El Arte del Fotógrafo.

Esta historia empieza en el momento que se me rompió el teléfono móvil.

Ya llegaba tarde, y me pareció increíble que justo eligiera ese momento para romperse, pero me pasé por la tienda antes de ir al centro.

- Uff, otra con un Vivaz.

- No funciona -le dije-. Creo que puede ser por el cargador,...

- Si te abro uno para probar te lo llevas.

En ese momento me di cuenta de una cosa. Hay comerciales que no son comerciales. Y, por tanto, no deberían estar en una tienda.

- No es el cargador.

Genial. Me dieron ganas de darle un puñetazo en la nariz a la chica.

- Pero no me extraña que esté roto, porque ese teléfono es lo peor...

Tenía dos opciones, o pelearme con ella o ir a buscar a alguien que supiera tratar con un cliente. Opté por lo segundo. ¿De qué te sirve ir a una compañía a quejarte de un producto y que te digan: "ah, sí, normal, es que el producto que te he proporcionado es una patata"?

Llegué tarde al centro, pero dí con un comercial que sí sabía... de su trabajo.

- No es el cargador y he llamado a la compañía, en cuanto se acabe la batería se acabó, así que... quiero un teléfono perrillero que sirva para llamar, y quiero que sea NOKIA.

El chico sonrió.

- Mira -le dije, enfadada-, no soy de iphones, no me gustan las blackberrys y odio los táctiles.

- A mí también me gustan los teléfonos normalitos.

Ya. Seguro que sí.

- He llamado a la compañía y tengo muy claro lo que no quiero, así que dime que opciones hay...

Entonces sacó un teléfono de su bolsillo.

Vaya.

No iba de coña.

- ¿Ves? -me dijo-, éste es mi teléfono. Y llevo años trabajando aquí.

Me entendía de verdad. No era empatía fingida, era un chico de lo más normal y majo.

- Vale, pues... ¡¡ya sabes lo que busco!! Esta porquería de Sony no da la hora, borra las alarmas, es...

- Es de lo peor -me dijo-, no hay más que quejas de ese teléfono. Casi todos los que vendimos están rotos ya. Esto tiene pinta de ser algún cable por dentro... fallan mucho.

Vaya. Lo de la hora sí que trae cola. Yo, hasta escribí a la compañía.

Y encontramos un Nokia. Pero ... a pesar de tener teclas, ser normal y tener radio, me salía algo a pagar. Y yo no quería pagar. Bastante disgusto tenía por el Vivaz.

-No puedo pagar eso. Se me hace caro. No quiero gastar dinero.

Pasé diez minutos indecisa. No veía la solución.

- ¿Quieres que te valoremos el otro?

"¿Cómo? ¿deshacerme de esta patata que sólo me da quebraderos de cabeza, que tengo que pararme a la sombra para poder ver la dichosa pantalla y que no da la hora,... a cambio de conseguir mi nokia? ¿dónde firmo?"

- Hecho.

- En tal caso, te va a salir por el precio que quieres.

Tengo teléfono nuevo. Nokia. Maravilloooooso Nokia. "Conecting People". Sencillos, útiles, nada de táctiles... nada de smartphones....un teléfono que sirva para llamar. Ains. ¡Qué tranquilidad! Y encima se han quedado con el otro (roto) y el cargador y todo, menos la tarjeta. Un detalle por su parte, porque venía una tarjeta de 8 gigas o no se qué historias y esa me han dicho que es muy buena y que me la quede. El chico podía haberse callado pero no, me ayudó mucho.


Tras eso, ¡¡ya por fin!! pudimos dedicarnos a... las fotos.

Mi amigo, que menuda paciencia, tiene un don especial.

Un don francamente maravilloso. Entiende a la cámara. No es que la entienda, es que hablan el mismo lenguaje.

Y... en sus fotos se ve a las personas. Hace unos retratos maravillosos. Son increíbles. No sólo es una imagen... ves a la gente. No lo sé explicar, pero tiene un don.

Y también había muchas fuentes para fotografíar.

Seis meses estudiando fotografía por mi cuenta y no me enteraba de nada. Vino él y, ¡todo funciona!

- Me gustaría hacer una foto en la que el agua pareciera...

- Una sábana.

- ¡Sí!

¡Clic, clac, chas! Pum. Foto.

Y ahí está.

Una fuente preciosa, unos edificios magníficamente delimitados -aún de noche-, y el agua de la fuente... como una sábana.

Y lo mejor no es eso, lo mejor es que con él entiendes la cámara.

Saqué una foto a otro paisaje. Era de noche, pero el cielo salió azul clarito.

- Mira, fíjate en estas rayitas de aquí. Si aprietas el botón, la cámara te está diciendo si la foto está demasiado sobre-expuesta o no.

- ¡ANDA, LA CÁMARA HABLA!

- Sí, ella calcula. Si quieres compensarlo puedes aumentar el tiempo de exposición o variar la apertura. Vuelves a pulsar y ¿ves? la rayita ha cambiado. A cero significa que es la cantidad de luz correcta.

Y así saqué mi primera foto entendiéndome con la cámara (todos sabemos que sé congelar el agua, pero es lo único que sabía decirle).

- Haz una foto del cielo más oscuro.

Clic, clac, pum.

Tachánnnnnnn!!!!!!!!!

Mi amigo tiene un don. Por cierto, cantidad de gente sale a hacer fotos por la ciudad de noche, es curioso (y al atardecer).

Y él hace unos retratos. No os podéis ni imaginar los retratos que hace. Es que son magníficos. No es una imagen... es la esencia de una persona. De un instante. No sé, pero tiene un don.

Es un pedazo de fotógrafo.

¡Gracias, colegui!

:)

Nelly.

2 comentarios:

Aelo dijo...

¡Genial! tu amigo debe ser todo un artista.
Sobre el móvil, luego de tener uno que hacia de todo menos llamar, bien entiendo tu disgusto. Lo malo es que luego de cambiarlo, la compañía decidió cobrarme más cada mes ¬¬. Así que el martes me toca ir a pelear.

Espero que el nokia no te de problemas y que sigas sacando fotos.

Nelly dijo...

Muchas gracias, Aelo. Yo espero que encuentres una persona que te quiera ayudar, como el chico que me atendió a mí. ¡Peléate con la compañía! Yo les llamé y les dije:
- Me quedan 5 minutos de batería y en cuanto se corte os quedáis sin cliente, así que por favor darme una solución...
¡No dejes que te cobren de más! ¡dales caña!
Un besito con mucho ánimo, ya nos contarás qué tal ha ido...
:) Nell.

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