Una de mis partes favoritas de la película "Dentro del Laberinto" (si la habéis visto, seguro que la recordáis), es cuando la protagonista dice: "eso no es justo" y el malo replica: "siempre dices eso, me pregunto de dónde has sacado tu idea de justicia".
Me hace mucha gracia esa escena...
Mi idea de justicia pasa por la base de que el esfuerzo conlleva resultado. Siempre lo he entendido así. Es más, incluso tengo la firme creencia de que todo tiene una forma de hacerse (de hacerse bien), y si conocemos esa forma, podemos solucionar cualquier situación.
Pues bien, tal creencia me lleva inevitablemente a pensar que si no soluciono algo, es porque no sé la manera y que eso es responsabilidad mía. Hasta cierto punto, es verdad. Puede que sea una concepción un poco dura pero... me parece correcta.
Lo malo es que no es cierta.
Y me he dado cuenta hoy (quizá con unos años de retraso...) Es decir, imaginaros que yo tengo que hacer un examen... y suspendo. Tengo dos opciones, puedo enfadarme durante meses porque no estudié lo que debía de estudiar... o puedo preguntarme a mi misma si hice todo lo posible. Y en tal caso, ¿queda algo que reprochar?
No. No queda nada.
No puedo tener todas las respuestas, mal que me pese. Ni puedo enfadarme por no tenerlas. A veces se acierta, a veces nos equivocamos. No puedo ser tan perfeccionista, ni tan exigente. Para mí lo importante es esforzarse.
¡Caramba, lo que he aprendido hoy!
Salu2!!
Nelly.