Cosmética del Enemigo - Amélie Nothnomb

Ayer por fin lo trajeron a la librería. Me llevé una grata sorpresa también porque el libro de La Casa Mágica  de la Señora Asworth lo han puesto en novedades, dentro de "destacados", muy a la vista.
Este de Amélie Nothomb es divertidísimo pero todavía no lo he terminado. Me reía yo sola en el metro, qué irónico es el protagonista trajeado.
En la página 19 se me ha ocurrido un posible final... pero como voy por la 37 no sé si estaré o no en lo cierto. Esta novela me va a durar sólo un día.
Te ríes un montón.
Trata de un señor en un aeropuerto al que se le sienta un loco al lado. Aunque yo no diría que es un loco, jajajaj... y el que es "molestado" resulta terriblemente irónico. Mucho (no sé a quien me recuerda...). Así que no paras de reír. 
Lo que pasa es que el loco entre tontería y tontería dice muchas cosas ciertas. Y no te las esperas, la verdad... de pronto te estas riendo, luego te cuenta algo triste o una demencia y.. no sé, vas sintiendo ocho mil cosas diferentes mientras te los imaginas. Es realmente gracioso el libro pero... no voy a decir si lo recomiendo o no hasta que lo acabe.
Así que antes de seguir corrigiendo la novela de piratas (montamos ayer un debate estupendo en un foro sobre Marketing para Escritores, también debatimos sobre el estilo Best-Seller y ¡¡me han pedido que sea ponente en una mesa de Literatura Juveni!!).... antes de seguir con ella, como os digo y con otros temas literarios, me prepararé un té o un cappucino y me sentaré a leer.
Que en este foro se preguntaba: ¿hay que leer para escribir?
SÍ.
MUCHO.
Esa pregunta es obvia, los libros son los "profesores". 
Y luego, quizá esta tarde, vea de nuevo La Vida de Pi. El cine también inspira. Ayer vi otra vez El Imaginario del Doctor Parnassus y no me gustó tanto...  aunque, ahora que lo pienso, creo que la pelí ha disparado mi imaginación de noche:  ¿¿no he soñado con que mi empresa era un bosque encantado, que llovía en una precioso día de sol y yo me levantaba de la mesa del despacho para ir a buscar unos arco-iris imposibles (no tenían siete colores, solo, si no recuerdo mal...) ??
Y había sombras proyectadas en la pared que a mí me asustaban mucho pero mi amiga me enseñó que era figuras que proyectaban sombras. No monstruos. ¿Me entendéis? Una figura de cartón con la silueta de un ciervo... y eso al darle la luz (como no podía ser de otra manera, en el sueño de repente había tormenta) sobre la pared se proyectaban figuras. Pero no había que temerlas... 
Este sueño, como casi todos, tienen algún tipo de moraleja... 
La moraleja es que no hay que temer a las cosas, porque muchas veces no son más que nuestras impresiones de otras cosas que no son para nada temibles.
¡¡Mecachís, aquí hay un cuento!!

Saludos ^_^ !!!
(no me hagáis mucho caso, los escritores estamos algo locos)
Nell.

Y una canción para hoy:

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