El sueño de las maletas.
He soñado que estaba realizando unas gestiones y cuando me daba cuenta, tenía unas cuantas maletas por el suelo, llenas de cosas. Yo noté (iba con una conocida mía) que no iba a poder cargar tantas cosas. Mi amiga me dijo que me echaba una mano (es conocida, no es amiga cercana) y yo pensé: "Bueno, venga, vale", aunque en realidad pensaba: "Hay demasiadas, debería pedirle que se quitara del medio".
Empecé a recoger. De lo que no me di cuenta en el sueño es de que las maletas se multiplicaban. No me di cuenta, estaba tan ocupada en meter zapatos, libros, ropa, bufandas, cuadernos, estuches, abrigos, botas, portátiles, útiles para escribir,.... en cajas y bolsas y maletas que no comprendí que realmente estaban apareciendo sin más.
Entonces llegaron tres chicos y empezaron a leer mis cosas personales.
-¡EH! -grité.
Mi conocida se había quedado a un lado, también.
-¡¿Qué hacéis?!
El chico estaba cotilleando TODA mi agenda. TODA. La cerré de un manotazo.
-Vaya -me dijo-, es curioso lo que consideras una ofensa.
¡AAAARGH!
-Oye, ¿quiénes sois?
No presté mucha atención a la respuesta, dado que tenía que meterlo todo en cajas y ordenaba con frenesí. Uno le dijo a otro algo sobre que no había dormido o no se qué cosas, mientras mi amiga-conocida, se puso a hablar con ellos.
Otro empezó a pasar año tras año en mi colección de calendarios. Adoraba esos calendarios. Pero ahora no podía prestarles atención.
Entonces vi que en una estantería había un objeto curiosísimo. Era un libro diminuto, escrito en papiro, d forma muy extraña, de color... no sé, ese papel era rarísimo. No parecía papel, es como si lo hubieran escrito en otro material hecho de hilos, yo que sé. Es papel antiguo. Así que me aupé y trepé en las estanterías para cogerlo. A su lado había....un cesto raro antiguo y a su lado una especie de... disco rarísimo con inscripciones. En el tomo del libro ponía algo, en letras raras.
¿Árabe? ¿Pero esto qué es?
Lo observé y manoseé a mi antojo.
Me pareció reconocer algo que me hizo pensar que al Actor le encantaría así que me lo llevé. Si estaba allí, ¿iría a alguna de mis maletas, no?
-¿Qué haces?
A veces, el propio sueño me habla.
Y os digo algo: tiene una voz poderosa, no porque se pueda definir, sino porque te habla "el todo".
-Me llevo el libro -contesté.
-Eso no es para ti, Eva.
Este sueño no solo me habla, ¡me llama por mi nombre!
Bajé el libro de la estantería. Obstinada en llevármelo.
-Bueno, solo quiero sacarle una foto. Le va a gustar mucho a...
-No cojas cosas que no son para ti. Eso no es para ti.
-Pero... -protesté-, pero si solo es un libro.
-Ten cuidado.
¡¡¡Pero si solo es un libro!!! ¡¡¡Un libro raro!!!
El disco que había junto al cesto y al libro,... el disco lleno de inscripciones... se cayó. Miré el estante.
-Devuélvelo. Vas a enfadar a ...
¿¿¿A quién????
¿A quién? ¿Al cesto? ¿Al disco? ¿El disco es alguien?
¡jopetas! ¡Es un libro muy bonito!
Si os soy sincera, se me ha olvidado un poco esta parte que sigue, no sé si me llevé el libro o no. Pero sí lo que pasó después (no era mío, aunque yo me empeñara en que si estaba allí, es que lo era):
-¡Llego tarde! -y era verdad, tenía una cita médica-, ¡a ver! ¡Echadme una mano todos a cargar maletas!
Había una fila enorme, surrealista, totalmente incoherente, de bolsas y maletas.
Los tres chicos y mi amiga se miraron.
-¿Qué? ¡Me ayudáis o qué!
Se pusieron a hablar de bufandas, abrigos, que qué era una maleta, que... ¡AAARGH!
-¡Quita, fuera! ¡Todos fuera! ¡Venga, largo de una vez!
Allá que voy, agarro la primera maleta. La abro para comprobar. Piedras. Muy bonitas, de colores. Bellísimas. Pero, ¿las necesito?
-¿Piedras?
Agarro la segunda: zanahorias.
-¡JAJAJAJAJAJJAJA!
¡Jajajajaj! Me da un ataque de risa allí mismo.
-¿Zanahorias? ¡Oh, venga! ¡Esto se queda aquí! ¿¿¿Por qué puñetas me voy a llevar unas zanahorias??? ¡No es importante!
Agarro la tercera bolsa: zapatos.
-¡Fuera, son viejos!
La cuarta bolsa: una hermosa colección de pegatinas.
-¡Oh, venga ya!
De las siete maletas o más que miré, ninguna tenía nada. Nada importante.
Entonces lo comprendí: ¿Pero qué hago? ¡Todo esto es absurdo! ¡No tengo que ir cargada con todas estas cosas, solo tengo que llevar conmigo lo que necesito!
Me desperté.
Como sueño ha sido inquietante. Mucho. Lo de las zanahorias y el contenido de las maletas realmente una filigrana del subconsciente. Ahora, como Enseñanza... reconozco su valor. Porque justo antes de despertarme, pensé: no te lleves nada. ¡Nada! Tres horas ordenando maletas y la cosa no va de cómo llevarse las maletas, sino de no llevárselas. El sueño iba de no llevarse las cosas. De soltar. Incluida la preocupación por esa "vieja amistad" que ya no era tan amiga.
Madre mía.
Qué esfuerzos se toma mi cerebro para conmigo. ¡Jajajajja!
3 comentarios:
¡¡Venga ya!! Acabo de ver LOS SÍMBOLOS del libro del sueño en un frasco de perfume. Llevo 4 meses indecisa y voy y veo LOS DOS símbolos árabes en un perfume. Las letras del lomo del libro. A ver, esto es de broma o vivimos en un videojuego. 🤣 vamos, parece El Atlas de las Nubes. ¿Qué hago? ¿Lo compro a ciegas?
Lo he comprado. Cielos... ¿Y si alguien se enfada como advertía el sueño? Espera, voy a ver si logro traducir las letras...
🤪 vale, significa "bondad agradable" 🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣. Muy bien, Universo, gracias por encontrar mi perfume ideal 🤣🤣🤣🤣🤣🤣 y mostrármelo en un sueño de maletas. Lo he comprado a ciegas así que a saber.. por lo menos dejo de buscar.
Publicar un comentario