Hablamos - Ferran Ramón Cortes & Alex Galofré
Una vez yo hablé con un cliente -hace muchos años-, que estaba tan enfadado y eran tan terriblemente desagradable que al colgar el teléfono, decidí anotarlo en mi agenda.
El señor iba a cancelar el contrato, en un par de meses. Lo tenía clarísimo. Y aunque yo logré esquivar y posponer el problema (con lo que podría haberme lavado las manos) me puse en la posición del pobre compañero o compañera que llamara después y me dije: "No". De eso nada, le llamo yo y listo. Un día hablaremos de mi concepto de ética.
Llamé al señor como mes y medio después. Antes de hacerlo, me puse un chubasquero emocional. Me dije: "Va a gritar, se va a poner como una furia, y luego te va a cancelar el contrato. Pero al menos me gritará a mí y no a otra persona que no sepa de qué va el asunto".
Llamé, descolgó. Hablamos.
Y me dijo: "Sí, todo fenomenal. ¡Por supuesto, renuevo un año más! ¡Muchísimas gracias, es usted muy amable!".
Colgamos.
Perpleja.
Han pasado... la tira de años y es uno de los casos que recuerdo.
"¿Pero qué...?" ¿Ese era el monstruo malhumorado de problema insalvable?
¿Acaso no se acordaba de mí?
Incoherencias.
Los seres humanos estamos llenos de incoherencias. Necesito un manual de instrucciones.
Hace pocos días estaba sentada junto a un Supervisor. El Supervisor preguntaba a su equipo qué iban a hacer el fin de semana. Tengo suficiente bagaje para ver que es algo estudiado. Y pensé:
"Míralos. Él preguntado -cuando es trabajo-, y los otros respondiendo, -cuando es trabajo también y no se dan cuenta-, ¿cómo pueden no darse cuenta? ¿y por qué les pregunta por el fin de semana? No lo entiendo..."
-¡Nelly, ¿y tú qué vas a hacer este finde?!
-Ah, pues yo....
¿Os podéis creer que llevaba ya contados los planes del sábado cuando me di cuenta de cuál era la respuesta de la pregunta?
la atención.
¡JAJAJAJ! Estoy aquí, sentada, preguntándome cómo no se dan cuenta y luego me hacen el experimento a mí y respondo igual que los demás.
No le di importancia, me fui a casa. Y el sábado acabé en una librería, donde al pasar junto a una pila de libros me llamó mucho la atención el que veis en la imagen.
"¿Hablamos?"
Y debajo: conversaciones para relaciones de equipos.
"Aaaaah!"
Pero no, no voy a cogerlo, me dije... Yo no compro libros no-planificados.
Di dos pasos, y mi yo interior me dio un toquecito.
Regresé.
Si, no, si no... si... "Bueno, venga, lo cotilleo un poco".
Lo abrí... lo ojeé... y luego lo hojeé.
Me senté con las piernas cruzadas y tras un rato de pensar que algunas cosas valían y otras no, decidí llevármelo. Llevaba leídas la mitad de las hojas. También pensé en la estrategia de la librería, que te dejaba leer el libro entero en el suelo si tal era tu deseo.
Yo llevo diez años trabajando con equipos (en y con), tras dejar la Publicidad (donde estuve 5 años, y es un sector que abandoné porque prevalecían las apariencias sobre el fondo. El fondo rara vez era algo que mereciera mucho la pena. Y la gente se endiosaba con todo lo que creaban alrededor de "nada". Bueno, en verdad, mi choque con el sector fue una reunión 360 donde vinieron ejecutivos de Francia -en primera clase, por supuesto-, y la temática era cómo vender alcohol a menores=). Salí de aquella reu pensando "qué desperdicio de mentes" de verdad. ¿Dedicas tu vida a sortear censuras editoriales? ¿En serio? Los que llevaban la campaña de Camel no sé cómo lo soportarían luego...(yo conocí a una publicista que por las tardes trabajaba en una ONG...)
El caso es que voy a pasar la mañana estudiando situaciones previas de equipos y como modificarlas un poco. Más que nada, por entender el cerebro humano.
Saludos !!!
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