Noche en blanco.

No puedo dormir.
Y eso que he salido un rato a distraerme y charlar...
Hoy me han dicho una frase curiosa: "Cómo debías ser de pequeña"...
Estaba medio adormilada y me he puesto a pensar... pues hombre, en aquella vez que una profesora en prácticas pidió a mi profesora de literatura que pusiera orden porque yo tenía un ataque de risa tremendo. Y tras mirarme, mi profe se echó a reír también, y contestó:
- Déjala, que es imposible. Que haga lo que quiera... mientras saque buenas notas.
Y yo lloraba de la risa.
Sólo estaba quieta cuando estaba leyendo...
O la vez aquella que fuímos de excursión mis amigas y yo (en plan pelí de los Goonies), y en pleno ataque de risa una de ellas tocó una verja de metal y dijo: "Oh, no, que me descotruco", jajajajaja, ¡qué has dicho????...
O la vez que, en el mismo escenario, un año después un chico y yo derramamos un refresco sobre la manta favorita de la madre de una amiga y pasamos, jajajaja, media tarde ondeándola sobre nuestra cabeza, diciendo "somos un dragón chino", para evitar que mi amiga viera la mancha.
O cuando rompimos una radio y al volver a montarla nos sobraban dos piezas y las escondimos bajo la manta para disimular,...
O lo mejor de todo: el día que nos reunimos todos a contar historias de miedo en casa de una amiga, muy borde, muy borde. Era una niña terriblemente mordaz.
Y tras un rato me puse dos gusanitos a modo de colmillos y le hice una broma a otra amiga mía que pegó un grito tremendo, tiró la manta que hacía de tienda de campaña y casi le prende fuego a toda la casa, jajajajajjaja.
Luego le pedí un vaso de agua a mi amiga, y cuando estaba bebiendo su madre vino a la cocina y se puso un vaso de alcohol. Teníamos once años o así, y mi amiga la borde le dijo: "borrachuza", y yo escupí todo el vaso de agua sobre la encimera. Siguió un momento de estupor y mi amiga gritó:
- ¡PUES AHORA LO LÍMPIAS!
Y yo tenía un ataque de risa tremendo... ¿Cómo se le puede decir eso a una madre? Claro que era broma, pero aquella niña parecía... no sé, parecía adulta de pequeña. Era muy mordaz.
También podría decir que ganábamos todos los partidos de baloncesto pero que no había un solo entrenador que no se diera de baja tras encargarse una temporada de nosotras.
Al final el equipo se disolvió por eso. "Sóis campeonas pero nadie quiere entrenaros, volvéis loco a cualquiera. Así que no habrá equipo el año que viene"
Jugaba de alero. Me encantaba ese equipo, éramos las mejores. Nunca elegía el puesto de capitana porque me parecía demasiada responsabilidad. El puesto de alero me permitía atacar y defender y para ser exactos, mi labor consistía en prever qué derroteros llevaría el juego.
Y recuerdo otra vez nos reímos mucho en un desfile en el que una amiga iba vestida de galleta... y como tenía caramelos bajo el disfraz se olvió del baile y pasó media cabalgata comiendo y disimulando...
Que cómo era de pequeña...?
Una incomprendida. Tal que ahora..
Saludos noctámbulos.
Nell.

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