Últimamente me apasiona hablar de libros, y con las disculpas por adelantado a mi amigo, voy a escribir un trocito de la tarde que influirá en mi devenir artístico, jajajajajja (lo dicho, perdóname por atrapar en el tiempo este trocito de día):

- Entonces, ¿te gustó Crimen y Castigo? -pregunté a mi amigo.
- Sí. ¿Lo has leído?
- No. Sólo el principio, no pude con él.
- En el final hay una parte buenísima, que justifica toda la novela.
- No me gustó.
- ¿Por qué?
- Porque "mata a la vieja".
Mi amigo sonríe.
- Sí, pero, ¿por qué mata a la vieja?
- Porque no tenía dinero.
- No. No es por eso.
Mirada intrigada por mi parte.
- Es por eso, no tenía dinero... va a pagarle, y la asesina.
- No estaba desesperado.
- Es por el dinero.
- Renuncia al botín.
¿Cómo?
- Bueno, supongo que al final el muy idiota se delata él solo. Leí diez páginas tras el asesinato y me cansé. Me enfadé con el personaje.
Mi amigo sonríe otra vez:
- Lo estas juzgando. No puedes juzgar al personaje.
¿Soy yo o es la segunda vez que escucho eso en 24 horas?
- Tienes un estilo literario sencillo -me dijo, como parte de una crítica preciosa-, dominas el lenguaje, sigues tu hilo y vas narrando la historia con claridad. Tienes el talento de transmitir las ideas de forma sencilla, que no simple. Pero... tus personajes están ahí para cumplir su misión en la historia. Y yo espero que algún día te atrevas a perderte en un personaje en sí, que sean fines en sí mismos, no instrumentos.
- ¡¡¡Uff, pues no es complicado lo que pides!!!
- Bueno, es que es lo que espero de ti. Que te retes a ti misma.

¿Soy yo, o acaban de plantearme un desafío? No para ahora, claro, para el futuro, jajajajaj.
=) Qué cosas se aprenden,...
Un beso,
Y gracias.
Nelly.