Como veis éramos pocos, jejejeje.

Parte del parador nacional de la Sierra de Gredos, tiene un desnivel de 350 metros aproximadamente, pero discurre por pistas muy amplias. Es ideal para ir con niños, no entraña dificultad (hasta tuvimos un perro de aguas de compañero, jajajajaja...)

El agua es protagonista en la ruta. Se trata de un paseo de unas cinco horas, ida y vuelta, siguiendo el río, prácticamente, con algunos trozos de bosque de pino alto silvestre de por medio y desniveles no demasiado complicados de salvar.

Cuando llegas a la parte del río (según el mapa hay varios arroyos) encuentras algunas pozas de relativa profundidad en las que puedes bañarte.

Hay animales sueltos, principalmente vacas y terneros, y también algunos caballos. Llaman la atención dos cosas: la primera, es una ruta en la que resulta sencillo llegar a casa cubierto de polvo porque la tierra se levanta con mucha facilidad. El suelo del bosque no es pedregoso, más bien de tierra negra y fértil y en cuanto se levanta viento, o con el mismo andar del caminante, el que va detrás se pone perdido. Lo segundo que me llamó la atención fue el ruido del arroyo. Porque resulta... tremendamente relajante.

Esto de aunar deporte con ocio y explorar la naturaleza es un pasatiempo muy recomendable. Así que hala, mochila y ver mundo internautas.

La que suscribe se va a comprar un saco de dormir para apuntarse a las salidas nocturnas por la sierra.

Ah, esta última foto no es mía, pero me pareció representativa del paisaje que se puede ver: