¿Qué es "fluir"?



Hace un tiempo ya largo, ése compañero del que os hablo a veces y que me enseñaba cosas de budismo, dijo una frase:

-Primero tendrás que averiguar qué es fluir para ti.

¿¿??

Me sentó mal leer esa frase, porque cuando no le entiendo, me enfado. Y no sé si eso era un acertijo o qué era. ¿Qué es fluir? Fácil. Los ríos fluyen. Los días fluyen. Los líquidos tienden a fluir... (moverse).

Fluyen las estaciones, los meses, los gases, las mareas, el aire, el viento, el tiempo...

Pasaron meses y meses, meses y meses, meses y meses, y de repente una amiga mía (nueva amiga), tomando unas cervezas, dijo:

-¡Ya! ¡Claro! ¡Vamos a fluir! ¿Pero qué es fluir? Yo soy un asesino en serie, para mí fluir es ¡matarlos a todos! ¡Vamos a fluir, vamos a matarlos a todos!

Y yo escupí la cerveza del ataque de risa que me dio. Estábamos hablando de relaciones.

Y al instante me trasladé a ese momento en el que leí esa frase. "Qué es fluir para ti". 

Me ocurre a veces que me llega una respuesta a una pregunta de manera extrañamente casual.

La primera vez fue en el colegio. Estaba delante de un libro de historia que devoraba y escuché al profesor decir una cosa. Levanté la mano: "¿Por qué prohibieron las capas largas en esos años?" y el profesor contestó: "Para que la gente no se embozara". Y yo miré al profesor y pensé: "¿Qué?", sin entender embozar. Y esto os lo cuento porque casualmente fui a Lavapiés poco después (tiene gracia, al teatro) cuando el teatro me importaba tres pepinos, y Madrid era una ciudad distante, y aquella era la primera excursión que me dejaban hacer en mi vida, y azarosamente me senté en primera fila, y salió un actor seguido de otro a un escenario tan cutre que ni siquiera era escenario, y tan cerca estaban bajo aquella luz azul que alargué la mano y toque la capa -siendo yo una niña-, y pensé que igual esa mezcla no estaba bien; ellos allí, y yo allí, sin límite que separase la historia de mi ser, porque no había barreras. Es decir: me asusté. Y de pronto esos dos actores que iban a rondar a una dama, se encuentran con otro y el que era protagonista de la historia, de repente... de pronto... de improviso... uno enrolló su capa en la muñeca y la levantó.

Y a mí los ojos se me pusieron como platos.

"Ahí va".

Embozarse.

Ahí va.

Sí, señoras y señores, tanto tiempo mirando aquel libro de historia sin entender por qué un alcalde prohibía las capas largas... y de repente la cosa cobraba todo el sentido. De repente, sin más, lo aprendí.

Del mismo modo, "fluir es fluir" y nadie piensa en ello, hasta que Patricia interpreta un papel por casualidad y me lleva al pasado, a la pregunta, y a la conversación con el no profe de budismo.

Y ahí empecé a comerme el coco.

-¿Qué es fluir para ti? -preguntó Patricia al aire. A la noche. "¿Qué es fluir para cada uno?" repitió.

Y os tengo que decir que no tengo ni la menor idea.

Trasladé la pregunta a un amigo. Hoy, tras una semana y media con ese runrun en la cabeza.

-Nell, espera -me contestó-, vuelve a entrar en el ascensor.

Como cada cosa inesperada, le miré con cara de pánico y pensé: "¿para qué?" "¿me mandará para arriba? ¿hay algo en el ascensor...?"

-¡Entra!

-Vale, vale, ya voy. (Pero, ¿para qué?)

-Ahora vuelve a salir.

Salí.

-¿Qué diferencia la primera vez que has salido de la segunda?

¿¿¿¿¿????????

-Nada.

-La segunda vez, has pensado en salir. La primera no. Cuando haces algo sin pensar, eso es fluir.

¿¿¿¿¿???????

Ceño fruncido.

(¿Seguro?)

Sabéis que a veces "miro hacia mi interior" buscando corroborar o rechazo. Pero mi "interior" está mudo. Callado. Ni pío.

-Vamos a ver... pensaba que fluir era resignarse.

-¡No! ¡Jajajaja! -mi amigo se ríe-, no, no es eso.

-Bueno, ¿entonces qué es?

-Es cuando... a ver,... vamos a desayunar y acabamos en el centro tomando otra cosa. ¡Eso es fluir! ¡¿Lo tenías planeado?! ¡No! ¡¿Lo haces?! ¡Sí! Pues eso es, estar en el presente.

(¿Seguro?)

Nada. Mi "yo interior" callado. Así no vamos a ningún lado. 

????

Mirad, siempre que aprendo algo, existe un diálogo interno entre la forma y el algo en sí. Es decir, yo tenía la palabra "embozado" en un libro. Y lo leí, cien veces. Habría recitado el libro de memoria. Pero no fue hasta que ese callejón ficticio creado por dos actores cobro vida delante de mí, cuando lo entendí. Y lo entendí de manera emocional. O sea, lo entendió lo que quiera que exista más allá de las palabras. Que de eso va todo esto. De lo que hay más allá de las palabras. De lo sin palabras. De eso va. 

Los humanos usamos símbolos, palabras y conceptos para referirnos a un mundo de sensaciones que va más allá de las palabras. Y antes de que me ponga existencial, yo no consigo atar fluir a lo que sea que es fluir. No tengo ni la menor idea.

Cuando aprendí a leer, y queda como anécdota, me maravilló que juntar esas sílabas me daba acceso a todo. O eso pensé, o eso le dije a mi interior. Yo pongo "rana" y tú ves una rana. Pero ves al animal. Luego puedo poner Universo, estrella unicornio zapato pie lámpara mesa amor romance alegría sueño viveza felicidad voluntad o lo que me de la gana. No son esas palabras, son rayas negras sobre un fondo blanco. Y, sin embargo, es una voz mente-a-mente.

Vamos, si no te enamoras de eso, jajajaj! Y cada "palabra" es una caja con un significado dentro.

Hoy, el que no me enseña budismo, me enseñó "volición". 

Pero vamos... todo este rollo para contaros que no sé qué hay dentro de la palabra "fluir", en el sentido que Patricia le daba.

¡Saludos! 

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