El extraño caso del Ciclamen de noviembre...

La primavera pasada me compré un ciclamen. Es la flor de las celosas. Por aquella época, echaba unas flores rojas, que de tan brillantes, ya daban una idea de la envergadura de mis celos, jajajajja...
Pero claro,... con el tiempo se me pasó y la planta empezó a echar flores blancas. Un cambio bastante radical, por cierto. Lo extraño es que se ha pasado el mes de agosto echando flores, el mes de septiembre... y el mes de octubre.
Y mirad ahora da flores también, rosas. Para ser exactos tiene siete.
Faltan unas semanas para que empiece a nevar y mi ciclamen echa flores. ¡Pero eso no es lo peor! La tomatera que tengo al lado tiene tres flores amarillas.


¿Sabrán que estamos en el Hemisferio Norte?
Ya que tienen tanto interés en ir contra corriente, me he comprado un poquito de abono, y me devano los sesos pensado cómo puedo hacer que dejen de echar tanta flor (especialmente el ciclamen) y echen unas cuantas hojas más. La planta tiene un tiesto muy grande, pero nada, él se queda en su "rincón" y saca flores a tutiplen...


Edito para añadir: al parecer, según las guías de jardinería, el ciclamen también puede dar flores en invierno. Así que puedo decir que tengo un ciclamen atemporal, jjajajajjajajajajajajaja. Y también se llama: Violeta Persa. Uy, qué bonito. No sé porqué, al leerlo me he acordado de mi amiga Olalla García. Ah, importante, lo digo desde aquí, si queréis regalar un libro de novela histórica bellísimo (fijáos bien que pocas veces utilizo esa palabra), elegir "Las Puertas de Seda". Es de Olalla, y es magnífico. "Las estrellas al otro lado del Tigris eran las mismas, sólo que tenían otro nombre" La esclava es un personaje lleno de humanidad.

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