El protagonista cae en un bucle temporal debido a una avería en el timón del cohete. Con tan mala suerte que una y otra vez la nave se le llena de "yos" del futuro y del pasado, porque atraviesa campos gravitacionales en espiral. De tal manera que habla con su yo del viernes, del martes, del domingo...

Con estos dobles se lleva fatal... ¡Jajajaj! Hay un momento super-divertido en el que se ve a sí mismo con un chichón en la cabeza y le dice: "¿Pero qué te ha pasado?" y su yo del futuro contesta: "Mira, no merece la pena explicártelo..." jajajajaj! Es muy divertido.

Monta unas discusiones tremendas... en una de ellas dice: "¡¿Sabes qué?! Lo bueno de esto es que mañana estarás aquí tratando de hacértelo entender a ti mismo y me alegro de que vas a sufrir lo que sufro yo...". Y a lo largo de la narración ves que lo que necesita son dos escafandras... Porque sólo tiene una. De ahí que necesariamente se tenga que poner de acuerdo con alguno de sus yos, jajajja, pero no es capaz...

Y ya cuando dice: "vimos uno con el pelo blanco..." jajajajaj!

La nave se va llenando y se va llenando y piensas... "ay, esto es imposible".

No os cuento el final. Pero es un relato muy original y bastante divertido. Te hace pensar, además, en cómo nos llevaríamos con nosotros mismos. 

¡Otro buen descubrimiento para leer!