a pensar. Para destacarla, va en cursiva:

- ¡Esta serie es absurda! -dije.
- ¿Sí?, ¿por qué?
- Oh, vamos, ¿por que tiene poderes? Jane se acerca a alguien... le habla bajito y y esa persona se... idiotiza y se desmaya. ¡Venga ya! Incluso en versión original sigue siendo ridícula.*

* (durante un tiempo la veía con interés, pero en la segunda temporada me defraudó... Cambié a verla en inglés a ver si me reenganchaba, pero nada, Jane se volvió demasiado mágico para mi gusto...)

- ¿Tú crees?
- Claro. 
- No es tan difícil desarmar a la gente
- Nadie se desmaya sólo porque le hablen bajito -dije.
- Observa -contestó mi pensamiento-: te planteo la escena:

(Por cierto, digo mi pensamiento pero bien podía ser otro personaje que flotaba y era transparente. Tan transparente y sin cuerpo como yo).

Hay una trama empresarial de espionaje y los dos detectives van a ver a una mujer, dueña de una gran empresa, para intentar convencerla de que corre peligro. Necesitan que abandone el edificio, con lo cuál Jane puede convencerla o, si logra que se desvanezca, los propios empleados llamarán al Hospital con lo cuál también abandonará el edificio....

- Muy bonito -dije, mirando la escena desde arriba. 
- Presta atención.

Atravesamos literalmente los escenarios (sin pared que nos contuviera) y llegamos al despacho de la dueña de la compañía. Era una mujer pelirroja, alta, de melena larga, traje oscuro, botas también oscuras, ojos azules, tez pálida... Lo veía todo desde arriba. 

¡Alto!
Paré la escena.

- ¿No podemos hacer que sea más guapa? -pregunté.
Con semejante descripción debería ser guapa, pero no lo era... resultaba un poco masculina.

- Es dueña de una empresa, con cientos de personas bajo sus órdenes, Eva -me contestó el otro personaje- su aspecto es el que debe ser. Deberías fijarte más en los detalles de los personajes de las series, todos ellos han sido escritos antes... y cualquier detalle está ahí para ofrecerte un perfil. .... aunque tú ya te fijas...
- Bueno, no sé, podíamos cambiarla -contesté- podía ser más guapa, más femenina...
- El aspecto de un personaje obedece al guión. No pueden ser como tu quieras.

La escena se reanudó.
Esta vez yo era el personaje de la jefa de la empresa.
Había un ventanal enorme y el despacho tenía dos mesas, la principal y la de una especie de secretario, que era un tipo también con traje. Podías ver todos los detalles de todas las cosas. Entonces Jane y Teresa entraron en la oficina. Se presentaron. "Hola, venimos a..." dieron unas pinceladas pero no dijeron la verdad.

¡Alto!
Paré la escena.
- ¿Por qué mienten? -pregunté.
- Estas viendo las perspectivas de los tres personajes... tienes que verlas a la vez. No mienten.
- Ya, pero no dicen la verdad. Están ocultando cosas.
- La gente no va por ahí contando la verdad de lo que les motiva. Los personajes tampoco. 


 Entonces vi que la jefa de la compañía, con la que más identificada me sentía yo en el sueño, no sé por qué se cruzó de brazos. Y aquí el sueño cambia, porque en verdad desde que los detectives entraron en la oficina el personaje de la jefa era el que yo encarnaba. Así que era gracioso porque tanto era la jefa, como estaba fuera viéndolo todo desde arriba (en plan espíritu volador...)
Como jefa, me crucé de brazos y les dijes que me parecía fantástico pero que tenía cosas que hacer y que se fueran. Entonces Teresa me preguntó:

- ¿No ha ocurrido nada extraño hoy?, ¿no ha tenido una visita inesperada, nada fuera de lo normal?

Ay, qué típico es esto:

- No -contesté-, ha sido un día normal de trabajo. 

Típico diálogo de besugos de novela policíaca. Entonces Jane se adelantó:

- ¿No ha venido nadie a buscar trabajo? Una persona que haya recibido pero que por su comportamiento o actitudes haya tenido que invitar a irse.

Caramba.
En la escena, en el sueño, siendo la jefa de la empresa (¿sabéis lo raro que es convertirse en personaje de buenas a primeras?) recordé que sí, que había venido alguien. Una mujer. Y yo la había echado. Bueno, al parecer en la trama eso debía de ser importante para los detectives...

- Será mejor que nos acompañe -dijo Teresa.
- Tengo mucho trabajo y no veo que relación.... -comencé a protestar.
- ¿Sabe? Desde esta oficina se ven unas vistas magníficas de la ciudad -dijo Jane.

¡Alto!
Paré la escena.

- ¿¿Estas de coña?? -pregunté, desde el techo-, ¿con eso piensa hacer que me desmaye? ¡Amos, hombre! Que no paso por estas tonterías de los guiones. Ni en inglés ni en español, es ridículo que por hablar bajito alguien se desmaye....
- Tienes muy poca paciencia.
- Lo que es, es absurdo. Yo no sé cómo la gente lo compra.
- Si es absurdo entonces no te importará seguir hasta el final. Si estás en lo cierto reconoceré que el guión es malo.
- Bien.

Se reanuda la escena.
Tengo que decir que en cada cambio, por algún motivo incomprensible, de alguna manera absurda... pues, te convertías en el personaje y te olvidabas un poco de todo lo demás. Cuando era jefa, era jefa. Cuando era un ente transparente flotando por el techo... era algo distinto. Y por supuesto, en ningún caso me acordaba de mi "yo" estando despierta (y os digo esto por algo importante).

Jane se acercó y me empezó a decir en tono super absurdo y super bajito:

- ... seguro que cuando la jornada es difícil le gusta mirar por la ventana y ver todo el mundo de ahí fuera, y le relaja sentir que está ahí. Yo también me relajaría con eso, con la idea de escapar y formar parte de él...

Vale, no voy a decir lo que dijo a continuación. Primero, porque se me ha olvidado, (JAJAJAJ) y segundo, porque no viene a cuenta.  Pero perdí. En un momento dado y con algo muy absurdo, el mundo dejó de girar y me caí.

Al desmayarme, me desperté.

- ¿Por qué ha ocurrido eso? -pregunté, aun en la neblina entre el sueño y la vigilia.
- Porque buscas seguridad.

Y tras una pausa, ese personaje que también se perdía en el sueño, añadió: 

- No te enfades, le pasa a mucha gente.

Y me desperté del todo.
Conclusión: si mi mente cree que voy a volver a ver El Mentalista, ¡va lista! (jajajajja). ^_^ Interesante sueño. Pero sobre todo por las tres perspectivas de los personajes, a la vez. Eso me ha gustado. Me ha gustado mucho. Podía sentir a todos los implicados en la escena. Tengo que desarrollar eso como escritora. Y no es que mientan, es que nadie dice nunca toda la verdad.
Al menos, los humanos.
^_^ Porque ni siquiera la sabemos nosotros...

Ciau!!!!

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