Aventuras de una escritora en bicicleta...

La semana pasada un joven tomó una curva en el carril bici, pedaleando con la espalda recta y los brazos cruzados sobre el pecho, y una sonrisa pintada en el rostro.
Era tal el desparpajo y desenfado que a los que íbamos de frente nos arrancó una sonrisa. Y al sonreír, el joven lo hizo más y miró detrás suyo, pues le seguía su esposa; luego volvió la cabeza, alzó el mentón y pasó por mi lado posando como si fuera montado en un caballo en el desfile de una batalla victoriosa.
Fue genial. 
A día de hoy no comprendo cómo pudo mantener el equilibrio en plena curva pues no solo es que circulaba "sin manos", era la "pose" desenfadada, y los brazos cruzados a lo Peter Pan, las gafas, jajajaja, mirando al cielo... como si el carril y los pedales no fueran con él. Parecía "volar", como si dijera: "pase lo que pase en esta vida yo me lo tomo con humor".
Otra anécdota, pero esta menos divertida, tiene que ver con un cruce en el que dos ciclistas casi se chocaron. Pero esta por ser menos simpática no la voy a describir. Afortunadamente, no ocurrió nada.
Hace dos días me encontré con un vecino que utiliza mucho la bicicleta. Al verme me saludó y me comentó que yo también la uso y que un día teníamos que hacer una ruta.
- Ya -contesté-, pero yo no voy tan preparada como tú, no tengo todo ese equipamiento.
- Será que la usas menos que yo.
- Sí, claro -contesté-, es que la saco muy poco...
Fue una conversación trivial, pero el caso es que al despedirnos pensé (¿es verdad? ¿la uso menos?). Pues lo cierto es que no. No es por poco uso. Había mentido y me di cuenta de ello.  

Y entonces, me pregunté, ¿por qué no tengo su equipo? 
La verdad es que cantidad de ciclistas llevan las mallas a juego, y un equipamiento muy bonito, mientras que yo voy con camiseta y, eso sí, mis guantes, pero sin nada típico de los ciclistas. Los guantes de conductor me encantan. (Son tan graciosos, sin deditos, jejejejej...=)

¿Por qué no tengo yo equipo?, pensé. Y me dije a mi misma: "... porque no se ha dado el caso".

No es por poco uso de la bicicleta. 

Esta mañana entré en una tienda en la que no tenía pensando entrar, y cuando llegué a la caja el que estaba delante, en la cola de al lado sacó, por casualidad, unos guantes de ciclista de su cesta de la compra. Me quedé mirándolos y me dije: "Vaya, justamente los guantes se me rompieron el sábado". Me tocaba el turno a mí para pagar y la verdad es que no sabía qué hacer, si intentar averiguar dónde estaban los guantes en la tienda o ignorar que el destino había puesto a un cliente a comprarlos delante de mí.

¿Qué hago? 

Me puse a discutir conmigo misma los pros y los contras, a una velocidad de vértigo. (.... pues es que te va a tocar, que pena, no?....,argumentaba mi pensamiento) Por otro lado, necesito esos guantes. (... igual no te hacen tanta falta..., me repliqué, porque llegaba mi turno) Pero sí, ¡sí que me hacen falta! me dije. No ahora, en el futuro. Abandoné la cola y ...vuelta para atrás. ¿Y a que no sabéis? Junto a los guantes, ¡¡¡estaba el resto del equipamiento!!!. Por lo visto era el "día del ciclista" en la tienda, ¡he encontrado guantes, un refuerzo para el sillín, unas mallas y un maiyot!! (qué bien podría haber comprado a juego pero....) quería el rosa. Je, je, je.

Así que ahora viviré aventuras de ciclista "vestida" de ciclista.

Saludos!!!
Nell. 



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy rosa !!!, ahora ya si que vas profesional, profesional...

El casco también es rosa? Quieres ganar el Giro, confiesalo.

Bad.

Nelly dijo...

jajaja, no! el casco es gris feucho. Eso sí que lo tengo pero no lo uso, no me gusta nada mi casco XP

^_^ Mañana sábado lo estrenaré, jijiji.

Besos**

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