El extraño fin de semana...

He tenido un fin de semana extraño...

Todo comenzó cuando estaba sacando fotos en El Retiro y, de repente, me atacaron unos zombies...



Estaba sacando esta imagen cuando, de un modo totalmente inesperado, un montón de zombies comenzaron a desfilar delante del objetivo. Como no les conozco no puedo poneros la siguiente instantánea porque tienen derechos de imagen estos simpáticos espontáneos, pero os aseguro que la foto es muy graciosa porque resulta idéntica a la de arriba solo que en primer plano podéis ver a un montón de madrileños disfrazados y andando como muertos vivientes mientras gritan: "Ooooooooo.... ooooooohmmmmmmm...."

jajajajaj!

Mis amigos se partían de risa. Así que entramos en El Retiro para ver un "pequeño" (supuestamente) desfile de personas disfrazadas de Star Wars... ¡pero resulta que fue algo multitudinario! y a juzgar por lo bien que se disfrazaban los protagonistas, no me extraña:



Porque resulta que llevaban los trajes auténticos de la película, y como eran buenos actores, desfilaban metidos en su papel, lo que hizo que ver a muchos diera escalofríos. Especialmente a Darth Maul y a mí me gustaron mucho los "jefes" de los batallones, había uno graciosísimo que desfilaba... jajajaja, que parecía que estaba en el ejército. Iba mirando a todos muy serio y con gesto hierático, como si fuera realmente el villano del ejército oscuro.. bueno, era genial!  

Y la tercera cosa extraña de este fin de semana es que a 2.200 metros de altura hice un nuevo amigo. Alguno dirá: ¿tan alto? ¿qué era, un águila?. Pues no, el águila nos sobrevolaba con cierta curiosidad cuando mi grupo de senderistas y yo topamos con.... un caballo.

Un enorme caballo, de patas anchas como los percherones. De color canela, ojos inteligentes, morro con una mancha blanca, pelo rubio y despeinado. Se acercó a nosotros y obtuvo un montón de atenciones, manzanas, regalos, etc. Era el caballo más sociable que he visto en mi vida. Otros dos ejemplares: uno negro y uno marrón, lo observaban en la distancia, pero el de color canela (como un bayo), ese hasta posaba para las fotos. Se dejó acariciar, olisqueó todas las mochilas, y hasta hacía carantoñas con la cabeza.

Cuando todos se fueron me quedé rezagada con otra compañera y el caballo comenzó a seguirme por el sendero. JAJAJAJAJ, a los cien metros pensé: "hemos adoptado un caballo" 

^_^ Pero qué animal!

Ninguno de nosotros había visto nada tan inteligente entre los caballos. Le podías hablar y hasta te entendía. Le mirabas a los ojos y podías ver la inteligencia brillando en ellos. Bueno, de hecho le grabé un vídeo porque era increíble lo manso, lo simpático y lo sociable que era... 
Los otros dos se interpusieron en el camino y le miraban muy atentos, y tensos. Entonces el de color canela bajó la cabeza y alargó el hocico y casi parecía que estaban hablando entre ellos.

Así que hemos tenido un fin de semana con zombies, con todo el ejército de villanos de Star Wars, (y por supuesto, con muchos amigos) y con descubrimiento de nuevos senderos en rutas de montaña habitadas por simpáticos caballos que hablan a los senderistas.

¡muy original!
Feliz lunes!!!

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