¡Domingo al fin!

No paramos, y mañana empieza el lunes otra vez...


(la foto la sacó un amigo en el Círculo de Bellas Artes)

Qué cuando no es el trabajo, el gimnasio, cuando no la familia, los deberes, la casa, los amigos... ¡uf! ¡Un break!
Y eso me lo da escribir libros. Actualizar el blog. Leer. Creo que ya os dije (quizá en el facebook), que cada vez aprecio más mi tiempo libre. Poder sentarme tranquilamente frente al ordenador, alejada de las demandas de todos los demás, y planear la siguiente presentación de La Casa Mágica, en un IES de Tenerife (y planear la visita al Teide).
Debatir con amigos "pirados" por la literatura si en nuestro recién creado Club de Lectura, vamos a elegir como primer libro "A Sangre Fría " (recomendación del Muso, ese personaje misterioso que no conocéis pero que es la cosa más extraña, divertida y sabia que conozco....), u otra obra. Decidir en qué cafetería vamos a reunirnos. Yo discrepo porque quieren poner un moderador, ¡ya somos mayorcitos para eso! Aunque con lo que he visto las últimas semanas, a lo mejor si hace falta alguien que llame al orden.

Y escribir....

Todos tenemos nuestro tiempo libre o deberíamos tenerlo. Si no lo tenéis, buscadlo. Un poco de espacio, un mucho de calma. El mundo gira demasiado deprisa a veces, se echa de menos un poco de tranquilidad. Y no solo es bueno para vosotros, es bueno para todos, porque si vosotros estáis tranquilos, los que estén a vuestro alrededor estarán más contentos.

El Muso dice que eso (la serenidad y la calma) podemos llevarlo dentro... pero no sé cómo. Es difícil en una sociedad desquiciada. 

Creo que la gente está muy estresada, que el mundo podría ser un lugar mejor si nos relajamos un poquito. No puedo evitar fijarme en algo muy curioso: como viajan las acciones entre las personas. El ejemplo más sencillo lo podéis comprobar mañana en la calle: si te sujetan la puerta del metro cuando vas a entrar, casi siempre se la sujetas al de atrás, y así incluso puedes quedarte un momento mirando como esa acción viaja de uno a otro y al final se llena el metro de "buenos días" y "gracias". 

Si por el contrario le cierras a uno la puerta en las narices, ése cuando suba al metro empujará a otro por quedarse con el asiento, y a su vez la persona desplazada le pisará un pie a otro transeúnte a fin de llegar al autobús a tiempo, aunque tenga que pasar por encima a una madre con su hijo.

Si lo piensas fríamente, desde el punto de vista científico, hasta resulta gracioso.

¿Cuál es la causa de tanta irascibilidad? ¿el sistema económico? ¿qué hay demasiada gente en las ciudades? ¿mucho trabajo? ¿poco tiempo libre? 
Ni idea.
Pero seguro que en el futuro (si es que tenemos futuro...) se trabajarán sólo 5 horas laborales y con eso será más que suficiente. El resto del tiempo lo dedicaremos a estudiar o a la familia. Y habremos superado todos los problemas de ahora y al mirar hacia atrás dirán: ¡Qué poco evolucionados estábamos en el siglo XXI! 

Supongo que para entonces la palabra guerra, crisis, agujero de ozono, y otras muchas, quizá, se hayan desterrado... qué bonito es soñar.

¡Un abrazo!
Saludos
Nelly.

1 comentarios:

Mireia dijo...

Muy bonita reflexión, has expresado lo que yo (y muchos) pienso de las relaciones humanas.

¡Ojalá podamos ver y disfrutar todo ese tiempo libre!

Un saludo.

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