"El Verdadero Nombre Del Hechizo" (segunda parte)

En el Reino de las Once Colinas, Janendra pronto sería la máxima dirigente. Por ahora era sólo una muchacha de dieciséis años, soñadora y vivaz, de cabellos negros como el azabache, que caían haciendo tirabuzones hasta el final de su espalda.

Tenía los ojos más bellos del mundo. Parecían estanques oscuros en medio de un bosque tranquilo. Y cambiaban de color: al alba eran verdes, durante el día turquesas y por la noche eran negros. Decían que era hija de un mago. Aunque en realidad nunca se llegó a saber. Todo lo que sabían los oriundos de aquella tierra es que un día Nelly se marchó, pero les envió a Janendra. Dijo que era su amada hijita y que al crecer se ocuparía de todo.

Algunos dicen que Nelly se fue de vacaciones con el padre de Janendra, su enamorado.
Otros, que dejó la corona y ahora vive apartada en una casa de alguna villa cercana a un lago, ejerciendo labores de artesanía y costura. Los más audaces aseguran que Nelly viajó a otros mundos, a recoger historias para volver y contárselas a su pueblo.

Sea como fuere, todos estuvieron contentos pues Janendra era una futura reina muy hermosa y dulce.

- Sed bienvenidos a mi castillo –dijo a la trovadora y al que presentó como su sirviente.

Chihiro
, el mago oficial del reino, estaba en pie a un lado del trono. Su figura era alta y delgada como un junco. Nada más presentarse, miró a Pantacruel con curiosidad. Luego se mesó la perilla blanca y se rascó una oreja. De nuevo volvió a mirar al villano. En la vida había visto un sirviente tan musculoso. Más parecía soldado que sirviente.

Mercenario, quizá. Y muy avezado en la lucha, pensó.

Janendra se aclaró la garganta, interrumpiendo sus reflexiones.

- Mi Consejero Real, el Mago Chihiro, os guiará hasta vuestros aposentos.Quedaban meno de una semana para la siguiente luna llena, y por tanto, el tiempo de Pantacruel se agotaba.
GRACIAS A AELO (LA TROVADORA) RECUPERAMOS PARTE DEL CUENTO PERDIDO:
II
Pudiera parecer sencillo para un villano el desenfundar una daga oculta en sus ropajes de sirviente para hundirla después en el corazón inocente de una princesa desprevenida. Pero no sólo los guardias apostados en la puerta del salón del trono serían luego un problema para Pantacruel. Incluso una vez recuperada su despiadada maldad, tenía que pensar también en el mago.
Chihiro era, con mucho, el ser más poderoso de todos los presentes en aquella estancia. Janendra desconocía su pontencial, lo cuál la hacía aún más hermosa a los ojos del villano. Una víctima apetitosa, sencilla. Y Aelho poseía unas artes versadas en la palabra, que consutituían un arma tan afilada como una espada.
- Estos son vuestros aposentos -dijo el hechicero, señalando dos puertas a ambos lados del pasillo-. Espero que sean de vuestro agrado,...
A medianoche, Pantacruel se deslizó sigilosamente por el pasillo, rumbo al ala oeste, donde un corredor discurría por encima de los jardines que la princesa veía desde su habitación...
III
...apartó la celosía, se asomó con cautela al exterior y buscando dónde agarrarse, comenzó a trepar audazmente hasta la ventana de los aposentos de la princesa.
Todo esto, aunque sin saberlo, bajo la atenta mirada del mago Chihiro que con un chasquido de sus dedos se evaporó en el aire para materializarse en la alcoba de Janendra, convertido en un cojín.
Desde su nueva condición de mullido complemento decorativo, el mago vio a Pantacruel acercarse a la cama, apartar el dosel e inclinarse con las manos como garras, dispuesto a estrangular a la doncella.
Pero he aquí que entonces ocurrió algo extraño. Un rayo de luna jueguetón se reflejó en un espejo de la alcoba, iluminando después el rostro pacífico de Janendra. En el instante en que la princesa, de expresión marmórea, abrió los ojos y su mirada añil se clavó en las pupilas del guerrero, Pantacruel titubeó.
Confuso, se detuvo en su gesto amenazador, retrocedió después y golpeó sin querer un jarrón que se hizo añicos en el suelo.
- ¿Quién anda ahí? -se oyó decir a la guardia.
Pantacruel giró sobre sí mismo, veloz como el viento, y encaramándose a la ventana volvió a salir al exterior, con tan mala suerte que tropezó, cayó y fue a aterrizar sobre un matojo de espinos.
El mago Chihiro recuperó su forma humana y acercándose rápidamente a la princesa Janendra, le puso una mano en el hombro y le susurró con voz hipnótica:
- Dormid ahora, y no recordéis nada al despertar.
Después, volvió a chasquear los dedos y desapareció. Cuando los guardias abrieron la puerta en tropel, espadas en ristre, hallaron a su princesa durmiendo tranquilamente y no repararon en el cojín de estrellas situado sobre un cofortable sillón junto a la ventana.
Se asomaron al exterior, presurosos, y otearon los jardines en los que se agazapaba Pantacruel, que se tapó la boca con la mano para evitar gritar mientras se arrancaba las espinas clavadas por todo su cuerpo.
IV
Al día siguiente, Aelho comprobó que su sirviente era incapaz de sentarse a desayunar sin lanzar pequeños aullidos de dolor.
- ¿Habéis dormido bien? Parecéis un poco...magullado.
- Metéos en vuestros asuntos -fue la desábrida respuesta.
El mago Chihiro caminaba de un lado a otro de sus aposentos, mientras se peinaba la larga perilla con los dedos ágiles de su mano. "Algo extraño hay en todo este asunto", se repetía, "algo muy extraño".
Había consultado el oráculo y había descubierto que su invitado no era otro que el temible Pantacruel. El villano. El asesino. El mata-dragones y demás atributos. Pero, ¿qué hacía en el castillo? ¿Lo había mandando alguien a matar a Janendra? ¿Por qué? La princesa no había hecho mal alguno. Ni siquiera los ogros querían perjudicarla. ¿Por qué aquel hombre sí? Y lo que era aún más intrigante, ¿por qué no había logrado su objetivo?
Marta, una de las damas de la corte de la princesa, interrumpió sus pensamientos llamando a la puerta quedamente.
- Aquí está lo que me habéis pedido -dijo, depositando un grueso tomo de páginas polvorientas sobre un escritorio-, "El XVCIII Recopilatorio de Historia, del Duque de Grifols".
- Gracias, Marta -respondió el mago-, podéis retiraros.
La bella Marta, de frondosa melena rizada y ojos verdes, abandonó la estancia y volvió a sus tareas.
El mago Chihiro abrió el tomo y comenzó a pasar las páginas.
- Hete aquí -dijo-, "La Verdadera Historia del Villano Pantacruel", sección cuarta, página dos mil trecientos setenta y siete.
Sabía que el Duque de Grifols estaría escribiendo en ese preciso instante un tomo similar, en que narraba lo que acontecía en le reino de las once colinas. Incluidos los hechos que tenían lugar en aquella habitación.
- "El villano Pantacruel nació en la Villa de Salamantina -leyó el mago-, cerca del mar, siendo su padre Arturo de Melana y su madre Alseide de Navarmero. El primero era músico, la segunda se dedicaba a la danza y el canto. Cuando su ciudad natal fue asaltada por bárbaros, en el mil doscientos cincuenta y dos de nuestra era, Alseide escondió a su hijo entre sus ropas y huyó con él hasta el Monte del Olvido. Una vez allí, lo abandonó con la esperanza de librarlo del asedio, en la frontera de las tierras de los Badrus. Un lugar tenebroso en el que nadie se aventuraba, ni siquiera los invasores más intrépidos. Después, Alseide fue apresada y llevada junto con su marido a un país extraño. Cuestión que no atañe ya a esta historia.
" Según cuenta la leyenda, el rey de los Badrus, llamado Badruslord, encontró a la criatura en los lindes de su territorio.
"Badruslord buscaba un mortal que sacrificar al caprichoso espíritu de la noche y pensó que el destino lo había guiado hasta allí para que encontrara al niño con tal efecto. Mas cuando el pequeño yacía dispuesto, en el altar de la ofrenda, su hija Lin interrumpió la ceremonia y le rogó que se apiadara de él.
Lin era mestiza. Su madre había sido humana. A pesar del cariño de su clan y de los cuidados de su padre, solía sentirse muy sola debido a sus diferencias. La niña era más baja, menos rápida y ágil que los de su especie. Badruslord conocía su tristeza y como la adoraba decidió perdonarle la vida al humano, para que fuera su compañero de juegos.
Pero al espíritu de la noche no le gustó aquel giro de acontecimientos. Por aquella ofensa ocurrida a los pies de su altar, hizo elegir a Badruslord entre perder sus poderes o la inmortalidad propia de su pueblo. Él decidió que de nada le servía una vida entera si no contaba con el afecto de Lin, ni tampoco ser el más poderoso de su raza si no podía abrazar a su hija. Al final entregó sus poderes a cambio de poder verla feliz con el muchacho."
- Fin del capítulo -leyó Chihiro.
O sea, que Pantacruel vivía gracias a Badruslord. Y Badruslord no tenía poderes.
- Mmh, un secreto interesante. Así que ha entregado su magia al espíritu de la noche a cambio de la vida del mortal del guerrero.
Pero, ¿qué tenía que ver todo aquello con Janendra?
Se puso a pensar y recordó la expresión en el rostro de Pantacruel cuando vio a la princesa. A la luz de aquel momento una idea se abrió paso en su mente. ¡Claro, estaba enamorado de ella!
- Y eso no le habrá gustado nada a Badruslord.
Encasquetándose el sombrero de pico salpicado de estrellas, Chihiro se asomó a la ventana y llevándose una mano a la boca emitió un profundo silbido que se perdió entre las nubes. Al poco rato, una arpía más grande que cualquier humano llegó hasta la torre del castillo donde vivía el hechiero.
- ¡Rápido! -le dijo, saltando a sus espaldas-, ¡¡llévame a ver al Duque de Grifols!!
CONTINUARÁ...

15 comentarios:

Aelo dijo...

Nelly, empiezo a pensar que tienes un lado sádico en algún sitio. ¿Cómo puedes torturarnos así? ¡yo quiero saber que pasará luego!

Nelly dijo...

Tengo un lado sádico, pero consiste en enamorarse de quien no debo y darme de cabezazos cada vez que intento comprender un contador de agua...o las instrucciones de la declaración de la renta...

Por lo demás,... soy de lo más dulce ^^

No puedo contaros más del cuento porque todavía no sé cómo acabará. ¡Miento! Sé el final, pero me falta ... un ligero toquecito. Además, intento introducrir a "Arturo", y le iba a nombrar rey, jajajajaja, pero me arrepentí enseguida.
;)
Besos,
Nelly.

Aelo dijo...

Hmm, entonces sadomasoquista :P

Tendré que esperar T_T

Janendra Cien Pájaros dijo...

¡Cuanto misterio! ¡Espero vivir otros dos capítulos más! Y encima soy tan joven *-* se buenita Nelly y continúa pronto.

Nelly dijo...

¡¡Tengo ganas de seguir con las aventuras de Pantacruel!!
A ver si los líos cotidianos me permiten sentarme a escribir un ratito esta semana :) Yo creo que sí. Me divierto mucho imaginándome la historia.
(Os cuento un secreto: saqué a Pantacruel de un anuncio de Thor, la pelí) ¿No sería un villano hermoso?

¡¡¡Mírale que mono!!!:

http://2.bp.blogspot.com/-JRvLtUksu2U/TWRXnqzJhYI/AAAAAAAAAHk/x1tpWBOSvC0/s1600/Thor%2BRomantic%2B%25281%2529.jpg


No lo he ido a ver, lo mismo la veo y no me gusta nada. Pero entre eso, y la forma de escribir de Panta (nuestro lector) pensé... mmmmh, tengo que hacer a alguien muuuuuy interesante.
Besos,
Nelly.

Anónimo dijo...

!La historia me esta encantando!
Villano malísimo, preciosa princesa, Trovadora intrépida. (me encanta la Aelho)
Por cierto, ¿se sabra a quien ama Lin? Espero que sea guapo, por la cuenta que me tiene!!
jijijjij
Me lo estoy pasando en grande pensando en que pasara.
Y como dice Janendra Cien Pájaros:
Se buenita y continua pronto!!
Besotes.
Lin

Janendra Cien Pájaros dijo...

Joder que fuerte T_T yo lo leí en la mañana. ¡Estaba próxima a fenecer! Ánimo Nelly ¬¬ ¡ni bloguer podrá contigo!

Aelo dijo...

Ahora a tener paciencia, no queda de otra.

Aelo dijo...

II
Pudiera parecer sencillo para un villano el desenfundar una daga oculta en sus ropajes de sirviente para hundirla después en el corazón inocente de una princesa desprevenida. Pero no sólo los guardias apostados en la puerta del salón del trono serían luego un problema para Pantacruel. Incluso una vez recuperada su despiadada maldad, tenía que pensar también en el mago.

Chihiro era, con mucho, el ser más poderoso de todos los presentes en aquella estancia. Janendra desconocía su pontencial, lo cuál la hacía aún más hermosa a los ojos del villano. Una víctima apetitosa, sencilla. Y Aelho poseía unas artes versadas en la palabra, que consutituían un arma tan afilada como una espada.

- Estos son vuestros aposentos -dijo el hechicero, señalando dos puertas a ambos lados del pasillo-. Espero que sean de vuestro agrado,...

A medianoche, Pantacruel se deslizó sigilosamente por el pasillo, rumbo al ala oeste, donde un corredor discurría por encima de los jardines que la princesa veía desde su habitación...

Aelo dijo...

Me debes un café ^^

Nelly dijo...

AH, AELO, ERES UN ÁNGEL!!!!
Gracias, gracias, gracias...
Esta tarde lo continúo... o incluso ahora....
Jo, gracias.

Aelo dijo...

¿Ángel? ¿ÁNGEL? ¡arpía y a mucha honra!

Acabarás con mi reputación

Nelly dijo...

:) jijijiji...

Janendra Cien Pájaros dijo...

*0* eh sobrevivido otro capítulo, aunque por los pelos. Ese pobre Panta, se lo tiene merecido xDDDD mira que intentar matarme mientras duermo ¬¬ que lo haga cuando este despierta ¡y veremos de a como nos toca! El mago cojín fue un detalle simpatiquísimo xDDD

Anónimo dijo...

Ya empiezo a entender por donde van los tiros ...
Queremos más nelly :)
Está muy interesante...

La pobre Janedra está viva de milagro... lo va a pasar muy mal durante la historia, pero seguro que luego tiene recompensa :)

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