Nada tan bonito como disfrutar de la Plaza do Obradoiro sin agobios, ni empujones. Nada tan atípico como entrar en la Catedral de Santiago sin esperar colas. Poder disfrutar de la arquitectura, el misterio y el encanto de uno de los lugares más emblemáticos de España, dando un agradable paseo.

Pero he aquí que tras los gruesos muros aguardaba una sorpresa mayor.Cuando mis amigos y yo vimos la entrada a la tumba del apóstol sin ninguna cola, pensamos que era nuestro día de suerte. Bajamos a la catacumba, donde había un pequeño lugar para arrodillarse, un señor rezando y el relumbrante ataúd con los restos del santo.

No sé si de pequeños frecuentábais u os llevaban a alguna Iglesia, pero dos de las cosas más propias que tienen es el silencio y el olor característico a cera quemada. Luego ese tipo de ofrendas se sustituyeron por velas eléctricas. No era tan auténtico pero una pensaba, bueno, por una limosna das algo de luz.

Para lo que no estábamos preparados era para la modernidad de la iglesia.

De pronto nos giramos y no damos crédito a lo que ven nuestros ojos. Ni cirios, ni velas eléctricas, ni cajones de limosna, ni flores, ni ruegos. No.

“Envía vela al 2500”

Y una pantalla de ordenador debajo con cirios más falsos que la sonrisa de un presentador del corazón.Al consiguiente silencio, que nada tenía que ver con la religiosidad sino con el estupor, siguieron una serie de risas contenidas y la más lógica de las preguntas de uno de nuestros amigos:

- Oye, ¿Dios de qué compañía de móvil será?

- jajajjajajajajja…. No tengo ni idea. Yo solo sé que toma el mismo café que George Clooney.

Y a los propios católicos allí arrodillados les entró la risa. Yo creo que hasta el mismo Santo nos miraba con benevolencia desde el cielo, tan escandalizado como nosotros pues… ¿¿¿a quién se le ocurre instalar semejante horror en su tumba???

¿Qué será lo siguiente? ¿Envía “Padrenuestro” al 2255?

Yo creo que alguien de arriba le debió gustar nuestra ingenuidad pues el tiempo aguantó sin llover mientras visitábamos las ruinas celtas do Monte O Facho. Un de los lugares más hermoso de la Costa de la Vela. Y fue justo bajar de la montaña y ponerse a diluviar.

Y para los que fueron nuestros guías: que sepáis que no os echaré nada de menos, ni a vosotros ni a mi ... poco o nada querida Galicia.

Le hago fotos a las cosas que no me gustan nada para recordar lo poco que me gustan....

;) Nelly.