Visitando... VENECIA




¡Venecia es la ciudad de los deseos!
Llegamos a Marco Polo (aeropuerto) a mediodía y nos dirigímos en Alilaguna (un servicio de barcos que une Marco Polo con la isla o península más bien, de Venecia).
Estoy enamorada de Italia.
Hacía calor en el barco, pero al caer el sol casi nos quedamos heladas. Y al día siguiente tuvimos un día de niebla tremendo. Al parecer en Venecia es habitual.
La línea azul del Alilaguna pasó por la isla de Murano, y por la de Lido. Y llegamos a la Plaza de San Marco a las dos de la tarde:



Las míticas columnas junto al Palacio Ducal (en la foto, la fachada situada tras la farola) configuraban una vista preciosa. El barco paraba a una docena de metros del monumento de Vittorio Emanuele II, ¡casi junto al Puente de los Suspiros!
¿Sabéis por qué se llama así? Porque lo recorrían los condenados...
El barco nos dejaba también muy cerquita de la Iglesia de La Pietá.
Caminamos a lo largo de la Calle de Rasse y en apenas dos minutos estábamos en el Campo SS. Filippo e Giácomo, lugar en el que se ubicaba nuestro Hotel.
Ese día dimos un largo paseo hasta el Puente de Rialto, y visitamos el mercado donde encontré algo muy curioso. Había un colgante de cristal que quise comprar hace tiempo. Pero no lo hice porque me pareció caro, y perdí la oportunidad. Bueno, pues ¡allí estaba! ¡Y casi diez veces más barato!
Visitamos San Salvatore, ¡y lo mejor estaba aún por llegar!
Como a las 5 se hacía de noche, (no os imagináis qué frío!!!!), ¡fuímos al teatro!

¡¡Un concierto, chicos, en Venecia!!
Un virtuoso del violín junto con una pequeña orquesta de cuerda que interpretó:

VIVALDI (INVIERNO)
VIVALDI (VERANO)











¡La música en directo es... alucinante! No hay palabras. Emociona.
Después de escuchar este magnífico concierto regresamos al Hotel. Y a la una de la madrugada fuímos a buscar a otra amiga que llegaba a Venecia,...

Al día siguiente...

¡La Venecia de la niebla! Para los que no lo sabéis, en Venecia es habitual que haya niebla, así que al levantarnos, como decía una amiga: "no se ve un burro a dos pasos".
Cruzamos el Puente de la Academia y nos perdimos en el distrito de Dorsoduro, zona de marcha en la que nos tomaríamos una cerveza esa misma noche.
Visitamos Santa María de la Salute:


Y subimos por esa orilla del Gran Canal hacia La Ferroviale, donde cogimos el vaporetto para recorrer el Gran Canal viendo todos los "palazzos".
Bello.
Bellísimo.
Decadente también, pero curioso. Comimos en los alrededores de la iglesia de San Zacaría:



Y luego callejeamos hasta llegar a una avenida un poco más comercial. Fuímos a misa (en italiano), en una iglesia impresionante (como todas, la verdad). Y callejeamos más, vistando plazas y palacios, hacia la Iglesia de Santa Margarita. Allí compramos entradas para un ballet opera.
¿Qué os puedo contar de la Ópera? No había estado nunca. Ni remotamente pensaba que una soprano pudiera hacer eso que hace con la voz. Daban ganas de llorar de lo buena que era. El sitio era pequeñito pero os aseguro que los artistas te ponían la piel de gallina..


Cenamos en los alrededores de Fontego, donde unos chicos muy guapos nos dijeron qué cerveza se debe tomar en Italia. ¡Eran muy simpáticos! Si bien terminamos tomando Heineken, jijiji, porque yo sólo le entendí "piccolo?" a la camarera.

Los italianos.

Son simpatiquísimos. Uno de los conductores del vaporetto nos quería tomar el pelo...

¡Decía que su barco no iba a San Zacaría, sino a Lido! ¡Y luego empezó: "próxima parada San Marco!" "próxima parada Rialto!" "¡¡próxima parada Madrid!!". Jajajaja...
A mi amiga le decía: ¡¡qué condujera ella!!
Nos enseñaron palabras: picolo, bujardo, bona sera, bon giorno, domenica, etc. Pero no sé cómo se escriben estas palabras. Si hablas despacio, te entienden perfectamente, y nosotros a ellos. Qué gente tan cercana y tan maja nos encontramos. Incluso hubo desconocidos que nos saludaban desde los balcones de los palazzos...


Y el último día,...
El domingo nos levantamos temprano. Había niebla, pero menos. Despejó, al menos durante unas horas. Aprovechamos para subir al campanile de la Catedral de San Marcos. Y sacar unas fotos de la ciudad:


CON NIEBLA PERO ALGO SE VEÍA.

También visitamos La Fenice, que es como la ópera más famosa de Venecia. Luego regresamos la Piazzale Roma (donde estaba la Ferrovia que nos lleva al aeropuerto, ¡porque perdimos el Alilaguna! Chicos, los italianos son puntuales, no como, ejem... nosotros). Pero fue un golpe de suerte en verdad, ya que el día levantó y pudimos ver los Palacios otra vez, pero sin bruma.


Un viaje maravilloso.
Nelly.

ALBUM DE FOTOS, PAISAJES Y CURIOSIDADES DE VENECIA (ATENCIÓN A LA FOTO DEL CARTEL, JAJAJA, TODOS LOS CAMINOS LLEVAN A SAN MARCOS)

¡¡no os imagináis, SOY TAN FELIZ QUE no cabe en la PÁGINA!!

2 comentarios:

Camila dijo...

Me encantaría poder pasar mi luna de miel en esa ciudad. Desde pequeña he querido conseguir un hotel barato en venecia que me permita conocer esa ciudad, pero aun no he podido ir. Ojala que pueda llegar allí, luego del casamiento y disfrutar con mi pareja

Nelly dijo...

Te deseo de todo corazón que visites esa ciudad mágica, ¡¡ya verás que cartel tan gracioso hay para ir a San Marcos, en todas direcciones, jajajajaj!!
Es linda.
Un beso,
Nelly

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