La lista del Sirocco.

Ayer estuve en un concierto de "Cosmen Adelaida". Nos invitó el bajo, que es amigo nuestro. Y tengo que decir que tocan de maravilla. Si tenéis algún amigo pintor, poeta, escritor o músico, es importante conocerle en su lado "artístico". ¿Por qué? Porque vais a saber cosas de él que no pueden verse más que en sus obras.
Por ejemplo, yo descubrí que mi amigo -sobre el escenario y seguro que en muchos aspectos de la vida-, es concienzudo, serio y sigue su propio ritmo (¡nunca mejor dicho!). Pero claro, todo eso no lo ves hasta que no tiene un bajo en la mano.
Del mismo modo, en la Universidad, había un chico con el que yo no me llevaba bien. Y creo que él me odiaba. Decía que yo era una ingenua porque fui demasiado rigurosa con los datos de una campaña de publicidad, y él... digamos, falseó los resultados.
Ahora os diría que él llevaba razón y yo no, pero bueno. Que el mundo sea de una manera no significa que yo tenga que estar de acuerdo con ello.
Total, el caso es que ese chico me tenía en muy baja estima, pero un día llegó a clase con el periódico en alto, diciendo que "vaya carta tan estupenda habían escrito". Era una carta denuncia, una carta irónica.
La había escrito yo.
Cuando se enteró se negó a creerlo.
- No, tú no eres así -dijo.
Empezaba por "Solo para alumnos intrépidos...." y al más puro estilo de Mendoza venía a denunciar que nuestro precioso aulario (inaugurado un año antes por motivos políticos y sin persianas ni calefacción), era una estafa. Mi compañero dio por sentado que aquella no podía ser yo. La carta armó un revuelo estupendo. Y en una semana ya teníamos ciertos servicios reclamados. Supongo que fue por el alcance del periódico.
Ayer cuando llegamos a la Sala Sirocco nos preguntaron:
- ¿Venís por el macro-cumpleaños o por los conciertos?
- Somos amigas de un miembro del grupo Cosmen.
La chica de la entrada mira un folio doblado.
- Ah, entonces, ¿estáis en la lista?
¡¡La lista!! Había una lista. ¡Pues claro! ¡Seguro que estábamos en la lista! ¡Que emocionante!
- ¿Nombres?
Se los dimos.
La chica repasa su lista. Desilusión.
- Pues no estáis.
Esto es deformación profesional: en ese instante me pasaron por la cabeza todos los anuncios de perfumes en los que aparecen listas y rechazos en bares de moda. Eso duele.
Pero lo mejor fue la pregunta de mi amigo, al rato:
- Ah, pero, ¿queríais estar en la lista?
¡Hombres! Os diré una cosa de los treintañeros. Cuando tienes dieciséis años parece que en el tema de salir "el ser guay" se mide por la cantidad de alcohol que bebas y lo muy tarde que regreses. A mi edad el ser guay se mide por ir a bares alternativos, tomar cerveza (del botellín) mientras hablas con un músico y, si eres chico, llevar camisetas de cuadros con gafas de pasta o camisetas "guays" street urban fashion.
¿Qué significa? Significa que no es casualidad que lleves zapatillas al bar. Lo haces porque "eres molón".
Y si puede ser, déjate barba de dos días. Dices algo así como: "parece que soy moderno y transgresor y todo me da igual, aunque en el fondo me he pasado una hora frente al espejo del cuarto de baño".
Lo pasamos muy bien.
Los amigos de mis amigos eran muy simpáticos. Como me gusta escuchar, aunque soy tan despistada, (y ahora veréis porqué), cuando nos invitaron a seguir de copas dije:
- Otro día, así a ver si conozco a "Fulanito". Porque desde que conozco a mi amigo, lleva años hablándome de Fulanito y Menganito. Fulanito esto, Fulanito lo otro...
El tal "Fulanito" es un sobrenombre muy gracioso. Por eso me acordaba.
Mi amiga se echa a reír.
- Nelly... ¡él es Fulanito!
Al parecer el tipo con el que llevaba hablando media hora era... bueno.
- Me alegra de que ya me conocieras sin haberme visto.
- Ya está -dije, roja como un tomate-, cuando tenga una presentación literaria estás en la lista de "no podrás asistir".
Mi amiga se echa a reír más.
En esa lista está mi jefe, unos cuantos compañeros de trabajo, una amiga no sé, no sé, y ahora ellos.
- ¿Por qué no?
Pues porque no. Porque cuando me pongo nerviosa me doy golpes contra las cosas, riego plantas de plástico, me equivoco de parada de autobús, y tengo un montón de tropiezos.
A decir verdad, ¿quién ha dicho que yo vaya a hacer presentaciones literarias?
- Pero si lo vas a hacer muy bien -aseguró mi amiga-, eres una persona que transmite muchas cosas...
Mejor contrato una actriz y que haga las presentaciones por mí, jejejejej.
Nelly ;D

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