Cosas que ocurren cuando recoges la ropa de noche..


Sé que debería estar escribiendo, pero ... me distraje con una película de la televisión que ha durado 4 horas... ¡jajajja! Y que habré visto unas ocho veces. Y no os digo cuál es porque os reís...

Al acabar, tras llamar por teléfono y charlar un rato con un familiar, decidí emparejar los calcetines.

"Estrellas con estrellas..."

"Luna con lunas..."

-¿Por qué tengo tantos calcetines de estrellas? -pensé.

Sonaba Try de Pink.

Luego empezó a sonar Lost on you...

"Bueno, venga, ahora voy a recoger la ropa que tengo puesta a secar".

Entro en el cuarto naranja. Cojo mis jerseys favoritos de las cuerdas.

-¿Ha llovido? -pienso.

Están más mojados que antes. Miro al cielo, está encapotado.

Vuelvo al salón. Emparejo más calcetines. Vuelvo al cuarto naranja (a oscuras esta vez) abro la ventana. Recojo otro jersey y es entonces cuando veo una enorme mancha oscura justo debajo del marco blanco de la ventana.

Con patas.

"E-eso... tiene patas"

Le digo a mi yo interior.

Y sigo mirándolo.
Allí, en la oscuridad. Un manchurrón con patas.

Patas y pelo.

Que tres segundos de estupor.

Enciendo la luz. ¡Jajajaj! Era pa´verme.

Allí, bajo la ventana, hay una enorme mosca peluda. La mosca más grande del mundo. Enorme y gorda.

-Ayy, Dios...

Qué bicho más feo.
Me acerco, la miro y me separo otra vez.

"Vete" pienso.

Algún internauta cree que yo me comunico con los animales. Por aquello de la araña venenosa a la que le puse el dedo delante tres veces cuando era niña, y que finalmente levantó sus dos patitas rojas y blancas delanteras. Fue un diálogo interesante. Era tan bonita, redonda como un botón y con las patas rojas y blancas. Y... sin entender arañil yo quité el dedo. Y ella siguió su camino (era la tercera vez que se lo cortaba). Tiene gracia que me dan miedo las arañas y muchos otros bichos, pero mi madre estaba barriendo (imaginad el Castillo de Holw, fue algo así) y las arañas corrían que se las pelaban. Y yo corría delante de ellas, hasta que una de patas largas ... se empezó a ahogar en un cubo. Y entonces yo dejé de correr, me di la vuelta y quería agarrar a la araña de una pata para llevarla al jardín. Y mi madre me miró y me dijo: "No lo entiendo, ¿te dan miedo hasta que una se ahoga?". Y yo contesté: "Oh, mírala, pobrecita". A ver,... intentaba no ahogarse. Eso no implica que si me asusta la mato de un pisotón. Sé que es raro de entender.

Igual de raro fue lo del bebé delfín hace unos años. Cuando un pescador gallego dijo: "Muchacha, no se va a acercar" Y yo venga a meter el pie en la proa de la barca y a sacarlo, una y otra vez hasta que miré hacia abajo y vi la cosa más bonita del mundo, vi al delfín del revés. Os lo prometo. Se puso debajo de mí y  con la barriga hacia el cielo. Y luego, delante del barco, a un metro, hizo una cabriola y luego volvió con sus papás.

Nos quedamos todos con la boca abierta.

Y entonces alguien dijo: "Eso lo ha hecho por ti. Puedes estar segura".

Qué feliz me hizo. ¡Me había saludado!

En fin,... no, no me comunico con los animales. Es sólo que a veces... nos entendemos.

Y deseé que esta fuera una de esas veces.

-Vete -pensé.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡Largo!!!!!

Y la mosca, os lo prometo, decía: "Tengo sueño".

jajajaj!

-Sí, ya. Y fuera hace frío. ¡¡¡¡¡Pero no puedes quedarte aquí!!!! -le dije pensando.

Y os prometo que la mosca contestó: "busco donde dormir".

Y yo le pregunté a mi pensamiento si no estaba dormida ya. Porque tenía un aspecto aplatanado que no podía con él.

"vete, vete, vete..."

No iba a matarla. Ya me asusté mucho con una araña hace unos días y la pobre murió de forma innecesaria. Mira, si estuviera cerca, seguro que la mosca se iba.

Miré alrededor. ¿Con qué espanto una mosca peluda? ¿Cómo le explico que el cuarto naranja es mío?

Y de repente reparé en mi jersey favorito sobre el radiador.

"Como no quite eso de ahí... te digo yo dónde va a dormir la mosca"

Me acerco sigilosa como un gato. Despacio, despacio. Cojo el jersey. Miro a la mosca... y de repente esta se empieza a mover.

"Eso, vete, vete..." le abro la ventana.

La mosca, nada, se para otra vez.

"Igual se va".

Miro la ventana abierta a la oscuridad.

".... ahora entra un murciélago...."

La visión de esa ventana abierta me da como un mal rollo rarísimo. Tengo la sensación de tener una cabaña con chimenea y luz, y estar rodeada de un montón de monstruos del averno.

-¡Vale! ¡Cierra eso, cierra eso!

Y justo cuando me acerco...

LA ENORME MOSCA ECHA A VOLAR....

ZZZZZZZZMMMMMM!

Y entonces, sí, se oye:

-AAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaAAAAAAAAAAAaHHHH!!!

Y he salido por patas de la habitación.

He vuelto a entrar pero no la veo. Así que he cerrado la habitación a cal y canto.

Bien, ahora qué, ¿cómo recupero mi cuarto naranja?

Sin matar a la mosca. Necesito al Profesor Layton... ¡jajajaj! 

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