Hoy iba a reseñar Florence, una comedia estupenda, que por cierto, me han dado ganas de haber escrito yo. He tenido envidia de la historia, por ser una historia de personajes, que trata de un hecho real, ocurrido en Nueva York, donde una mujer muy famosa (o por lo menos con cierto status social) grabó una canción horrible y... el disco se agotó en poco tiempo. Pero está genial porque precisamente tiene un marido, que a su vez tiene una amante, y a su vez hay un pianista y todo gira en torno a la mujer y ... lo que hace. Pero ... el caso es que le tomas cariño. A mí me hace gracia el pianista, que además es un actor de Big Bang Theory. Lo que más me ha gustado son los personajes y las distintas reacciones... como se pasa de la mofa a la defensa más absoluta, de la risa a la admiración, de ahí a la pena... no sé, es una amalgama extraña. 

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Luego estaba tan feliz viendo Hank Solo pero cumplía el plazo de la biblioteca y la he tenido que devolver a la mitad. Podría ir a sacarla de nuevo pero mejor en próximos días.

En vez de eso, regresando a casa, me he parado frente a una pared porque ponía: MEDITA

Yo no sé vosotros, pero me han dado ganas de sacarle una foto. 

¿¿??

¿Quién usa esa palabra como graffiti? 

El caso es que iba pensando qué hacer. Porque... yo tenía un plan y cuando se lo he contado a un ser muy querido para mí le ha dado la risa. Claro que esta mañana también -es más que evidente-, di explicaciones sobre mi "alergia" (oye, alergia y alegría tienen las mismas... letras. Extraño). Bueno, el caso es que he oído y escuchado todo tipo de opiniones y no vale ninguna, lo malo de esto, es que no valen porque ninguna es mía. Cada persona me ha dado su opinión y su consejo, entre risas. Debe de ser muy gracioso que te guste un chico y llenarte de ronchas por ello. De todos modos, no importa, porque el propio chico me ha puesto en un whasap: "Vale, cierra y hablamos en unos días". Lo que está genial... no porque yo vaya a hablarle otra vez, sino porque así me daba tiempo a curar esta dermatitis. Sigo manteniendo mi postura previa.

A ese ser querido que me ha escuchado la dermatitis no le ha hecho ni pizca de gracia. Me ha preguntado si tengo la menor idea de cómo estoy por dentro para tener dicha reacción. Le he dicho que no, pero le conté mi plan para que se me pasara y eso, ha provocado más risas.

-¡JAJAJA! ¡JAJAJA!

- ¿¿?? ¿Qué pasa?

-¿Es que planificas jajajaj... planificas cuándo se te va a pasar una alergia? ¿Cómo lo haces? ¿A las cuatro y cuarto se me pasa la alergia...? Luego el chico me escribe y me vuelve de golpe...

Hombre, dicho así...

Nos echamos a reír las dos.

-¿Tú no eres budista? -me preguntó este ser muy querido, cesando las risas.

- Sí.

- ¿Y los budistas no dicen algo sobre fluir y la corriente... y un río?

-Sí, ... supongo.

-¿Y dice algo el budismo sobre empeñarte en que el río vaya por donde tu quieres?

Eso no es justo.

Me defendí. Le eché toda la culpa al otro y justo en ese preciso momento enganché mi bota favorita con un mueble y se rompió.

Mi bota favorita.

-¡OH,NO! 

Llevo el tiempo suficiente estudiando Dharma para saber que esto es karma instatáneo.

 Es culpa de = bota rota.

No se rompió "antes" ni "después", se rompió justo cuando lo decía. Tropecé y bota rota.

-Vale, ¡no es su culpa! Pero yo tengo razón. ¿En qué época vivimos que las relaciones están así? 

-Es el mundo que hay.

-¡Pues está mal!

Más ronchas.

¡jajaja!

Y más risas. 

Bueno. Llegados a este punto, se impone una "cuarentena". Recupero mi calma. Recupero mis más o menos cómodas cajas (que también salieron a relucir en la conversación, lo que tiene gracia, pues sólo el Muso hablaba de cajas. Debe de ser muy evidente desde fuera pero yo no lo veo).

Y ya está. No puedo decir nada más. Sí que argumenté varias cosas a las que este ser muy querido me contestó:

-¿Tienes algo mejor que hacer? ¿Tienes algún compromiso previo que te impida tomarte un café con ese chico? No sé, ¿hay algo que te impida salir de tu zona de confort?

Sí, el miedo.

-Eeeehhh..... mmmmmmm (espera, estoy pensando)... eeeeeeeeeh.... Bueno yo... claro.. yo... tengo que.... ¡Eso no importa! 

Lo primero es lo primero. 

Sólo que se me ha olvidado lo que era... ¡ah, sí! ¡curarme la alergia!

Y meditar.