Necesito un plan B.
Sé que Janendra tiene razón con lo que ha contestado ahí abajo.
Pero como... el tema de "no escurras el bulto", no se me da bien, creo que va siendo hora de buscar un plan B. En primer lugar, despriorizar. Las cosas no importan tanto. Y en segundo lugar, de "vamos a dar lo mejor" pasamos al plan de "supervivencia".
Supervivencia para mí consiste en ponerse en lo peor, y no esperar absolutamente nada más.
Es decir, no es que los días sean buenos y de vez en cuando venga uno malo. Es que lo normal es que los días sean malos y si no lo son, bueno, pues alégrate por ese y ya está.
Sé que es una visión negativa, pero depender de los carruseles emocionales de los otros no me parece mejor opción que esta. Tengo muchas amigas que me cuentan cosas en las que se ve que sufren un montón y no tienen la culpa de lo que ocurre a su alrededor.
Los planes de supervivencia, para los que queráis buscar uno en cualquier aspecto de vuestra vida, parten de la base de preguntaros qué es lo peor que va a pasar cuando pase lo peor. ¿Tenéis ya la situación en mente? Bien, pues a minimizar daños. Así te haces un plan B.
Esto es práctico pero no es la opción "correcta". Si sois fuertes, entonces lo que debéis hacer es caso a Janendra. Los planes B no arreglan los problemas, sólo sirven de protección.
^^
Besitos,
Nelly.
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4 comentarios:
Oh Nelly si no te hubiera leído tanto quizá creería ese cuento para dormir ovejas. Tú no eres débil. Una mujer que persigue sus sueños, curiosa, inteligente, que ha viajado para arriba y abajo, con una capacidad de análisis, de aprendizaje, que ya quisiéramos muchos, a la que le publican en una de las editoriales de más renombre en el género que le gusta, no por casualidad o por que conociera a alguien, ¿en serio? ¿débil? ¿de dónde?
Escapa el bulto hasta que estés lista para defenderte. Pero se consciente de algo: esta historia de los pisoteos se repetirá hasta que le escribas un final diferente. Dicen los psicólogos que cuando vivimos experiencias que nos lastiman nuestro cerebro buscará situaciones similares intentado cambiar el final. Mira atrás y ve qué tienen en común todas esas situaciones, cómo te hacen sentir, a qué parte de tu personalidad le pegan. Sólo tienes dos opciones o confrontas y resuelves, o te pasas la vida atrayendo ese tipo de personas, y situaciones, e intentado huir de ellas.
En muchas de las cosas que nos suceden no tenemos culpa, como bien dices, tenemos responsabilidad. Ejemplo: la amiga que tiene un novio infiel, lo dejó y el segundo también es infiel y tercero ¡igual! y Podríamos decir: que mala suerte tienes amiga, pobrecita de ti, tú que eres tan amorosa, tan buen gente, tan entregada y mira como te tratan. O bien, puedes salir del victimismo y cuestionar ¿por qué atraigo a este tipo de gente? ¿Alguien en mi vida me traicionó y yo sigo buscando ese mismo personaje o situación esperando recibir la lealtad, el afecto y la solidaridad que no recibí antes? ¿Por qué soy amorosa, fiel y entregada con quien me tratará como basura? ¿Por que me siento una basura y dejo/ tolero/permito estas situaciones? ¿Obtendré lo que busco de esa forma? ¿O soy yo quien debería aprender a ser leal, amorosa y solidaria conmigo misma?
Toma tu tiempo Nelly, un día decidirás que para que otros te respeten hay que empezar por respetarse uno mismo, y para que no te pasen encima, tú no te pasarás encima poniendo buena cara y siendo amable cuando lo que deseas, lo que merecen, es decirles tú no eres nadie para maltratarme. Entonces escribirás otro final para este capítulo de tu vida.
¡Ay, estos extremos!...
Planes de supervivencia, "bobos idealistas"... pero, ¿de qué me hablas Nelly? Comprendo que haya quienes toman la postura de "sobre mí no pasa nadie", que son duros (que no fuertes, hay muchos tipos de fortaleza y ésto no implica lo otro), que pueden ir por la vida así y ya. También comprendo que los haya pacíficos, sin querer hacer daño a nadie... y que se dejen dañar por lo mismo. Pero, hablamos de extremos, de polos opuestos, de... joder ¿qué pasó aquí con los puntos medios?
No se trata de ponerse la pintura de guerra ante cualquier ofensa, ni de jamás ponérsela, sino que de saber cuando hay que hacerlo. ¿Qué si me paso el día siendo buena y tonta? ya.. pero alguien explíqueme ¿cómo puedo esperar que el mundo sea bueno si ni siquiera lo soy yo? Ya sé que suena idealista y mucho, pero yo no podría vivir tranquila si no supiera que los hay buenos, si no hiciera mi parte para ello.
Ese para mí es un plan de "supervivencia", el confiar, aunque no lo valga; el creer, aunque se esfuercen todos en hacerme ver lo contrario. ¿Idealista? sí, un tanto, pero prefiero ese idealismo a ser una amargada, a alguien que ve los días pasar esperando nada, prefiero el idealismo a secarme por dentro y apagarme.
Lo siento, pero no comparto tu plan. Para nada lo comparto
A veces ser una "amargada" es una defensa. Estoy cansada de darme por igual a los demás, de emocionarme, de no poner barreras y luego cuando te hieren te hacen más daño.
Si la gente solo esta triste, y los que no lo estamos somos "alfombra" para vapulear de otros, yo prefiero sumarme al mundo.
Te voy a contar algo que he aprendido hace poco: si tú estas alegre y eso a otra persona le molesta, por algún motivo que no alcanzo a comprender, esa persona hace o dice cosas para hundirte. Me lo habían advertido, y yo pensaba que no tenía nada de "enriquecedor" poder afectar al ánimo de otros. Pero sí que lo tiene, y es más, una compañera de trabajo me dijo: "encima a ti cuando se te hace daño se te nota mucho, así que es el doble de divertido".
Pues bien, si hay que ir de amargada por el mundo para que te dejen en paz, una más o una menos no va a notarse tanto...
Podemos dejar lo de ser feliz para ambientes menos hostiles.
:)
Es una opinión, por cierto, interesante debate.
Janendra me pone en aprietos... es demasiado certera con sus palabras...
Tengo claro que ser una amargada es una defensa, ser "arpía" también lo es (y ya sabes mi fama). Pero por lo mismo es que... no sé, miro a la gente tratando de aparentar, usando defensas varias, máscaras y... yo sólo quiero dejar de respirar bajo ellas.
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