Lunes superado.

Yo cada vez llego a casa más cansada.

La radio del coche era ruido. Elijo ir por la salida 56 para evitar cortes por asfaltado nocturno y voy y me encuentro un aviso de coche volcado en ese desvío. 
No puedo evitar pensar que si el acceso está bloqueado voy a tener que continuar por una carretera que desconozco. Casi al instante se pone en marcha un mecanismo que bloquea los sentimientos. 
"Soluciona esto ahora..."
Entro despacio en la curva. Un gran cartel luminoso señala que debo invadir el arcén. Policías, guardias civiles y un conductor de ambulancia están hablando. Paso por delante y meto tercera. Cuando he avanzado unos metros no encuentro la curva pronunciada que me devuelve a la M40. 
Y ahí sí, me asalta el pánico de repente. 
Pero la curva está. Un poco más adelante, eso es todo. 
Regreso a la radial, llego a casa, aparco el coche. Ceno más de lo que debiera. "Qué cansada estoy". 
La tele es ruido. 
Elijo poner a Sookie. Quinta temporada de True Blood. Me faltan capítulos. Un personaje está hablando de algo y antes de darme cuenta he apretado el botón de "cambiar" de la tele. Con la mano izquierda, como no, cuando me doy cuenta me río. "¿Qué estoy haciendo? Es una serie. Avanza rápido si algo te disgusta pero no puedes cambiar de canal, jajajajaj", pienso. Y bajo de nuevo la mano. Ha sido un acto reflejo. 
Me detengo en Eric. Se disculpa en una escena en la que no comulga con lo que está pasando y se marcha a su casa. Mirando la pantalla, pienso "Bill no se va a ir..." Y lo sé porque es un personaje diplomático y político. Se queda y hace algo horrible. Eso me lleva a pensar invariablemente en los valores. Medio dormida, me pregunto si me gusta tanto Eric porque tengo la sensación de que ve como es el mundo y lo enfrenta siendo un capullo pero manteniéndose fiel a sí mismo. Cosa que Bill no hace. Por más que Bill sea el héroe. No me gusta Bill. 
Al pasar a otra escena pienso "Ese personaje cambiante se va a convertir en serpiente" . Y no sé pero es justo lo que pasa. 
No falla. 
Tras 12 horas de trabajo sigo siendo capaz de adelantar por donde van las historias. Que triste.
Mejor me levanto, apago la tele y me voy a soñar. 

Ahora mi subconsciente se vengará y me meterá en una historia enrevesada. Una de la que no sé salir. 

Espero que haya ciudades encantadas y cuenta cuentos maravillosos. Y no estaría de más que fuera un sueño al aire libre con muchas muchas estrellas.

Y sin coches.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises