Personas demasiado exigentes


Algunas personas tenemos el nivel de exigencia muy alto. 


Quizá todas, en algún aspecto de nuestra vida, pero hay gente que es especialmente vulnerable a ese nivel de exigencia interior, del que no nos damos ni cuenta. 

Esta exigencia te pide desde que te caigan bien personas que no te caen bien (y que tu instinto tiene sus razones para ello), hasta te puede solicitar cosas que crees que los demás quieren cuando no las necesitan. 

En tres palabras: es un coñazo!! 

El libro del actor me ayuda porque su máxima es: "No lo intentes". 

Pero cada cuál tendrá que buscar su caso práctico y extenderlo. Porque estas cosas hay que practicarlas para que funcionen. 

Os pongo el mío: 

El año pasado creí que no llegaba a tiempo a la fecha de entrega del libro 1 de la colección en la que trabajo. Escribía antes de entrara a trabajar. En una cafetería. Hubo un par de momentos en los que pensé: 

"No puedo" "Es imposible" "Esto no está fluyendo" "No voy a terminar a tiempo". 

Y esto, me bloquéo.  

CONTINUARÁ...
 
 
La consecuencia inmediata, dejé de escribir. 

Hasta que llegó un momento en que me dije: "Da lo mismo. Deja de preocuparte. ¿Qué es malo? Vale, pues es malo. Es un libro malísimo, te lo van a rechazar. No importa. ¡Me da igual!" 

El libro salió y es, con diferencia, el más bonito que tengo. Al menos en cuanto a maquetación, dinamismo, tapa dura, hojas con trama (con dibujos) e ilustraciones de apoyo por doquier. Estuve dando saltos una tarde entera. 

Eso sí, como todos, no he podido volver a leerlo.

Cuando queremos algo, las personas muy exigentes, creemos que todo depende de nosotros. Eso está bien, porque hará que te esfuerces. Pero si el esfuerzo es tan grande que se convierte en un problema mayor que el que tratas de resolver, entonces hay que pararse a observar la situación en su conjunto. 

Una opción parace ser el rechazo de eso que deseas y indiferencia. Lo que no parece muy honesto. 

Vamos a imaginar que yo pugno por un puesto de trabajo donde tengo que ayudar a crías de pato a cruzar la carretera. Lo malo es que tengo doscientos patitos caminando y coches indiferentes que atraviesan la calzada a 180 kilómetros por hora. El primer día, corro de un lugar a otro salvando patos, pero algunos se mueren. El segundo, corro más, me tropiezo, me caigo, consigo salvar 180 patos pero veinte se mueren. Al día siguiente, con patines, salvo 185 patos pero se mueren 15 y yo acabo llorando, frustrada y con un moratón en una pierna. Bien, a estas alturas muchos habrían renunciado a salvar a ningún pato y otros habrían mandado el trabajo a la... Una persona inteligente, contactaría con el servicio de fauna y flora del ayuntamiento porque ve la situación en su conjunto. Pero para hacer esto, primero hay que asumir que mientras llamas al ayuntamiento los coches van a arrollar a 50 patos. No sé si me explico. 

Ese "asumir" es un acto de supervivencia individual. Pero esta orientado a algo. A ser más efectiva. 

En mi caso, y supongo que en el de todos, bloquearse por el exceso de preocupación no sirve de nada. Eso no salva a los patos. Arrojarles piedras a los coches, tampoco. Pero, desde luego, sino quieres enloquecer no puedes intentar cambiar el mundo, o a ti misma, al menos de manera forzada. 

No sé si me explico bien. Esta entrada va para los muy exigentes. Las cosas son como son, y creo que no deben importarnos tanto. Al menos a mi. No digo que se deje de ayudar. 

Solo digo, lo que el Muso me dijo ayer. Hay más causas en las cosas que mi responsabilidad. De hecho, todo el mundo me dice que me cargo de miles de cosas que no son mías. 

Así que a ver si aprendo. 
Saludos!!! 






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