En el que hago pan...
Estaba hablando con un amigo cuando de repente se me ha ocurrido una idea:
-¿Y el pan lo haces sólo con harina, agua y levadura?
-Sí, es eso. Nada más.
Los 3 ingredientes estaban en mi despensa, sobre mi cabeza, pues hablo desde la cocina.
Y así, a bote pronto, se me ocurrió: "vamos a hacer pan".
Bien, sin hacer mucho caso a mi amigo y más a mi yo interior, dije:
-¿Puede ser... tres de harina, dos de agua y un sobre de levadura?
No sé de dónde me saqué eso.
-Sí,.. ¡justo! Caray, Nelly... es eso. Tres vasos de harina, dos de agua y levadura medio sobre.
Allá que voy siguiendo ese extraño impulso interior.
-¡Espera, espera! ¡Nos hemos confundido! -dice mi amigo-, son dos de masa madre...¡ay leche!, le has echado un vaso de más... tendrás que echarle dos más de harina.
Mi yo interior me indica sin palabras algo que sería pasa de todo y hazme caso a mí.
Sigo a mi yo interior por toda la cocina, echándole lo que me viene en gana. Y luego tengo unas ganas locas de meter la mezcla en el horno. Mi amigo se ríe. Yo le hago dibujos al pan. Mi amigo se ríe más, dice que él es novato y le encanta verme de un lado a otro por la cocina.
Cuando el horno lleva 8 minutos encendido, estoy dibujando formas al pan y oigo algo que siempre me dice mi jefa:
-Ahí está... entretenida con los detalles y el mundo del detalle...
Levanto la cabeza y mi amigo se tapa los ojos. Tengo las manos llenas de masa pringosa. A mí no me gusta pringarme. A mi yo interior cocinero le da igual.
-¡¡Al horno!!
-NOOOOOOOO!! -mi amigo se echa a reír-, ¡¡¡Espera, Nelly!! ¿¿¿Pero quieres hacerme caso?
Ains.
jaja!
No, no quiero hacerle caso.
¡Estoy haciendo pan!
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