El profesor de patinaje.
Estaba en la pista de hielo y un patinador que estaba con otro amigo se acercó a hablar conmigo. Yo pregunté una vez a uno que sabía mucho, pero en esta ocasión ha sido el profesor el que me encontró a mí:
fuente: http://aprenderesdescubrirloqueyasabes.blogspot.com.es |
- Sé que hacia atrás es dibujando peces... -le dije.
El patinador se acercó y me puso una mano en la cabeza, me empujó hacia abajo con fuerza y una naturalidad que me sorprendió. Él me dijo: "no mires al suelo. Si había un euro me lo he quedado yo".
jajajajaj.
¡Pero bueno!
- Antes de aprender a patinar hacia atrás tienes que aprender otras cosas, mira -hizo los peces en el hielo patinando hacia delante-, ¿ves?
Caramba.
Lo intenté pero según mi punto de vista patinar sobre hielo es mantener tu centro de gravedad siendo bien consciente de dónde está en cada momento, y no permitir que se mueva demasiado.
- Dejas la cadera atrás -me señaló-, porque tienes miedo.
Asentí. Menudos golpes me he llevado.
- Todos tenemos quitamiedos, seguro que te has hecho daño antes. Pero confía en tus piernas -me dijo- no te asustes. Es instintivo. No te vas a caer mientras estés dentro del hielo.
Esa sí que era buena. ¿¿No me voy a caer en el hielo??
Y lo repitió:
- No te vas a caer mientras estés dentro del hielo. Te caes fuera. En el hielo no. En el hielo nunca, te sostiene.
Seguro que pensáis que estaba loco. Pero no, esto dijo a continuación:
- Piensa que tienes dos cuchillas en los patines. Siempre has de tener una en el hielo. Y así estarás dentro del hielo y no te caerás.
Imposible.
- Mira -me dijo.
Y aquí pasó algo... realmente rarísimo.
Alzó un brazo. Como cuando vas a bailar. Yo lo cogí... y di una vuelta entera ¡¡sin caerme!! ¡¡dentro del hielo bailando!!.
Cuando completé la vuelta le miré. Ni siquiera se había movido. Y yo me había olvidado del hielo porque aquello era como flotar, o volar o lo que queráis pensar, es fantástico. Desaparece todo, solo sientes el movimiento. O más bien que el mundo se desliza a tu alrededor.
- ¡¿Cómo lo haces?!
- No mires el suelo, tienes que mirar hacia donde quieres ir.
- Lo que tengo que hacer -repliqué-, es saber dónde está mi centro.
- Claro -contestó-, por supuesto que no debes perder tu centro. Mira.
Y dio una vuelta a mi alrededor... y supongo que a su vez yo la di mirándole a él. Trazó un círculo perfecto, sin mirar ni una sola vez la pista. Y yo me olvidé del miedo unos instantes porque estaba más pendiente de cómo se deslizaba.
- Imagínate que llevas una pelota en la mano -me dijo, poniendo los brazos como si bailara un bals-, y cuando giras, debes seguir esa mano. Nunca perder la pelota.
Estuvo como quince minutos enseñándome la posición de las caderas. Me preguntó también si había aprendido en cuatro ruedas, aunque más que una pregunta era una afirmación.
- Esto es tan divertido que los que sabemos -afirmó-, disfrutamos enseñando a otros. Si quieres este y este día estamos siempre por aquí.
Lamentablemente, no puedo ir por los horarios que tengo, pero la invitación me encantó. Sobre todo por como dijo "esto es tan divertido". Y lo de bailar con él sobre el hielo... si me lo cuentan no me lo creería. He bailado con patines de hielo. Y es como bailar en pista. Claro que él estaba sobre patines tan cómodo como en zapatillas de andar por casa. De todos modos, patinar y bailar se parecen muchísimo.
Saludos artísticos!
Nell.
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4 comentarios:
¡Que genial!¡Felicidades! Patinar sobre hielo es bellisimo, y no creo que sea fácil, yo solo lo he hecho una vez y varias veces terminé sentada sobre el hielo, besos.
Sí, y te caes y duele mucho, ¿verdad? yo tuve una caída fuerte hace unos años y lo dejé. Pensé que era peligroso. Pero bueno, se ve que los patinadores están acostumbrados. No sé cómo lo hacen, a mí el hielo me parece más peligroso que el cemento. Pero ellos no lo ven así... jajajaj, gracias Karla por participar!!!
Un besazo!!!
Parece sacado de una película romántica!!!
jajajaj! :=)
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