Hace mucho tiempo yo le hablé a un amigo mío de una meditación con cuencos tibetanos y lo increíblemente extraña que era la experiencia.

Por mi cumpleaños, de repente, me regaló un cuenco. No uno de decoración, sino que fue a una tienda de música a buscarlo.

Poco después yo me puse Netflix y lo comenté con los amigos.

Ese año, por Navidad, me regaló 3 meses de la suscripción.

De todos mis amigos, es el que hace los mejores regalos. La clave es que te escucha.

Una vez iba caminando y nos encontramos con una tienda de juguetes; pasamos a verla y estuve curioseándolo todo.

Poco después me regaló una pieza de puzle. Una clave de sol que atrapa una nota semicorchea. El regalo era de esa tienda y además lo hizo porque le apetecía. Usé ese regalo para dejar de pensar en el actor cuando sentía que le echaba mucho de menos. Si era capaz de sacar la nota y de-sa-tra-par-la seguro que encontraba una solución a mis sentimientos.

Lo más bonito de comprar regalos es el tiempo que empleas en buscar lo que más le pueda gustar al otro, y que el regalo sea realmente bueno depende de lo mucho que te acerques a su gusto y no del precio.

Pero, ¿cómo acertar? Te tienes que fijar mucho en lo que se fija esa otra persona. Qué tipo de ropa lleva, qué cosas quiere aprender, qué le gustaría... y también en qué suele regalar. Mucha gente regala lo que quiere comprar para sí, pero no se atreve. Esto no es un buen regalo. Cosas que te gustan pero que no comprarías y dices: "ah, pero se lo compro a Menganito". Pues no, mala elección. Si tanto te gusta, ¿por qué no lo compras para ti? y ¿si no lo compras para ti, por qué se lo regalas a otra persona si tú misma no estás convencida? Me refiero a esos objetos inútiles que compras porque son bonitos pero no quieres para ti porque sabes que son inútiles y por tanto los compras para regalar. Mala idea.

Yo tengo un amigo que tiene de todo. Ya le he regalado "packs" de aventura, de cena, de spa, jabones, ropa, etc... se acaban las ideas. Este año, pensé: ¿Pero qué le gusta? Todo lo que le gusta, lo compra. Luego en esas... no voy a llevar yo la delantera.

Así que recordé lo que hace cuando camina por un centro comercial ^^ entonces ve cosas que le gustan pero no las compra pero esas cosas le atraen mucho. Y cuando las compra se pone contento, a pesar de que no las necesita. 

Su regalo de este año va a ir en esa dirección.

A otra amiga le compré lo mismo que compré para mí. Y eso es que me gustaba tanto que iba con idea de regalarlo y entonces compré dos iguales. Para que veáis lo mucho que me gusta el regalo.

Luego está la estrategia de pedir cosas, que así nunca fallas. Así, una amiga me dijo: "Nelly, quiero esto que he visto en...". Y media hora más tarde, yo estaba en la tienda (pensé, ¿para qué esperar?) comprando el regalo. Por cierto, diluviaba. Quizá habría sido mejor esperar. Con los regalos que te piden, siempre aciertas. Conviene tener uno de esos en la lista. Por ejemplo, yo he pedido calcetines peludos... jajajaj! Porque no ando por casa en zapatillas, desde hace muchos años, ando descalza. Me gusta mucho. Pero para no manchar el suelo, mejor usar calcetines peludos. 

A veces regalar dos cosas hace que el regalo principal parezca que tiene menos valor, o que has comprado varios porque no estabas del todo seguro o segura de acertar, bueno, en ese caso, piensa bien qué dos detalles eliges y nunca compres demasiadas cosas, salvo que la gracia del regalo sea "que haya mucho de todo". Por ejemplo: si regalas una caja llena de pequeñas cosas que sabes que le van a encantar a alguien. Pero esto es arriesgado. A veces, menos es más.

=) la verdadera esencia del regalo es el tiempo, la ilusión y la empatía que inviertes en hacerlo. Si vais con esa intención, seguro que acertáis!!!

Feliz ho ho ho... !