Dos planes de ocio: Richard Hamilton y El Corredor del Laberinto.

Escribo, escribo, escribo... y como no me paro quieta, pues lo comparto con vosotros:


Exposición de Richard Hamilton.

Cuando estaba en la Universidad, una profesora nos obligaba a ir al Reina Sofía (Museo de Arte Contemporáneo), un día sí, y otro también. Le tomé tal odio a los cuadrángulos, y tuve una experiencia tan irritante con una de las obras del dichoso museo que pensé: "No vuelvo en la vida". Y desde entonces, el arte moderno y yo estábamos peleados.
La obra era un cubito de hielo que se deshacía y como buena curiosa que soy me quedé los 15 minutos que duraba la proyección a ver qué pasaba... Me quedé la última y como no pasó nada, mi cabreo fue en aumento... Tras quince minutos el cubito fue reemplazado por otro. Arte en mi nevera, JAJAJAJA...¡¡Pero si esto lo tengo yo en casa!!
Pero vamos, la clase de las vanguardias de pintura donde sólo había un círculo y aquella diatriba sobre una mujer que se embadurnaba desnuda y daba vueltas sobre un lienzo,..... ¡¡pero cómo me lo pasaba yo en esas clases!! (adelantaba el aspecto de las pinturas y contaba chistes a los compañeros) Las odiaba, en serio, pero tiene su mérito que aún las recuerde. No sabéis la manía que le tengo al arte moderno.
Total, que la casualidad ha hecho que un amigo tuviera dos entradas gratuitas para el Reina Sofía. (Bueno, los ascensores son bonitos, JAJAJAJAJA... pensé) De verdad, tenéis que ver el ánimo con el que iba yo a este museo. Pensé eso, montar en el ascensor de cristal y subir y bajar, pues es lo que más me gustaba.
No lo teníamos en la agenda pero la exposición de Richard Hamilton continuaba abierta al público.

.... Richard Hamilton.....

......, sí, bueno, algo había oído hablar de él..... ¿no es un tipo que hace collages?

Bueno, venga, va, pues vamos. (curiosidad, curiosidad....)

Al entrar vi que las primeras obras estaban basadas en la ciencia. Eso me intrigó. Caramba, es curioso que un tipo coja una bacteria para hacer algo parecido a un posa vasos con ella. O un armario ropero, o una copa.

- Oye, pues tiene su gracia... -dije.

Científico y artista, ¿será verdad?

Seguimos andando. Y la verdad es que me gustó mucho. Pero sobre todo por dos cosas, mi amigo encontró lo que era el Pop Art. Estuvo bien verlo porque... hay que clasificarlo de algún modo. Dice: arte sexy, juvenil, de masas, efectista, provocador, gran negocio y que te olvidas de él a los diez minutos.

Ah, amigo. Re-estructuremos el concepto de arte. La verdad es que de repente me empezó a parecer todo muy divertido. (Sobre todo la obra de la tostadora...) Porque había historias en cada cuadro. Y vimos un reportaje muy curioso en el que Richard (y esto es lo que me gusta a mi, indagar...) habla de Duchamp, que por lo visto fue un artista que colgó un retrete firmado en una pared de un museo. El retrete, seguro, vale cientos de millones, JAJAJAJAJAJA....

JAJAJAJAJ!
Ay, perdonadme... es que todo esto es demasiado surrealista.

Hablando de Duchamp, Richard (quien fue muy amigo de él) dijo que Monet y los anteriores (los realistas) estaban .... cómo decir esto: EL ARTISTA Y EL LIENZO. Todo unido. Y que tanto él como Duchamp buscan poner algo en medio. Separarlo. Me hizo gracia, de verdad, de corazón, porque lo dijo con una sonrisa como... de autosuficiencia, cuando, en verdad, dentro de cien años, la idea que ha tenido Duchamp ya será obsoleta. Es un mero cambio... pero esta bien, uno quería mano y lienzo, él otro busca arte en los objetos cotidianos. Me parecen fantásticas las dos cosas.

Totalmente entusiasmada seguí avanzando sala tras sala y, quitando un par de cosas de mal gusto que no me agradaron, debo decir que disfruté mucho de la exposición. Y os voy a decir por qué: el hecho de que pongas una mesa en medio de tu salón y digas: ARTE. Fíjate, tócala, experiméntala... siente. Me parece un síntoma de salud social.

No os cuento lo de la obra maestra de Duchamp que está expuesta rota, JAJAJAJA, y parece que es así, JAJAJAJA, POR FAVOR.... en fin. 

Lo que quiero decir es que cuando Hamilton dice: "todos buscan la explicación a la obra de Duchamp y no es ninguna, y es todas". Pues sí. Es genial. Es como: yo te planteo esto (artista) y ahora tú interpreta lo que te de la gana. A eso lo llamo yo comunicación y si quieres ver arte, pues arte. Es fantástico. Lo que está claro es que ni el que lo hace ni el que lo observa tienen problemas graves. 

Así que, ¡muy alegre y muy divertido! Es una experiencia, de verdad. A veces provocador, a veces... absurdo, hilarante, lo que queráis.... es una exposición divertida. Dos obras mis favoritas: una que son paneles de colores colgados en una sala. Me gusta mucho lo que crean (el espacio...) Y la otra una foto con el artista detrás, y con un borrón amarillo delante, en el objetivo. Esa foto parece de escritor (esa, y no las de al lado, es la del borrón amarillo... será que mira a cámara o algo así).

Así que id a verla, yo pienso volver al museo. Ahora entiendo que el arte... bueno, hay muchas formas de arte. Pero no tiene que ser todo "rígido" y fiel a la realidad, puedes hacer arte con lo que quieras. Ya os digo, poner una silla en medio del salón y admirarla, JAJAJAJAJA. JAJAJAJA.
Hala, y con esta reseña un poco alocada la parte artística de esta entrada ya está escrita.

Vamos a la cinéfila:


fuente: palabrasparapensar.blogspot.com

El Corredor del Laberinto.

Basada en un libro, El Corredor del Laberinto, os va a recordar un poco a esas historias de supervivencia en condiciones extremas, de un pequeño grupo de seres humanos que no saben cómo han terminado ahí, o que han sido desterrados de alguna manera. Hay varios libros y pelís similares.

Las tres primeras partes de la película: maravillosa. La gente en el cine gritaba. Estaba muy bien llevada, mucho, se me ocurrían cosas y el propio guión respondía: "ya lo hemos intentado. Se te ocurra lo que se te ocurra, lo hemos intentado".

El laberinto es sensacional.

El personaje principal tiene mucha curiosidad, la verdad es que hace que te devanes los sesos pensando: "¿yo sería como él y me aventuraría en el laberinto o me adaptaría y me quedaría en el claro?" Es interesante. La verdad es que sí.

Y ya os digo que el ritmo, como está tratada... los primeros sesenta o noventa minutos, con las uñas clavadas en el asiento. (Los laberintos tienen un influjo extraño....

El problema es el final.

Sabía yo que tanto bueno no podía terminar con algo espectacular, porque... es que es muy difícil estar a la altura. Es realmente difícil mantener el ritmo de la primera parte de la película. Tengo un problema con el cargo de cierta persona, jajaja.. cuando veáis la pelí acordaros de esto: tarjetas de visita. Ya sabéis, de las que se dan en el trabajo. Porque de verdad, DE VERDAD... qué nombre han elegido! que alguien me repita el nombre de ese cargo (ya sabréis a cuál me refiero...) ... "no se qué de entornos hostiles", ... jajajajajja jajajaja. 

Entonces pensé: la fastidiaron.

El broche dramático me pareció una tabla salva vidas y ya no tenía esperanzas de ver la película mejorar pero le dan una vuelta de tuerca (menos mal!). Si no fuera por la última parte de la película, yo os diría que es perfecta. Pero bueno, la primera hora es de disfrute total, ... no pasa nada porque la segunda tenga sus fallos.

(...Oiga, que yo he visto llover a mitad de la pelí... esto... esto.... ejem. No me cuadra con la explicación dada a los chavales...)

^_^ 
El libro de esta película tiene que estar mucho mejor.
Así que os recomiendo la novela y la pelí también (salvo por el final).
Premio al que sea capaz de decirme el cargo que ocupa la rubia, JAJAJAJAJAJAJAJA... porque salí del cine pensando: no doy crédito. No doy crédito,... que me traigan al escritor, necesito que me repita el nombre de ese cargo.

Saludos!!!
Nelly ;) 

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