En el que envio el manuscrito a Random House.
Me he levantado temprano para salir a caminar y mandar el manuscrito a Random. Ello requiere pasar primero por una librería, que abre en diez minutos, y luego... ir a una oficina de correos. Y después, empezaré a pensar si quiero presentarme o no al premio Barco de Vapor.
De lo que me he dado cuenta es de que esta novela... valdría para otros premios, si quisiera presentarla.
Y ya está. No hay que darle más vueltas.
Llevo 4 días dándole vueltas. Mi carta de presentación es tan neutra... que no se sabe si en verdad todo me da igual, o son nervios. En realidad, son nervios. Pero tengo una forma de estar nerviosa muy correcta. Al menos, por escrito.
Conste que la carta de presentación de La Casa Mágica... era mucho menos contenida. Pero cuando te pasas dos años trabajando en la novela del muso, y llega la hora de enviarla... no sé. Yo creo que en estas cosas no funciona la contención. Entre nosotros, el día que estuve en Espasa (firmando el contrato), tomando un café, y viendo a gente muy animada por invertir en mí... con una foto de Jordi Sierra i Fabra entre ocho autores de la pared... fue... el día más emocionante. Todavía recuerdo el primer apretón de manos. Que no es igual cruzar esa puerta como trabajadora, que como autora. Y digo lo de trabajadora porque una joven encantadora que llevaba la publicidad, estuvo en la reunión. Yo sabía lo que era trabajar en comunicación, solo que nunca había sido el cliente.
De Random... bueno, lo fascinante de Random son los sellos que tiene, (no te digo ya, las ediciones). En fin...
Pero... no nos vamos a emocionar con esto. Random dirá que no, y entonces se presenta a concursos, o se sigue buscando. Eso no significa que la novela sea mala. La novela sé de sobra cómo es. Son muchos los factores que pueden afectar a que publiques o no. ¿Y si correos pierde el envío? ¿Y si no lo leen? ¿Y si no está claro en qué colección meter el libro? ¿Y si no les interesa la temática?
¿Y si no pueden invertir en autores menos conocidos?
En lugar de pensar en esas cosas, no sé porqué, a tu mente lo que vienen son ideas para el próximo libro...
Voy a poner aquí lo que me dijo un escritor en la Feria del libro, tiempo antes de que yo publicara la primera novela corta. Me dijo: "¿Quieres saber lo que es un escritor?" (hablábamos de eso, mis amigas y yo), nos miró y me preguntó:
-¿Podrías vivir sin escribir?
-No
-Vale, pues eso es un escritor.
¡JAJAJAJ!
Eso digo yo, ¿qué tendrá que ver la publicación con todo esto? Un escritor, escribe hasta en las servilletas de los restaurantes.
Dicho lo cual, ¡tengo que ponerme en marcha!
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