La vida es cambio

Hoy me ha pasado algo muy raro.
He quedado con un amigo al que no veía desde que teníamos trece años. Y eso ha implicado regresar a la ciudad en la que me crié.
¿Os imagináis el choque de ver a un niño de trece años convertido en un adulto de treinta? ¿os lo imagináis?
Ha sido raro.
Raro no, rarísimo. Ha sido un shock. Y no solo eso. Mi colegio ha desaparecido, el polideportivo tiene un parking que parece un aeropuerto, ¡le han puesto leones a la fuente!, el centro lo han vuelto peatonal. La Casa de la Cultura cuyo escenario forma parte de mis más tiernos recuerdos de infancia... sigue allí. He podido ver el escenario. Conozco los camerinos de ese teatro y me traen un montón de recuerdos. 
Algunas tiendas, siguen allí.
Pero todo lo demás... incluso las características vías del tren, ya no están. Por no hablar de dónde yo solía jugar, ¡unas escaleras tan pequeñas! y antes eran... gigantes. Mis amigos se reían. 
- ¿Recuerdas el kiosko de... ?
- ¡Sí! 
- ¿Te acuerdas cómo le gritábamos?
- jajaja...
- Allí había... un edificio con un belén muy grande -dije.
- Sí, ¿te acuerdas de eso? Ahora lo han remodelado, esta precioso.
- Y junto a ese reloj de colores, vivía una amiga... Y en esa plaza hacíamos guerras con botes de nieve.
Mi amigo se echó a reír.
- ¡Sí, me acuerdo de esos días porque tenía que dosificarlo!
jajajaja. 
Las dos librerías a las que me encantaba ir de niña... todavía están. En parte, todo era terriblemente familiar, como si nunca me hubiera ido. Pero por otro lado, había momentos en los que me parecía estar soñando; caminando entre recuerdos. 
Muchas cosas están pero muchísimas otras han cambiado. Nunca me paré a pensar que las cosas cambiarían. Es extraño. Es como si te empeñaras en atesorar algo... y ese algo cambia. Y te das cuenta de que las cosas tal como las recuerdas... sólo existen en tu memoria. ¡Y es bastante absurdo añorar algo que ya no existe, ¿no?! Si el mundo cambia de esa manera, lo interesante no es intentar que nada se mueva, sino cambiar y moverte a la vez que él.

^^ 
Saludos internautas,
Nell.  

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Son muchos años y cierto es que esto ha cambiado un poquito... Cuando lo ves poco a poco casi no te das cuenta, pero un salto en el tiempo de 15 años es mucho tiempo... Las cosas cambian, la gente cambia. Todo cambia. Lo que antes era blanco o negro, ahora se matiza en miles de colores diferentes... A ver si otro día puedo haceros compañía en el recorrido de los recuerdos... tengo buena memoria, pero seguro que algo se me escapa... Eso si, impagable la visión de los osos de colores con alas en la plaza de la renfe :)

Nelly dijo...

Totalmente de acuerdo. Para mí ha sido un "shock", tanto, que al ver mi vieja casa me mareé y todo. De ser niña y ver unas escaleras gigantes, a ser mayor y que todo sea... tan pequeño. Miles de recuerdos. Recordaba mi buzón, recordaba.. las tardes huyendo de los globos de agua. Los gritos al dueño del quiosco. Los paseos por la calle cuando regresaba de clase de danza...
Es todo tan raro.
^^
Nell.

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