La mujer del tren.

 Os voy a contar lo que me ha ocurrido viajando en tren hacia Extremadura.

(Sí, ya sabemos que Extremadura no tiene trenes... Pero los hay)

Al llegar a mi asiento me puse los cascos, coloqué mi mochila en la parte superior del lugar destinado al viajero, coloqué tras ella el paraguas puntiagudo, me senté y cerré los ojos.

Yo iba muy, muy enfadada, por razones que no voy a reseñar aquí. 

Al cabo de unos segundos, se sienta a mi lado una señora muy, muy mayor, me toca en el brazo, cosa que considero una falta imperdonable y me dice:

-Llevas cascos, quítatelos, que sino no me oyes. 

(No me diga) 

¿Por qué creéis que llevaba los cascos? Para aislarme. Pero como la señora mayor de pelo blanco y muletas insistía, pensé que igual necesitaba algo. Así que me quité los cascos, ella se sentó, le pregunté que quería y me dijo:

-Es que me acaban de mandar a paseo, y me parece fatal, porque siempre defendemos a los de fuera y ellos no... 

A ver. La señora se refería a Thor, su esposa pelirroja y un bebé delicioso que viajaban al lado. Digo Thor, por su aspecto. Hablaban en otro idioma. 

Enfadada, miré a la señora y le dije que yo llevaba los cascos a para dormir, y que estaba muy cansada y que si no necesita algo que no fuera quejarse, pues que yo prefería dormir. En realidad, no quería dormir, quería que el mundo me dejara en paz. 

Apenas pasan unos minutos sube un tiarrón de 35 años con un collar de oro y su novia. El chico mide más de metro noventa. No encuentra donde poner su maleta y decido ayudarlo, le digo "mueve mi mochila y así te cabe la maleta". 

Ante mi asombro el chico coloca su maleta, deja mi mochila movida y el paraguas sobresaliendo en horizontal en el pasillo, con el pico hacia los viajeros. 

Y estallé. 

-¡Oye! ¿Tú quieres que haya un accidente? Si dejas el paraguas así le cae en la cabeza a tu novia y le hace una brecha... 

Algo en mi interior me advirtió de que estaba alzando el tono a un tipo que medía el doble que yo. Pero la estupidez humana se me escapa. Y le eché la bronca. Creo que la palabra es "indolencia". Yo meto mi maleta y como vivo solo en el Universo... 

Qué falta de eficiencia, por favor. 

"Es que es increíble". Veo como coloca el paraguas y, pensando en Barrio Sésamo, le digo " ¡¡Pero píllalo con la mochila o la maleta!!". Vuelvo a mirar hacia la ventana, cierro los ojos y pienso "Deberían ser todos más listos que yo, y no me parece que lo sean". Aquí debo haceros un inciso para contaros algo. Me gusta pensar que todos saben más porque eso te da confianza. Cuando los demás no son más listos, eso te da responsabilidad. 

Refunfuñando sobre eso empieza un viaje en el que una maleta sale volando, otra se pierde en Monfragüe, otra viaja sola por el vagón, etc. Cuando me siento un poco mejor abro los ojos y la señora me pide ayuda con unos mensajes. Al querer ayudarla me cuenta su vida en verso, me pide comprobar el horario de El Corte Inglés en mi móvil y se queja durante cuatro estaciones. 

En serio, estoy muy harta. 

Y de pronto, sin venir a cuento, ocurre lo siguiente:

-Yo debo de ser de otro planeta. 

Cómo es lo que yo pensaba, esa frase captó toda mi atención. Toda. Y miré a sus ojos que estaban clavados en los míos. 

-En este mundo a la gente no le importa cómo se sienten los demás, solo tener razón. 

Increíble. 

Era absolutamente increíble. Y la señora, ahora ya un ser interesante, me dijo:

-Mira, mi familia me dice siempre, "llévate paraguas" 

Jajajjajajajajja

No me reí externamente, pero sentí y una tremenda empatía. "Llévate paraguas". La señora camina agarrada a dos muletas. 

Efectivamente. Yo planto mi maleta y el de atrás que se apañe. Yo me cuelo en el carril que no debo porque soy el más listo y si otro tiene un accidente pues es cosa de él. No vamos juntos, no vemos la eficiencia juntos. 

Pero la señora dijo una clave, "todos quieren tener razón". 

Sentí algo muy raro y sentí hasta que Dios existía porque era improbable enfadarme tanto con el mundo y que el mundo me mandara una señora protestona y quejica para decirme aquellas cosas tan interesantes. 

-Es muy difícil escuchar a los demás - contesté. 

Al salir de la estación, instintivamente busqué la acera. Y señalé a mi amiga dicha acera. Lo intenté tres veces, al final desistí. Luego oí un coche malhumorado pitar a mi amiga.

Estoy triste y decepcionada con el Muso porque debería explicarme por qué pasan esos momentos tan increíbles en los que la casualidad queda descartada por lo sincrónico de una situación. Y no me lo explica, ni siquiera me cree. Estoy enfadada con todos y cada uno de los seres que deberían ser más listos, más eficientes, más sabios, y no lo son.

Pero sobre todo es lo que me dijo la señora. "Llévate paraguas", y camina con muletas. "Es que es como si fuera invisible", me dijo.

En este mundo, qué difícil es entender. 

1 comentarios:

Davidel dijo...


"Me gusta pensar que todos saben más porque eso te da confianza. Cuando los demás no son más listos, eso te da responsabilidad"
Vaya, vaya..asi que lo que quieres es escaquearte...
Una pregunta: El que es sabio ¿con quién debería estar enfadado si no tiene a nadie más listo que él? Diría que el que es "sabio" lo es por el mero hecho de vivir experiencias, ser observador, aprender de ellas y con todas esas herramientas hacer una forma de vida. Si te lo explican, quizás no se aprende como es debido.
Es como los niños pequeños, hay que decirles los peligros y cosas que pueden ocurrir, pero lo aprenden cuando les sucede.

Por cierto me esperaba una entrada con grandes fotos de Mérida jaja donde están??

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