Un mes de formación

 
 
Empieza junio. Y tengo por delante un mes de Formación Sala.
 
La formación me gusta mucho, y aunque a veces es dura, tiene algo que requiere una premisa con la que cuento de manera natural. La paciencia con los demás.
 
Es fácil, si piensas que hay algunas cosas que no se le dan bien a una, y a mi lado tengo al menos dos personas que han sido pacientes conmigo, al intentar enseñarlas.
 
Esto es como una regla de tres: si ellos son pacientes, yo debo ser paciente con los que todavía no se saben treinta extensiones de memoria, debido al uso repetitivo de las mismas.
 
Nadie es bueno en todo. Es otra de las cosas que me digo a menudo.
 
Y luego está, y en ello soy menos experta, el encontrar la manera adecuada de hacer que el otro te entienda.
 
Todas esas cosas tiene la formación.
 
 


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